Historia

"Tenemos piezas de hace 600 millones de años"

El Museo Geológico del Seminario de Barcelona cumple 150 años y reclama mayor atención institucional que le garantice el futuro

Francisco Carrasco, subdirector del Museo Geológico del Seminario de Barcelona, en una imagen reciente.
17/06/2024
4 min

BarcelonaA Francesc Carrasco, subdirector del Museo Geológico del Seminario de Barcelona, ​​le traiciona el subconsciente. "Tenemos piezas desde el Precámbrico [hace 600 millones de años] hasta ahora". "¿Ahora? ¿Cuándo es ahora?", le pregunto. Ahora es el pleistoceno, o sea hace 10.000 años. Es interesante cómo varía, cómo fluctúa y se relativiza la noción del tiempo, cuando estás entre las paredes de este museo, joya escondida y casi desconocida de Barcelona y que este año cumple 150 años. Forma parte del Seminario y depende, por tanto, del Obispado. Sus trabajadores son voluntarios y la dotación económica inexistente. Pero el museo permanece vivo y lo que es más importante, activo. No dejan de recibir visitas, tanto de escuelas como de investigadores de todo el mundo atraídos por la importancia de su colección. Más de un millón de fósiles, catalogados con precisión y expuestos con espíritu 100% museístico. Un gozo, un privilegio para la ciudad y para la cultura de Barcelona. Enric Aragonès es historiador de la geología y responsable del archivo del museo. Me cuenta su historia y destaca que, sin lugar a dudas, el museo posee la mayor colección de invertebrados de España y probablemente de Europa. Los mapas geológicos que pueblan las paredes son también muy importantes porque documentan la historia paleontológica del país desde el siglo XIX. Es fundamental, explica, la figura de Jaume Almera, fundador y primer director del museo. A él se debe la existencia y decisivo desarrollo del museo desde su nacimiento, en 1874.

La joya de la corona

La biblioteca, enfatizan, es también un tesoro. Contiene unos 17.000 libros y revistas. Algunos, auténticas rarezas completamente inencontrables, publicadas en todo el mundo. También la fototeca y el archivo de documentos forman parte del fondo histórico del museo, que, por cierto, publica dos revistas de paleontología referenciales en este fascinante ámbito del conocimiento histórico. Pere Adserà, responsable de relaciones con las instituciones y las bases de datos, me lleva hasta lo que él considera la alegría de la corona, las dos vitrinas de holotipos, ejemplares únicos de un organismo. En la mayoría de museos y centros de paleontología e historia natural existen ejemplares testimoniales. Aquí hay unos 700 aproximadamente. Miremos también el pequeño gabinete de curiosidades taxidérmicas y la presencia testimonial pero impresionante de algunas piezas de vertebrados: huesos de mamut y del pequeño paquidermo Tetralophodon. El museo no acaba nunca: podrías estarte horas paseando, observando y aprendiendo.

Pere Adserà, responsable de relaciones con las instituciones y las bases de datos.

Los orígenes del museo se remontan a un antiguo convento en el que, a principios del siglo XIX, empiezan a interesarse por la historia natural ya realizar una pequeña biblioteca que en 1874 pasó a formar parte del Seminario Conciliar, momento oficialmente fundacional del museo , que, en un principio, tenía más vocación de museo de historia natural hasta que, en 1879, entra también la geología. Aquí los estudios ya mencionados de Jaume Almera son fundamentales. La Guerra Civil, como en otros tantos ámbitos, supone un punto de inflexión. Se queman las vitrinas, se vacía el museo y la colección se pierde. Una destrucción total, una tragedia. Por suerte, se salva la biblioteca, gracias a su traslado a la Biblioteca de Catalunya. En 1939 todo recomenza y, gracias a las expediciones de estudiantes organizadas por el entonces director, Josep Ramon Bataller, los fósiles regresan al museo. También la biblioteca. La superficie se amplía y se produce una expansión exponencial. Y hasta la fecha. El museo se ha nutrido fundamentalmente de donaciones de colecciones privadas y ha experimentado un crecimiento proporcional al entusiasmo de todos los vinculados. Merece mención la figura del doctor Sebastià Calzada que es su director desde 1992.

ARA Diumenge  Repor sobre El Museu Geologic del Seminari de Barcelona 
considerat un dels millors museus geologics d Europa i és un gran desconegut de la ciutat
tres colaboradosrs francesc Pere i
Barcelona
foto de cristina Calderer CC ARA
ARA Diumenge  Repor sobre El Museu Geologic del Seminari de Barcelona 
considerat un dels millors museus geologics d Europa i és un gran desconegut de la ciutat
tres colaboradosrs francesc Pere i
Barcelona
foto de cristina Calderer CC ARA

Los responsables del museo se ven con ganas y entusiasmo por seguir adelante, pero también piden un plan de futuro que asegure su continuidad, viabilidad y, sobre todo, mantenimiento de la integridad de la colección que conserva, de valor incalculable: "No nunca se ha hecho una valoración económica exacta de lo que contiene el museo; no tiene precio ni se puede vender". Seguramente sería necesaria la implicación y cooperación más activa de la Generalitat y el Ayuntamiento y la posibilidad real de poder incorporar trabajadores recién licenciados que puedan inyectar energía nueva. Una posibilidad interesante, apuntan, es que el museo pasara a ser una sucursal del Museo de Ciencias Naturales del Parc de la Ciutadella. En el pasado ha habido conversaciones para establecer relaciones más firmes con la red de museos de titularidad pública, pero no han terminado de fructificar. Los responsables tienen claro que el Seminario tiene la firme voluntad de apostar por la continuidad e, insisten, conviene asegurar la integridad del patrimonio. Algo más de implicación institucional es el reclamo lógico que debería permitir afianzar el futuro de lo que, sin duda, es uno de los museos más importantes de Barcelona.

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