Mazón releva a la consellera que menospreció a los familiares de las víctimas de la DANA
Marián Cano sustituirá a la cuestionada a Nuria Montes mientras Susana Camarero ya controla el discurso tras la DANA
ValenciaSe esperaban los relevos mucho antes, pero Carlos Mazón les está haciendo por fascículos. Este lunes ha relevado a una de las consejeras más cuestionadas por la gestión de la crisis provocada por la DANA: Nuria Montes deja de ser la titular de Innovación, Industria, Comercio y Turismo y la sustituye en el cargo Marián Cano, empresaria vinculada al mundo de la zapatería. Es el segundo cambio después del de este domingo, cuando se anunció que Susana Camarero, vicepresidenta, será a partir de ahora también la portavoz del ejecutivo. Aún queda pendiente la sustitución más relevante. Mazón anunció el viernes que creará una conselleria específica de Emergencias y todo apunta a que Salomé Pradas, la responsable hasta ahora, será destituida.
Montes será recordada por su falta de empatía con los familiares de las víctimas. "Aquí no se entregarán cuerpos a las familias ni se les permitirá acceder, así que deben esperar obligatoriamente la llamada del juzgado", señaló desde la Feria de Valencia, donde se enviaban las víctimas mortales de la DANA . Un día después salió a pedir disculpas, pero la poca sensibilidad en tan dramático momento la dejó marcada desde entonces. Pese a la destitución, en un comunicado la Generalitat Valenciana "agradece su eficiente gestión" y de su etapa destaca "la eliminación de la tasa turística y el impulso de las energías renovables".
Su sustituta, Marián Cano, es licenciada en derecho por la Universidad Complutense de Madrid y hasta ahora preside la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado, sector al que está vinculada desde 2010. También ocupa un cargo en la patronal valenciana, dentro el Comité Ejecutivo de la Confederación Empresarial Valenciana –que ya ha celebrado el nombramiento–, y en la española, tanto en la CEOE como en Cepyme. Cano es considerada como una persona del entorno alicantino de Mazón y tiene vinculación familiar a la política. Es hermana del alcalde de La Nucía (Alicante), Bernabé Cano, uno de los dirigentes políticos que hizo negocios con los responsables de la Gürtel.
Cano es la primera incorporación al gabinete de Mazón, pero no será la última en una renovación de la que está muy pendiente el PP en Madrid. Alberto Núñez Feijóo ha instado este lunes a Mazón a profundizar en la "autocrítica" y seguir dando pasos para recuperar la confianza perdida de la ciudadanía. Lo ha hecho ante la junta directiva del partido con ausencia del líder de los populares valencianos aduciendo que está centrado en la gestión de la crisis, informa Andrea Zamorano. Sin embargo, de momento el líder del PP sigue cerrando filas en público con el presidente valenciano y fuentes de la dirección del partido consideran "valiente" que en la comparecencia del viernes vinculara su futuro político al éxito de la fase de reconstrucción . No es momento de hablar de la continuidad de Mazón, defienden las mismas fuentes oficiales, que evitan pronunciarse también sobre la lentitud a la hora de introducir los cambios en el gobierno valenciano. Los populares prefieren seguir señalando al presidente español, Pedro Sánchez, y su "superbia" y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aunque se les complica vetarla en la Comisión Europea.
Una voz leal al PP
En la Generalitat Valenciana tienen la convicción de que los próximos meses serán muy convulsos y que la gestión de la DANA puede derribar tarde o temprano a su presidente, Carlos Mazón, a pesar de que él se haya negado a dimitir. Por eso necesitan un representante con experiencia, que no recoja ante la insistencia de los periodistas y que sea muy fiel al Partido Popular. Estos son los motivos tras la designación de la vicepresidenta primera y consejera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, como portavoz del ejecutivo en sustitución de la ex diputada de Ciudadanos, Ruth Merino, quien, sin embargo, mantendrá la cartera de Hacienda.
Abogada de formación y nacida en Madrid hace 54 años, Camarero es una política leal al PP ya sus dirigentes. Tanto, que hace un año no renegó de su padrino político, el expresidente valenciano Eduardo Zaplana, aunque entonces se encontraba a la espera de juicio por el que ha sido condenado a 10 años y medio de cárcel por el cobro de comisiones a cambio de adjudicaciones. “No me molesta ninguna etiqueta y estoy muy orgullosa de toda mi trayectoria. Tuve la oportunidad en 1995, con 25 años, de entrar en Les Corts. Siempre estaré agradecida por eso a Eduardo Zaplana”, respondió en una entrevista en el diario Levante. En esa conversación, también se mostró cómoda de compartir Consell con el entonces vicepresidente primero y conseller de Cultura, el extorero Vicente Barrera, de Vox. "Le conozco desde la universidad y tengo una magnífica relación con él", añadió.
Además de su fidelidad, Camarero también atesora otra virtud. Lo cuenta ella misma en su currículum. Presume de "tener experiencia en gestión" y "capacidad en las relaciones institucionales". Aunque este bagaje empezó a acumularlo en las Cortes Valencianas de la mano de Zaplana, pronto lo amplió aterrizando en el Congreso de los Diputados en el 2000, durante la mayoría absoluta de José María Aznar. En la Cámara Baja ejerció de portavoz de los conservadores en las comisiones de servicios sociales y de igualdad. Además, entre 2014 y 2016 asumió la secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad durante el gobierno de Mariano Rajoy, siendo una pieza clave en la modificación de la ley de niñez que permitió que los menores sean reconocidos como víctimas directos de la violencia machista. Su trayectoria en el ámbito legislativo la completó en el 2016, cuando cambió el Congreso por el Senado y presidió la ponencia del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
Todos estos años de gestión han marcado el perfil de una política sobria y firme, que no esconde sus posicionamientos ideológicos. Se define como una "feminista liberal", y detalla que este concepto significa que cree en "la igualdad de oportunidades" pero que ésta "debe hacerse sin exclusiones".
Tras un paréntesis alejada de la administración durante el que trabajó en la empresa de marketing digital y consultoría de comunicación y gestión pública, Llorente y Cuenca, en julio del año pasado Carlos Mazón la recuperó por en la política valenciana. Entonces, Camarero definió su entrada en el ejecutivo como "el reto" de su vida y un "broche de oro" a su trayectoria. También aseguró que "le caía la baba" frente a un Consell "con unos responsables tan preparados". Unas palabras de las que, tras una gestión de la DANA de la que ahora tendrá que dar explicaciones día tras día, quizás ya no esté tan convencida.