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Los niños también lloran

Primer taller escolar en Ponent para naturalizar la muerte

Alumnos de la Escuela Ramon Perelló de Vilagrassa abrazándose al cementerio. ANNA REQUENA
G.M.M.
29/01/2025
3 min
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Ayudar a los niños a naturalizar la muerte y afrontar el luto de forma sana para "evitar futuros traumas y problemas de salud mental". Es el objetivo de "Yo también lloro", un nuevo proyecto que aborda las emociones relacionadas con la pérdida a través de talleres escolares adaptados a cada edad. Remei Capitan, CEO de Agradecimientos, servicio integral de organización de ceremonias de despedida personalizadas y acompañamiento del duelo fundado en 2019 en Lleida, y Núria Caballol, exmiembro de Pallapupas y fundadora de la compañía SAC Espectacles, lideran la iniciativa, que el 16 de enero arrancaba en el Colegio Ramon Perelló de Vilagrassa (Urgell) y que en un mes se reeditará en la Escuela Jardín de Verdú (Urgell).

Capitan y Caballol, pues, fueron las encargadas de llevar a cabo un taller doble en el Colegio Ramon Perelló en el marco del proyecto "Yo también lloro", que nace con el objetivo de proporcionar a los niños herramientas para naturalizar la muerte y afrontar el duelo. "Se trata de que las escuelas vuelvan a hablar de dolor, de tristeza y de cómo gestionar todas estas emociones en positivo", remacha Capitan, quien añade que "tanto en el aula como en casa los adultos suelen hablar poquísimo de la muerte con los menores, lo que resulta poco o nada saludable".

Fábulas y diálogo emocional

De este modo, los niños vilagrasenses participaron en dos sesiones diferenciadas de acuerdo con la edad y la etapa escolar, lo que se materializó en actividades tranquilizadoras dirigidas a una conceptualización básica de la muerte durante una hora y media en el caso del alumnado de 3 a 8 años y con ejercicios centrados en la expresión de emociones, reflexión sobre la muerte y rituales de despedida durante dos horas para los que cursan primaria, ambas de la mano de dos profesionales comprometidas con la educación emocional y la comunicación didáctica.

Caballol se hizo cargo del taller matinal mediante una preciosa fábula protagonizada por ella misma disfrazada de payasa y su mascota Puça, ya vieja y enferma, la cual tras su muerte fue enterrada por los más pequeños en el arenal de la escuela. Y Capitan trabajó las emociones de manera didáctica en el aula con diversas dinámicas de diálogo emocional que finalizaron con una serie de dibujos sobre la muerte elaborados por los niños de 9 a 12 años que ellos mismos ofrecieron en el cementerio de la villa en la segunda parte del taller, que se celebraba por la tarde.

"Cuando alguien muere, siento tristeza y lloro", confesaba una alumna ante el dibujo que llevó hasta el cementerio, mientras que una de sus compañeras le espoleaba a expresar sus sentimientos precisamente en el cementerio. "Aquí puedes pasar más momentos bonitos con los que ya no están", añadía la mayor de todas, que aseguraba haberse despedido ya de más de un familiar en ese mismo cementerio, al que aún no había vuelto desde el última "despedida".

Próxima parada: Verdú

Cabe destacar que la Escuela Jardín ZER Guicivervi de Verdú acogerá el viernes, 14 de febrero, un nuevo taller doble por parte, de nuevo, de Remei Capitan y de Núria Caballol. Según explica la primera, que tiene un máster en intervención, pérdidas y trauma de IPIR-IL3UB, "el proyecto pretende abordar como cualquier pérdida, ya se trate de la muerte de una persona querida o de la de una mascota, hasta las pérdidas de amistades o de salud, afecta a los niños, así como también busca reforzar la importancia de validar las emociones con el objetivo de evitar futuros traumas y que el luto se convierta en un proceso patológico".

De hecho, los talleres surgen de la necesidad de hablar sobre la muerte y el luto con los niños de una manera que sea proactiva, ayudándoles a entender y expresar sus emociones ante las pérdidas. "Es necesario que les ayudemos a normalizar el ciclo de la vida y la muerte desde pequeños, lo que pasa por fomentar la expresión emocional en vez de la contención y también por proporcionar recursos que les permitan elaborar duelos que sean saludables y, al mismo tiempo, detectar duelos que puedan ser complicados", reflexionan Capitan y Caballol.

"Yo también lloro" es una iniciativa innovadora que acerca por primera vez la gestión del duelo a las pequeñas escuelas rurales. El proyecto cuenta con el aval de la Cátedra de Innovación Social de la Facultad de Educación, Psicología y Trabajo Social de la Universidad de Lleida.e

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