Una Navidad con heladas a la espera de que el anticiclón acabe antes de Fin de Año
La niebla mantendrá el ambiente muy frío en Ponent. El próximo fin de semana reaparecerán algunas nevadas en el Pirineo


BarcelonaEn un contexto de calentamiento global tan avanzado como el actual, el hecho de que las madrugadas de Navidad y San Esteban sean bastante gélidas y con temperaturas bajo cero en muchas comarcas ya es como mínimo destacable.
De hecho, el camino hacia el inicio de las fiestas ha sido por lo general más frío que el del año pasado. Desde el día 15 de diciembre cada día ha sido algo más frío que en 2022, dejando a un lado el pico de temperatura del viernes. Parece que gran parte de las fiestas se mantendrá esta línea de temperaturas más o menos normales para la época.
Tanto en Navidad como en Sant Esteve el tiempo será muy clásico de diciembre: frío y humedad a primera hora y por las noches, pero mediodías suaves con temperaturas altas, incluso cerca o poco por encima de los 20 grados en algunos puntos del prelitoral. En Ponent la niebla se ha instalado y difícilmente se levantará como mínimo hasta mediados de la próxima semana, lo que hará que el inicio de fiestas en el Pla de Lleida sea gélido también en el centro del día.

A partir de mediados de la próxima semana el tiempo será algo más variable y con más intervalos de nubes, aunque la previsión a largo plazo sigue sin insinuar ninguna situación destacable de lluvias al menos hasta el próximo año.
El cambio de tiempo más importante llegará probablemente el próximo fin de semana. Entre el sábado y el domingo seguramente volverá a haber una encalada en el Pirineo occidental, y más allá de las nevadas podrían caer también algunas gotas en otras comarcas del tercio norte y de Poniente, pero difícilmente estos chubascos serán gran cosa.
En el Valle de Aran, en el norte del Pallars y en Andorra es bastante posible que el fin de semana llegue a nevar en cotas bajas, pero todavía está poco claro hasta qué punto las precipitaciones pueden ser destacables en la cordillera justo antes del cambio de año.

El viento empezará a moverse a partir del miércoles, primero de garbí y de cara al fin de semana más de mistral y tramontana. Esto hará seguramente que en Ponent las nieblas no se sientan tan cómodas, pero hasta el fin de semana no habrá un cambio claro de escenario.
A finales de la próxima semana entrará una masa de aire más frío. En general no hay síntomas de que este giro de temperatura deba notarse mucho, más allá de una ligera bajada de las temperaturas diurnas, pero sí que en alta montaña el termómetro volverá a bajar claramente después de un inicio de fiestas en que la inversión térmica está provocando temperaturas positivas en lo alto del Pirineo.

¿Cómo empezará en 2024? De momento sin demasiado optimismo en cuanto a precipitaciones. Lo más probable es un escenario no tan claramente de anticiclón y monotonía, pero sí de frentes que sobre todo favorecerían las precipitaciones en la fachada atlántica del Pirineo. Por el momento los mapas de anomalía de precipitación prevista por semanas que elabora el Centro Europeo de Predicción apuntan hacia esa dirección.
