Obituario

Muere Joe Matt, la voz más impúdica y salvajemente divertida del cómic independiente

El autor de 'Peepshow' y 'Pobre cabrón' ha muerto de forma repentina a los 60 años

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Detalle del cómic 'Peepshow', de Joe Matt

BarcelonaEl dibujante Joe Matt, uno de los autores imprescindibles del cómic independiente contemporáneo, ha muerto en los 60 en su casa de Los Ángeles, según informa la web especializada CBR. Cultivador magistral del género autobiográfico, Matt aireó sus miserias personales en cómics que funcionan como catálogo de neurosis, obsesiones y defectos de su carácter. En su obra, Matt se retrataba sin piedad como un hombre obsesionado por la pornografía, masturbador compulsivo y terriblemente tacaño. Matt atravesó la puerta que habían abierto los cómics autobiográficos de Robert Crumb y llegó más allá que su maestro alcanzando niveles de sinceridad e impudicia que llegaban a resultar incómodos. Pero lo hacía siempre con un sentido del humor salvaje y cruel del que él era la primera víctima. Así, la mezcla de comedia y honestidad brutal acababa haciendo irresistible al personaje de Matt, un perdedor entrañable y sin remedio, víctima de sus impulsos, mezquindad y falta de habilidades sociales.

Matt empezó a publicar sus historietas en diversas revistas y por su cuenta hasta que en 1992 creó su serie Peepshow, donde desarrolló varios arcos argumentales, siempre en torno a sus grandes temas: la pornografía, las relaciones sentimentales y su relación con el dinero, quizás aún más complicada que la que tenía con las mujeres. En las páginas del cómic comienzan a aparecer Seth y Chester Brown, dos grandes autores de cómic de Canadá (donde Matt vivió entre 1988 y 2002) con los que forjó una amistad que se reflejó en la obra autobiográfica de los tres dibujantes. Durante los años 90, Matt, Brown y Seth formaron una especie de triunvirato imbatible de una época dorada del cómic independiente.

El grueso de la obra de Matt se publicó en nuestro país de la mano de las editoriales La Factoría de Ideas, La Cúpula y, finalmente, Fulgencio Pimentel. El fundador de este último sello, César Sánchez, conoció la noche del lunes la noticia a través de dos autores de la casa, Simon Hanselmann y Sammy Harkham, que visitaban a Matt a menudo. "Sammy estaba allí mientras sacaban el cuerpo, y nos explicó que cayó desplomado en su escritorio. Con la fama de vago que tenía, la muerte le atrapó trabajando", ironiza con tristeza Sánchez. Matt llevaba más de una década trabajando en un cómic del que había compartido algunas páginas por internet. "Es un cómic que, en teoría, habla de su vida en Los Ángeles y de su amistad sostenida con Seth y Chester Brown, es decir, el Joe Matt de siempre", dice Sánchez, que cree que el dibujo a lápiz del cómic está terminado y especula que quizá llegue a ver la luz "si alguien se puede encargar del entintado y la rotulación".

El editor reconoce que Matt es un autor "muy incorrecto" para la sensibilidad actual del cómic, pero le defiende a capa y espada como "un autor de cabecera y un referente absoluto, gran renovador de la herencia de Robert Crumb". Sánchez subraya que la grandeza de Matt va más allá de su capacidad para llevar al cómic confesional hasta el límite. "Una cosa es contar salvajadas o no tener sentido del pudor, pero es que él era un narrador de primera categoría –subraya–. Matt Groening estaba obsesionado con él, y Crumb lo reconoció como un gran autor. Hay gente a la que no gustó Buen tiempo, su tebeo nostálgico sobre su infancia, pero a mí me parece extraordinario". Sánchez también destaca como "obra maestra" el último cómic publicado de Matt, Spent (Consumido, en la edición en castellano), que tardó 10 años en terminar. "Es una crónica de cómo se fue abandonando y consumiendo como autor de cómics, pero el título también hace referencia a lo masturbatorio e incluso a la tacañería, las otras patas de su trabajo", explica.

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