Han funcionado los controles, ya se puede acelerar la vacunación con AstraZeneca

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Un sanitario con la vacuna AstraZeneca

Lo único bueno de todo este lío que ha habido con la vacuna de AstraZeneca es que se ha demostrado que hay bastantes mecanismos de control y de vigilancia de los medicamentos a nivel europeo. De hecho, es un sistema tan garantista que quizás se ha provocado más mal que el que se quería evitar. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) presentó ayer su esperado informe en el que, como era previsible, consideraba segura y eficaz la vacuna de Oxford y animaba a los países a continuar la vacunación. Hay mucho más riesgo en no vacunar que en vacunar, han insistido sus responsables. De hecho, no se ha podido aclarar del todo si la treintena de casos de trombosis detectados, algunos "raros e inusuales", están relacionados con la vacunación y se continuarán estudiando. Sin embargo, han recordado que esto se debe calibrar en relación a los cerca de 18 millones de personas inmunizadas con esta vacuna y, sobre todo, a las miles de muertes semanales que provoca el covid-19, que tiene precisamente entre sus síntomas mortales también casos de trombosis.

Justo después de saberse el informe de la EMA han empezado a caer los comunicados de los países anunciando el regreso a la vacunación. Algunos, como Alemania, Italia o Francia, hoy mismo, y otros, como España, la semana que viene. De hecho, sorprende que hasta miércoles no se recupere la campaña con esta vacuna en España. Preocupa ver cómo las autoridades estatales parecen no tener un criterio propio en la gestión de la vacunación y van a remolque de lo que hacen otros países, como si no se creyeran las recomendaciones de sus propios expertos. En todo caso, esta rapidez general demuestra el reconocimiento del error inicial de suspender la campaña en un momento, además, en el que la mayoría de Europa está a las puertas de una cuarta oleada que en Catalunya también nos podría llegar pronto si no se mantienen las medidas de contención.

La alerta de los servicios de vigilancia farmacológica de los países, lógicamente preocupados por unos casos de trombosis que en algunos casos eran inusuales y que la misma EMA ha reconocido que eran más de los esperados, ganaron la batalla a los expertos en salud pública, que insistían que el mal producido por este exceso de celo se pagaría con muchas más muertes, con un retraso considerable en la contención de la pandemia –se ha demostrado que la vacunación está reduciendo no tan solo las hospitalizaciones y muertes sino también los contagios– y, también importante, con la pérdida de confianza de la población en las vacunas.

Ahora hay que superar este susto y acelerar al máximo la vacunación. Este primer trimestre ha sido decepcionante por la escasez de dosis, pero se espera que a partir de abril lleguen muchos más viales tanto de AstraZeneca –que todavía no se ha aclarado si en España se podrá poner a los mayores de 55 años como se hace casi en todas partes– como de Pfizer, Moderna y de la cuarta aprobada, la de Janssen, de una sola dosis. Ya se ha visto que es difícil hacer planes, pero el objetivo tendría que ser vacunar la mayoría de personas de más de 60 años cuanto antes mejor. Si puede ser en mayo, mejor que en junio.

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