

El mundo enfrentándose a las deportaciones, las delaciones y los aranceles de Trump y nosotros atrapados en la votación ómnibus del Congreso. PSOE, PP y Junts, como si no tuvieran ninguna responsabilidad, intentan sacudirse de encima lo que Sánchez ha definido como "dolor social". Como si no fuera suficiente, dolor social. Es indignante que la clase política se invente más. Iba a escribir que más lamentable no puede ser, pero ya verán como sí, porque el gobierno español cree haber descubierto una jugada maestra de desgaste del adversario, Sánchez no afloja y quiere hacer votar otro decreto ómnibus; Feijóo ha tenido la brillante idea de salir a recoger firmas (como ya demostraron con el Estatut del 2006, es la gran especialidadpopular), y Nogueras lo fía todo a que Sánchez acabará cediendo.
Al menos mañana es sábado, día en el que la vida parece más amable, y el domingo espera en la recámara. Curiosidad: en el juego de palabras aquel de "El catalán, madre de todas las lenguas", la frase en latín era "Avis pícaros llevan novios con ómnibus gratis", donde ómnibus era como lo llamaban del primer sistema de transporte colectivo en Francia, que era una tartana tirada por caballos que hacía un recorrido por unas paradas concretas, y de ahí pasó al catalán (el diccionario dice que lómnibus tiene "capacidad para transportar a más de nueve viajeros, incluido el conductor"), pero temo que, de momento, por más pícaros que sean los abuelos ya no podrán traer gratis a los novios ni a nadie de la familia en transporte público.