Soluciones para las discusiones sobre la temperatura de la oficina
Alexandra Masó propone dos vías para resolver conflictos relacionados con el aire acondicionado en el puesto de trabajo
Barcelona“Como cada año, en la oficina tenemos verdaderos problemas y discusiones por la temperatura del aire. Algunos compañeros tienen frío y otros estamos ahogados de calor y comienza a ser una amenaza para la convivencia en el trabajo."
Àlex, L'Hospitalet de Llobregat
Te propongo dos vías para gestionar la temperatura de la oficina, una consensuada y otra más individualista. La vía que elija dependerá del grado de crispación que tenga en la oficina y la urgencia para encontrar una solución.
Una vía consensuada es la votación. El punto de partida puede ser de 25°C, que es el valor medio recomendado. El lunes, pones una caja a modo de urna y das a cada persona un boleto de voto con los siguientes valores: +2°, +1°, 0°, -1° y -2°. Éstos son los grados de variación que la gente podrá votar. Cada persona debe decidir qué valor votar: algunos votarán +2° porque saben que así van a compensar los votos de los más calurosos, los indiferentes votarán 0, etc. Al final del día, recuente cuántos votos tiene cada valor y aplíquelo. Si los resultados están igualados, realice la media de los valores más votados y si es de -1,5°, la temperatura del aire acondicionado este verano será de 23,5°. Puede decidir con qué frecuencia se hacen las votaciones, incluso puede votar qué temperatura dejar en días de sol, de nube y de lluvia... Aquí la democracia no tiene límites.
Pero, ¿qué pasa si estás en un ambiente caldeado y sin posibilidad de consenso? Pues entonces impone "el día de..." Cada día tendrá el control del aire acondicionado una persona. Ese día, la persona que tenga el mando decidirá la temperatura y mantendrá la oficina a la temperatura a la que se sienta más cómoda. Nadie podrá cuestionar su decisión ni cambiar la temperatura. Los primeros días puede ocurrir que algunos radicales se pasen de listos, pero la presión del grupo hará que vuelvan rápidamente a unos límites razonables para evitar la censura de sus compañeros.
¿Por qué funcionan los dos modelos? Porque una vía se basa en la democracia y la otra en el liberalismo y ambos son modelos pensados para garantizar la convivencia.