El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol
19/09/2025
Periodista
2 min

El alcalde Albiol se suma a algunas demandas del Pacto Nacional por la Lengua, el PP le regaña, Isla le felicita y Albiol se matiza a sí mismo en castellano y con una bandera española detrás para calmar a su partido, pero la ganancia de imagen ya está hecha. Albiol, que en el 2023 se impuso a Badalona apaleando a sus adversarios con la enormidad del 55% de los votos (18 concejales el PP, 4 el PSC, 2 ERC, 2 los Comunes, ningún concejal ni para Junts ni para Vox), es un candidato catch-all, que lo recoge todo, y ya ha demostrado que sabe cómo hacerlo para que le voten, aparte de los suyos, los antiinmigración, los socialistas y los independentistas. O sea que si el partido se enfada con el único gran éxito que puede exhibir en Catalunya, ya se lo hará.

Mientras, el presidente Sánchez y el ministro Albares hablan de la realidad plurilingüística de España, ya propósito de la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego en la UE, dicen que España lleva 40 años esperando ese momento. Primera noticia. El PSOE ha necesitado depender de los votos de los independentistas para investir a Sánchez para permitir el uso del catalán en el Congreso y negociar el catalán en Europa.

Albiol ha hablado de la necesidad de proteger al catalán para que no se extinga, mientras recomienda que la exigencia del catalán no le haga "una lengua antipática". Un poco de cuidado con las palabras. Si su partido y los medios afines se han pasado décadas viviendo de pintar el catalán como un estorbo y si los tribunales lo convierten en un problema (sin contar la herencia histórica anticatalana, que viene de serie), decir que la lengua es antipática es tanto como culpar a la víctima. La solución, todo el mundo la sabe: las lenguas no son ni simpáticas ni antipáticas. Son necesarias o no lo son. Y para que sea necesario, el catalán debe ser tan obligatorio en Cataluña, en la Comunidad Valenciana y en las Islas Baleares como lo es el castellano.

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