Tres caminos para combatir el covid: restricción, tratamiento, vacunación
El SARS-CoV-2 es un coronavirus nuevo del cual todavía hay muchas cosas que no conocemos. Estos meses, sin embargo, hemos aprendido mucho y está claro que hay básicamente tres caminos o maneras para combatirlo. La primera manera es la clásica que ha usado la humanidad a lo largo de los siglos: las restricciones y medidas de confinamiento, distancia e higiene. Este fue, prácticamente, el único sistema que teníamos al principio, y todavía es el principal. Pero costó implantarlo por los efectos económicos demoledores que tiene. Este dilema, o mejor dicho, este equilibrio, es el que ha hecho que varios países y comunidades hayan optado por estrategias diferentes a la hora de aplicar las restricciones.
En el dossier sobre la gestión de la pandemia que presentamos hoy, donde de varias maneras enfocamos los tres caminos contra el covid, el debate sobre las restricciones se explica a partir de la comparativa entre Catalunya y la Comunidad de Madrid. Se trataba de ver qué repercusión tenía esta manera diferente de enfocar las restricciones, con más apertura de restauración y comercios en Madrid que en Catalunya. Por los datos y los análisis de los expertos que hemos visto hasta ahora, el resultado es que el porcentaje de muertes es más elevado en la comunidad liderada por Isabel Díaz Ayuso, entre un 20% y un 50% más en función de si se cogen los indicadores del ministerio o los del Registro Civil. Faltaría ver si la economía se ha salvado más en Madrid, cosa sobre la que todavía no tenemos datos, pero no hay duda que en Catalunya se han salvado más vidas, tanto en cifras absolutas como en proporción al número de habitantes.
La otra manera de combatir el covid, con tratamientos, es la que ha permitido que la mortalidad en los hospitales haya disminuido de manera drástica: ha pasado de estar por encima del 80% en los enfermos que ingresaban en las UCI en la primera oleada, al 15% o 20% actual. Ahora se conoce mejor el virus, y también los medicamentos que ayudan a reducir los síntomas, a pesar de que todavía no se ha conseguido encontrar un antiviral realmente efectivo. Hay 200 ensayos clínicos en marcha, pero es la gran asignatura pendiente de la pandemia.
Los esfuerzos se han concentrado en las vacunas, y aquí, a pesar de los lógicos problemas de producción y distribución en una campaña mundial y compleja como esta, se está avanzando con nuevos productos que se van sumando a los que ya están aprobados, y con unos resultados provisionales de eficacia en países como Israel que son esperanzadores en los estudios preliminares. Los tres caminos funcionan, a pesar de que todavía con problemas, y es fundamental que se combinen para conseguir el objetivo final del Covid-0. Solo así, cuando el virus deje de circular o sea fácilmente controlable con medidas de cribado y de seguimiento, podremos cantar victoria y devolver a lo que algún día denominamos normalidad.