El análisis de Antoni Bassas: 'El audaz Sánchez pacta con Marruecos y abandona definitivamente a los saharauis'

Sánchez siempre podrá decir que el giro en el Sáhara lo hizo el gobierno más progresista de la historia. Y que de referéndums de autodeterminación no quiere saber nada, aunque haya dejado tirados a los saharauis en manos de un Marruecos que los persigue y reprime

21/03/2022
3 min

Este fin de semana se ha producido un giro histórico en la política exterior española. Se ha sabido que España ha pactado con Marruecos que el Sáhara Occidental se convierta en una autonomía marroquí. Digo que se ha sabido, porque España no ha informado oficialmente, sino que ha sido Marruecos el que ha dado a conocer el acuerdo. Y España, claro, no lo ha podido negar.

Adiós a la posición sostenida con matices por todos los gobiernos españoles desde que España se fue del Sáhara, justo después de la muerte de Franco hace casi 50 años, y adiós a la posición de siempre del PSOE de que los saharauis decidieran su futuro a través de un referéndum de autodeterminación. España ha pasado de acoger al líder del Frente Polisario, enfermo de covid, en un hospital de Logroño en abril del año pasado (cosa que precipitó la salida enojada de la embajadora marroquí en Madrid), a ver cómo vuelve esta embajadora y cómo el que se va enfadado es el embajador de Argelia.

Aquí tienen el mapa: a la izquierda la zona que controla Marruecos, que levantó un muro que deja al otro lado a los saharauis. Los saharauis son unos 650.000, 173.000 de los cuales viven refugiados en los campos de Argelia.

Total, que este fin de semana, Marruecos ha hecho pública una carta en la que Pedro Sánchez le dice al rey del Marruecos que la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental es “seria, realista y creíble”.

¿Qué ha pasado aquí para que España apoye una solución que no tiene en cuenta lo que quieren los saharauis? El contenido del acuerdo es bastante explícito: Marruecos no extenderá su zona de exclusión de aguas hasta las Canarias, respetará Ceuta y Melilla (no las llaman por el nombre, pero dice que respetará la integridad territorial de España) y, el punto más importante de todos, gestionará los flujos migratorios. Esta es la primera clave, para que piensen una cosa: la inmensa mayoría de inmigrantes irregulares que hay en nuestras calles o son marroquíes o han pasado por Marruecos. O sea que para España, que Marruecos haga de tapón de la inmigración irregular es clave. Ya se vio el año pasado cuando abrió por unas horas el paso. Y la segunda: desde siempre, uno de los mayores aliados de Marruecos ha sido Estados Unidos. En los últimos días de la presidencia de Donald Trump ya hubo movimientos para reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara. Pedro Sánchez está cerrando filas con Estados Unidos y con la OTAN, justo cuando este jueves y viernes tiene que convencer a la UE para que se calculen los precios de la energía de otro modo, para ahorrarse manifestaciones como la de Madrid de ayer de labradores y ganaderos en protesta por el encarecimiento de todos los precios y la constante caída de los márgenes, una de aquellas protestas del malestar que tantos gobiernos han hecho caer.

¿Peligro de lo que ha hecho Sánchez? Básicamente, hacer enfadar a Argelia. Escuchen lo que ha dicho Argelia de lo que ha hecho España, que dice que ha sido “una vil subasta cerrada con la potencia de ocupación marroquí a las espaldas del pueblo saharaui” para "no soportar el chantaje marroquí con la constante amenaza de inundar las calles de Madrid con inmigrantes ilegales”. Argelia suministra el 47% del gas que consume España. De todas maneras, este es un peligro relativo o temporal, porque si el que tiene gas o petróleo te cierra el grifo tiene que encontrar otro que se lo compre. Y en el frente político español, el audaz Sánchez ha jugado fuerte otra vez y ha hecho enfadar Unidas Podemos, a pesar de que no romperá por el Sáhara. Sánchez siempre podrá decir que el giro en el Sáhara lo hizo el gobierno más progresista de la historia. Y que de referéndums de autodeterminación no quiere saber nada, aunque haya dejado tirados a los saharauis en manos de un Marruecos que los persigue y reprime. 

Que tengamos un buen día.

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