Memoria histórica

Las maquis invisibles: las mujeres vitales en la lucha antifascista

Hicieron de informantes y enlaces y tuvieron un papel clave en la logística del movimiento que intentó derrotar a Franco

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Fotografa de la parte ficcionada del documental '508 días' sobre Cristina Zalba, la masovera de Oix que refugió a Antoni Figueres, un maqui herido, pese a poner en riesgo la vida de toda su familia.

GironaEn 1939 terminó la Guerra Civil, pero no la resistencia contra el régimen franquista. Miles de republicanos que habían pasado la frontera siguieron combatiendo desde las montañas con diferentes incursiones desde Francia. Habían luchado en España, también combatido con la Resistencia francesa contra Hitler y soñaban con derribar a Franco. Eran los maquis y su historia está aún llena de lagunas. Sobre todo por la represión, que a menudo acababa con la muerte o la deportación, el silencio posterior y lo que supuso la derrota. Pero esta lucha no la hicieron sólo hombres. De hecho, no habría sido posible sin el papel primordial de las mujeres, que apenas empieza a salir a la luz y a investigarse. Muchas de ellas hicieron de enlaces, correos e informantes, pero sobre todo organizaron la logística en casas de apoyo para las rutas que se hacían por las montañas desde Francia, y en algunos casos empuñaron las armas.

Pepita Bell-lloch, nacida en Lleida en 1927 y exiliada en Francia con 12 años, ingresó en el Equipo de Pasos del Pirineo Oriental una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. Su labor era invisible, incluso en los informes que los maquis hacían para el Partido Comunista Español (PCE). Años más tarde se casaría con lo que era el guía del Equipo de Pasos, Manuel Torres Monterrubio, y tendrían dos hijos. Aurora Bell-lloch, hija de Pepita, creció en este ambiente de clandestinidad en casa en Francia. Pero no fue hasta el final de la vida de su madre que empezó a ser consciente de hasta qué punto Pepita había arriesgado su vida. “Era un trabajo muy físico –relata al ARA por teléfono desde Madrid, donde ahora vive–. Se encargaba de llevar la maleta que llevarían a los maquis hacia Cataluña. La transportaba desde Perpiñán hasta el punto de apoyo a la montaña que le dijeran”.

Un soporte vital en la montaña

Como Pepita, cientos de mujeres anónimas fueron puntales para la lucha armada. Pero el mayor problema es sacarlas del anonimato. Es lo que está intentando hacer la Amical d'Antics Guerrillers de Catalunya, que después de cinco años de investigaciones han tenido claro que había que dedicar unas jornadas concretas al papel de las maquis invisibles [ver complemento]. Sobre todo por el papel de muchas masoveras de las comarcas gerundenses, que en época de posguerra, muy a menudo con sus maridos en campos de prisioneros, eran el palo de pajar de la Cataluña rural. “Las mujeres sostuvieron y hicieron posible la lucha guerrillera –explica Raül Valls, presidente del Amical de Antiguos Guerrilleros de Catalunya–. Nadie aguanta en la montaña sin ayuda”.

Un ejemplo muy esclarecedor es el de Cristina Zalba, masovera en la zona aislada de Oix, en la Alta Garrotxa, que en 1945 acogió, poniendo en riesgo a toda su familia, un guerrillero herido que necesitaba curarse para poder volver en Francia. "Fue una mujer muy valiente, con ideas muy claras y sentido de tener muy claro qué hacer, sin grandes elocuencias". Así la describe Iris Schneider, que encarna al personaje de ella en la parte ficcionada del documental 508 días –los días en que el maqui se pasó herido en La Sala–, dirigido por Marc Planagumà y que se estrenará el 4 de noviembre en Olot. La grabación quiere poner de relieve el papel olvidado de la mujer en la lucha antifascista.

Mar Trallero, investigadora en Segunda República, Guerra de España y deportación, señala que en la mayoría de informes que nos han quedado “la mujer aparece siempre como la esposa, madre, hija o hermana del guerrillero, pero nunca como una persona que decide por sí misma y pasa a formar parte de los maquis”. A su juicio, las organizaciones políticas de izquierdas también contribuyeron a no reconocer su labor. “Pervive el relato de quien va al frente y después se esconderá en las montañas; un relato muy viril, heroico y del que se excluye a la mujer”, añade Trallero. Investigando, sin embargo, se ha dado cuenta de que las propias mujeres que fueron activas tienen interiorizado el papel secundario: “Cuando las entrevisto me encuentro que enseguida hablan de figuras masculinas que las rodean porque no están acostumbradas a ser el centro de atención y quieren satisfacer a los demás”.

Deportadas e invisibilizadas

Aunque algunas de las mujeres tomaron las armas, Trallero explica que el papel vital de las mujeres era el de los cuidados. Sobre todo proveer alimento y curar heridas. No solo de la lucha con guardias civiles, sino también de lo que suponían duros viajes de noche por las montañas, de 12 horas para pasar de Francia a Manlleu o el Gironès, a través de las diferentes rutas de los maquis, para después tomar el tren en Barcelona. Cuando llegaban, siempre había una mujer anónima que les planchaba la ropa, por ejemplo, o hacía de enlace con Barcelona.

Las delaciones estaban a la orden del día y en muchos casos todavía está por conocer qué ocurrió con maquis invisibles detenidas, torturadas y fusiladas. Otros lo pagaron con la deportación al campo de concentración nazi para mujeres de Ravensbrück. Es el caso de dos vecinas de Setcases (Ripollès), que, al emigrar a Vallmanya (Conflent), encontraron que la masía era perfecta para emplazar a maquis. Eran madre e hija, Carme Gardell y Sabina Bartolí. La primera murió en Ravensbrück. Bartolí sobrevivió y fue testigo, como Neus Català.

Cita el fin de semana del 23 y 24 de septiembre en la Garrotxa para hacer memoria

Para profundizar en el papel clave de las mujeres en los movimientos guerrilleros y clandestinos contra el franquismo, el Amical d'Antics Guerrillers de Catalunya, conjuntamente con el Memorial Democràtic, han centrado en torno a este tema las quintas Jornadas de los Maquis en Can Trona, en el Valle de Bas. Bajo el título Mujeres y resistencia. El Maquis invisible , el sábado 23 de septiembre se han programado hasta cinco conferencias que van desde el análisis de la guerrilla antifranquista desde una perspectiva de género hasta la presentación del teaser del documental 508 días sobre Cristina Zalba. El ciclo culminará el domingo 24 con una visita teatralizada a Can Sala, en Oix. Las actividades son gratuitas, pero es necesaria inscripción previa .

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