El perfil

"No se debe tener vergüenza a preguntar"

Mónica Rodríguez, consejera delegada y cofundadora de Recovo. León, 1992

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La co-fundadora de Recovo, Mónica Rodríguez.

Un cambio de rumbo

Mónica Rodríguez nació en León en 1992, ciudad donde vivió toda su infancia. Tras estudiar allí tanto en la escuela como en el instituto, Rodríguez decidió marcharse a Madrid. La realidad es que optó por empezar la carrera de medicina, pero al cabo de un año cambió de rumbo para estudiar un doble grado de marketing y relaciones públicas en la Universidad Europea entre los años 2011 y 2016. “Cuando llevaba un año y medio en la Facultad de Medicina, me interesé por el mundo de la comunicación, el diseño y el marketing, y, de hecho, acabé creando una marca de ropa con una amiga”. Durante su etapa como estudiante, Rodríguez explica que se marchó al extranjero, primero un año en París, a la escuela de negocios ESCE, y después otro año en California, en UC Irvine. “Mientras estaba fuera, continué con la marca de ropa, una etapa que duró unos cinco años y de la que aprendí mucho”, apunta ella.

Paso por la gran empresa

Tal y como explica Rodríguez, fue durante su etapa en Estados Unidos, en el 2014, que tuvo su primera experiencia laboral: “Empecé trabajando en el equipo de marketing digital de una marca de surf. Me dedicaba a gestionar la web, los productos y crear contenido. Allí aprendí el poder de la creación de contenidos a la hora de crear una comunidad de marca”. En el 2016, Rodríguez regresó a Madrid para acabar sus estudios. En paralelo a su regreso, ese mismo año también entró a trabajar en el departamento de marketing y ventas de L'Oréal, empresa donde estuvo hasta el 2017. Más tarde, en el 2018 pasó al equipo de Bershka como en product manager de la parte de comercio electrónico. "Realmente fue una suerte pasar por estas empresas porque ahora, como emprendedora, es una ventaja haber visto cómo funcionan internamente", detalla.

Rodríguez practicando surf, una de sus aficiones.

Emprender con Recovo

Sin embargo, en 2021, Rodríguez decidió apostar por crear su propio proyecto: “La covid fue un punto de inflexión y la verdad es que desde siempre había tenido claro que acabaría fundando mi empresa”. En marzo del 2021, junto a otros dos socios, lanzó Recovo, una start-up que utiliza el software para poner en contacto marcas de ropa que tienen excedentes textiles y otras compañías que quieren comprarlas, un modelo similar a uno marketplace: “La realidad es que desde el primer momento tuvimos muy buen recibimiento, especialmente en el extranjero, donde tenemos a la mayoría de clientes, y las marcas grandes se han dado cuenta de que tienen un problema con la sostenibilidad. Recovo nació porque las empresas del sector de la moda necesitan solución”. “Es curioso porque he tenido una trayectoria circular sin saberlo; creé una marca de ropa cuando era estudiante y, al final, he terminado creando una empresa de SaaS que se dedica al sector de la moda”, señala Rodríguez.

Lecciones de vida

“Cuando te pones a emprender, no tienes ni idea de nada. No sabes ni por dónde empezar a crear tu propia empresa y es como si empezaras a aprenderlo todo desde cero. Mi consejo para los otros emprendedores siempre es el mismo: no tenga vergüenza de preguntar. No hay que tener miedo a preguntarse de forma humilde y con la voluntad de conocer. Yo escribía a otras empresas o personas para pedir consejo. Al final acaba siendo una gran ventaja para poder aprender de los mejores y hacer contactos en tu sector”.

“Para tomar una buena decisión como empresa siempre es importante socializarla y compartirla porque te ayuda a integrar nuevas perspectivas. No hace falta hacer caso a los consejos de todos siempre, pero cuanto más información tengas, mejor”.

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