Catalunya, parte de la solución en una distribución global justa de las vacunas
Nadie estará del todo seguro hasta que lo esté todo el mundo. Esta es una de las ideas clave que los científicos nos han repetido a lo largo de la pandemia de covid-19, sobre todo a raíz de la tan deseada llegada de las vacunas. Lo cierto es que el proceso de inmunización global avanza de manera desigual. Mientras que en los países con ingresos altos la población de más riesgo hace unos meses que está vacunada, en muchos países de África las dosis no han llegado ni siquiera al personal sanitario. Este ejemplo evidencia una diferencia abismal en el acceso a las vacunas y es lo que intenta corregir la iniciativa COVAX, un esfuerzo que pilota la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al que Catalunya se ha sumado para trabajar por una distribución mundial equitativa.
Nos hemos sumado a ello porque creemos que este virus, que es universal, se combate con coordinación y colaboración globales. Ningún país saldrá hacia delante solo. Hay que desmontar la falacia que si la población de los países con más ingresos está segura podrá continuarlo estando si la del resto del mundo no está inmunizada. Es una idea contraproducente, y así nos lo ha alertado reiteradamente la comunidad científica y la misma OMS. Con la firme convicción de formar parte de la solución, el Govern ha aportado 290.000 euros a COVAX. Somos un grano de arena más en el compromiso que ya han tomado 190 países para avanzar hacia la derrota del virus a escala mundial y hacer realidad una operación logística y sanitaria sin precedentes. COVAX aspira a repartir 2.000 millones de dosis a los 92 países de ingresos medios y bajos antes de que acabe 2021.
Inmunizar a todo el planeta del virus no es un reto menor, exige respuestas a nivel global y basadas en derechos humanos. Somos conscientes de que COVAX es solo una parte de la solución definitiva y, por eso, abogamos inequívocamente por continuar trabajando alianzas a escala internacional que nos ayuden a afrontar los retos en este mundo complejo y cambiante. Si la pandemia ha puesto de manifiesto una evidencia, es la interdependencia y la interconexión de nuestras sociedades y de los desafíos que tienen que afrontar en el presente y en el futuro. Por este motivo, ante esta vulnerabilidad compartida de toda la humanidad, el multilateralismo pasa ser un elemento imprescindible para que la pandemia no deje a nadie atrás, tal como insiste la Agenda 2030. Somos corresponsables en los problemas y en las soluciones globales y, desde Catalunya, estamos preparados para asumirlo.
La participación del Govern en la iniciativa COVAX es un ejemplo de este compromiso, que también encaja plenamente con la resolución que el año pasado aprobó nuestro Parlament sobre la necesidad de sumar esfuerzos con la comunidad internacional para que la vacuna sea considerada un bien global. Reducir el abismo sanitario y económico entre los países y las personas de todas partes nos interpela como sociedad y como Govern. Pero también nos reafirma en la importancia de llevar a la práctica políticas de país con incidencia hacia fuera, con el liderazgo de una acción exterior que tiene la cooperación en el desarrollo como uno de los principales ejes de actuación.
Esta proyección nos empuja a transformar y optimizar las maneras de trabajar como ya han hecho otros países europeos. El futuro del planeta tiene que mantener como prioridades la defensa de los derechos humanos, el fomento de la paz y la promoción de sociedades más resilientes y sostenibles. Un futuro con una Catalunya presente, influyente y capaz de desplegar todo nuestro compromiso equitativo y solidario, más necesario que nunca en medio de la pandemia.