Historia

Peugeot 407, veinte años de 'savoir faire' francés

La popular berlina francesa celebra su vigésimo aniversario luciendo un diseño que todavía se mantiene actual hoy en día

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Peugeot 407, veinte años de 'savoir faire' francés

Año 2004. En el mercado, los modelos más vendidos son los compactos, pero con un protagonismo indiscutible de las berlinas con motor diesel. El éxito de estos modelos es tan abrumador que hoy en día, veinte años después, todavía se ven muchos por las carreteras, y con un número de kilómetros que en muchos casos resulta impresionante. La clave de ese tipo de vehículos es que la gente no sólo buscaba los coches de tres volúmenes de marcas premium, sino que los de marcas generalistas gustaban casi a todo el mundo.

Ford vendía la tercera generación del Mondeo, Opel también tenía en el mercado la tercera entrega del Vectra, Citroën llevaba años disponiendo del C5 y Renault ofrecía la segunda generación del Laguna. Y Peugeot, después de haber vendido más de 1,6 millones de unidades del 406 en Europa, tenía el complicado reto de diseñar un coche que le superara en casi todo para no quedarse atrás. El resultado fue el 407, un coche que desde el primer momento cautivó a todo el mundo gracias a su diseño.

El Peugeot 407 también estaba disponible con carrocería familiar, llamada SW
Sí, hace veinte años, pero el 407 ya podía equipar pantalla central con navegador

Berlina, pero también familiar y cupé

Uno de los principales logros del Peugeot 406 fue que a la elegante carrocería berlina y, en la práctica familiar, se sumó una variante cupé diseñada por Pininfarina que lo elevó a la categoría de coche ideal. De ahí que la marca francesa quiso repetir la misma estrategia con el 407, que en este caso fue diseñado por el Centro de Estilo de Peugeot. Concretamente por Gérard Welter, "padre" del mítico Peugeot 205.

Las líneas maestras del 407 se vieron por primera vez a través de diversos prototipos, como el 407 Elixir (presentado en el Salón de Frankfurt del año 2003) o los 407 Silhouette y Prólogo, que anticiparon cómo sería la versión cupé. Peugeot estaba empezando a trabajar el diseño felino en sus vehículos a través de unos grupos ópticos afilados y una calandra de grandes dimensiones, pero en el caso del 407 trajo este concepto un paso más allá que en el 206 y el 307. Aquí, además, también mejoraba notablemente la aerodinámica, que conseguía un Cx de 0,29 en la berlina y de 0,32 en la versión familiar SW.

La versión cupé se inspiraba en el diseño de los Peugeot 407 Elixir, Silhouette o Prologue
La intención con este modelo era mantener el éxito del 406 cupé diseñado por Pininfarina

Bien equipado y con motores gasolina, diesel y V6

Peugeot no se conformó sólo con hacer que el nuevo 407 tuviera una cara bonita, sino que debía cautivar a los clientes también por su interior y por su equipamiento. De ahí que diseñó un cuadro de mandos práctico y tecnológico. De hecho, las versiones más equipadas disponían de asientos de cuero y Alcantara y de una pantalla en la parte superior de la consola central. En cuanto al equipamiento, disponía de tecnologías como el control de estabilidad, las luces y limpiaparabrisas automáticos, el control de velocidad y hasta nueve airbags. Y, como no podía ser de otra forma en la época, el salpicadero disponía de muchos botones repartidos por todas partes.

En el ámbito mecánico, dispuso de motores gasolina y diesel. En ese primer combustible los propulsores que ofrecía eran todos atmosféricos, ya que todavía no había llegado la era del turbo generalizado fuera del diesel. Se podía elegir con un bloque de 1,8 litros y 125 CV, un 2,0 de 140 CV y ​​un 2,2 de 163 CV. En diésel los blogs HDi podían ser de 110, 136 y 170 CV. Y, como tope de gama, el 407 se ofrecía con dos motores V6, un diesel de 2,7 litros y 204 CV y ​​uno de gasolina de 3,0 litros y 211 CV. Éste último motor, además, fue el primer propulsor transversal que dispuso de caja de cambios automática de seis velocidades.

El Peugeot 407 más potente equipaba un motor 3,0 litros gasolina de 211 CV
Se vendieron 869.400 unidades entre los años 2004 y 2011

Su éxito comercial no sólo dependió de sus cualidades, sino también de la fama que logró gracias a las apariciones televisivas en películas como Taxi 4, Taxi 5 y La plaga final. ¿El resultado? Unas cifras de ventas de 869.400 unidades matriculadas en todo el mundo entre los años 2004 y 2011, unos datos inferiores a los del 406, pero que en ese momento fueron muy destacables y que hoy en día serían impensables. El sucesor del 407, el actual Peugeot 508, todavía se mantiene en el mercado... pero es de las pocas berlinas generalistas que todavía se pueden comprar.

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