Epic fails

Martinsa-Fadesa: el matrimonio que casi se derrumba en el altar

El estallido de la burbuja inmobiliaria dejó al grupo de Fernando Martín Álvarez con una deuda de 6.694 millones

2 min
Martinsa-Fadesa: el matrimonio que casi se derrumba en el altar

En Trigueros del Valle, un pequeño pueblo junto a Valladolid (Castilla y León), Fernando y su grupo de amigos se plantaron ante el alcalde. Le exigieron un campo de fútbol municipal. Lo querían “tanto sí como no”. Le explicaron que el dueño del prado donde jugaban les echaba a gritos cada vez que los veía y que ya estaban hartos de tener que interrumpir los partidos. Entonces Fernando aún no lo sabía, pero a lo largo de su vida se acabaría reuniendo con un montón de alcaldes de toda España.

En marzo de 2006, esta anécdota de los años 50 abrió un extenso reportaje deEl País. En esos días todo el mundo hablaba de Fernando Martín Álvarez. Ya tenía 58 y acababa de asumir la presidencia del Real Madrid. Con un gran don de la palabra y una fuerte capacidad estratégica, El Chato -tal y como lo conocían en el pueblo- se había convertido en todo un hombre de negocios. En 1970 había arrancado una fulgurante carrera de político en la UCD, donde había conocido a Florentino Pérez, hoy presidente del Real Madrid y de la constructora ACS. En 1982, con la derrota del partido, había dado el salto al mundo empresarial. Agombolado por pesos pesados ​​como Luis del Rivero, que acabaría siendo presidente de la constructora Sacyr Vallehermoso, se había abierto paso al sector inmobiliario y en 1991 decidió fundar su propio imperio del ladrillo: Martinsa. Sólo quince años después la empresa se había convertido ya en una de las principales inmobiliarias de España.

En 2006 empezó bien para Fernando Martín. Martinsa había cerrado su último ejercicio con un beneficio neto de 145 millones y él se había convertido en el presidente del Real Madrid, tras la dimisión de Florentino Pérez, que arrastraba tres años de sequía de títulos. Martín era su mano derecha y le había cedido el relevo. Pero ese año el empresario también pasaría a ser uno de los hombres de negocios más poderosos del país gracias a la compra de la inmobiliaria Fadesa, por 4.000 millones de euros, que fusionaría con Martinsa para crear Martinsa-Fadesa. Pero, a partir de entonces, su brillante trayectoria empezó a resquebrajarse por todas partes.

En el mundo del fútbol, ​​la derrota fue casi inmediata: tuvo que dimitir sólo dos meses después del nombramiento, rodeado de polémica. Sus negocios tampoco fueron como se había imaginado. El estallido de la crisis económica del 2008 dinamitó todas las previsiones y arrastró a Martinsa-Fadesa a protagonizar una de las suspensiones de pagos más importantes del sector del ladrillo español. Con una deuda de 6.694 millones de euros, mayoritariamente financiera, el matrimonio empresarial se convirtió de repente en uno de los primeros símbolos del estallido de la burbuja inmobiliaria.

Fernando Martín había previsto que los precios de los pisos se volverían a subir “vertiginosamente”, pero la realidad había sido bien distinta. "No tenía un modelo de negocio sólido y basaba los movimientos en especulaciones", opina Josep Maria Espinet, profesor del área de comercialización de la Universidad de Girona. Cuando dos años después el mercado se derrumbó, Martinsa-Fadesa no lo aguantó.

stats