Nissan da marcha atrás y descarta que el nuevo GT-R sea eléctrico

El GT-R es el modelo insignia de Nissan, un deportivo de altas prestaciones capaz de discutir el cronómetro en muchos modelos de Ferrari, Lamborghini o McLaren con un precio muy inferior gracias a su motor V6 de 570 CV, que en algunas ediciones especiales llegó a superar los 600 CV de potencia, y en su sistema de tracción integral. El espectacular Nissan GT-R dejó de venderse en Europa en el 2022 debido a las restrictivas normativas europeas sobre contaminación acústica, que harán que a partir del próximo año ningún nuevo vehículo pueda superar el umbral de los 68 dB como máximo, si quieren ser homologables en el mercado europeo. Esto obligará a los fabricantes de deportivos a buscar nuevas soluciones para ajustar el ruido de sus motores, o tubos de escape.

Ya hace varios años que la marca japonesa trabaja en el sustituto de su coche estrella, que se mantiene en el mercado sin grandes cambios significativos desde el 2007, lo que le ha convertido en uno de los deportivos más veteranos de la historia. No es ningún secreto que Nissan se encuentra en horas bajas, con problemas de liquidez y viabilidad y en pleno proceso de fusión con Honda, y que esta realidad dificulta las inversiones necesarias para desarrollar una nueva generación del GT-R. Y, además, el modelo no genera el margen comercial ni el volumen de ventas necesario para justificar una actuación prioritaria, especialmente en un contexto económico muy complicado para la marca que ha supuesto el anuncio de despidos masivos.

Esta semana, coincidiendo con la inauguración del Salón del Automóvil de Nueva York, el jefe de planificación de Nissan en Estados Unidos, Ponz Pandikuthira, aseguró en una entrevista a The Drive que el nuevo GT-R, conocido con el código interno R36, llegará al mercado en un futuro no muy lejano "entre tres a cinco años". Dijo que utilizaría un motor de combustión asociado a un motor eléctrico, lo que deja atrás la idea de un nuevo GT-R totalmente eléctrico. Pandikuthira aseguró que el esquema de los híbridos enchufables es adecuado para la mayoría de los coches, "pero no tanto para un coche deportivo que también debe poder mostrar rendimiento en los circuitos". La ejecutiva de Nissan justifica la necesidad de un deportivo con motor de combustión, afirmando que "un deportivo que complete una vuelta o dos en un circuito exigente y largo como Nürburgring debería detenerse" para cargar las baterías, lo que le haría poco práctico y "poco realista".

En estos momentos la idea de Nissan es mantener el motor V6 (o de seis cilindros en V, si lo prefiere) con una cilindrada y cubicaje similares a los actuales y con un turboalimentador que incremente su potencia pero ajustado a las nuevas normativas de emisiones de gases y ruido. Según afirma Pandikuthira en la entrevista, el nuevo GT-R se beneficiará del proceso de fusión con Honda, puesto que "se podría desarrollar en paralelo el nuevo Nissan GT-R y el futuro Honda NSX". Llegados a este punto, conviene recordar que la Honda (o Acura en el mercado estadounidense) NSX es el deportivo de bandera de la marca, y que el modelo actual ya utiliza un sistema de propulsión híbrido.