El féretro del papa Francisco.
22/04/2025
2 min

Ahora que llega Sant Jordi, hablemos. Bertold Brecht tuvo a bien escribir una obra llamada Madre Coraje y sus hijos, ubicada en la Guerra de los 30 años. La cantinera Ana Fierling arrastra el carro detrás de la soldadesca, con sus tres hijos, y no quiere que acabe la guerra, porque, como el señor Esteve, como La Fabricanta, encuentra que primero es el negocio. Perderá a los hijos y se quedará sola, pero ¿lo sufrirá? Ésta es la cuestión de la gran obra.

Si explico el argumento es porque la mayoría de periodistas que parafrasean el título no han leído la obra ni la han visto. Lo utilizan para historias de superación intrafamiliar. Han llamado "Madre Coraje" a tal famosa del corazón que se había divorciado (hay varias asociaciones que se llaman "Madre Coraje"). Han llamado "Padre Coraje" un señor –incluso le han dedicado una miniserie– que se infiltró entre toxicómanos. Los lazos sanguíneos se han ampliado, y, así, hemos tenido una "Iaia Coraje", de Chiclana, que luchó por la custodia de la limpia. En Antena 3 nos han hablado, también, de una Hermana Coraje, sí. Pero hasta la fecha no había visto lo que he visto. En el bar donde suelo desayunar los días que voy a Barcelona, ​​había un diario, deliciosamente monárquico, que hablaba de la defunción del pontífice. El titular era: "Papa Coraje".

Ah, sí. Papa. Papa Coraje es maravilloso, es un saltito de circo extraordinario. Papa Coraje. ¿Y por qué no "Papi"? Papa Coraje dedicado al Pontífice es mucho mejor que Tieta-abuela Coraje. Mejor que Nebot Coraje y que Pareja Coraje y que Prima Coraje. Mejor, claro, que Amigue Coraje y, sobre todo sobre todo, Cuñado Coraje y Tieta Coraje.

stats