Manuel Valls en una imagen de 2022.
27/12/2024
2 min

No hace falta inventar inocentadas expresamente por un día como hoy porque algunos llevan tiempo circulando, algunas buenísimas, como la amnistía, o que el Barça ya volvería a jugar en el Camp Nou antes de acabar el 2024, o esa otra del ministro que dijo que el tren en España vivía el mejor momento de su historia. Y hay crueles, como que Mazón siga siendo presidente de la Comunidad Valenciana.

Algunas suenan muy gastadas y tienen poca gracia, como que Ayuso baje impuestos y reclame una mejor financiación o que en la época en que saben de nosotros incluso la talla de los calzoncillos, te llegue una factura de la luz con lectura querida de 800 euros porque no han podido acceder al contador. Algunos están muy trabajados, como éste que Manuel Valls vuelva a ser ministro (se ha hecho realidad lo que dijo Pla en la entrevista con Soler Serrano, que es que «Francia es un país que ha bajado muchísimo»), o lo tan sensacional que la Federación Española de Fútbol haya elegido un presidente que ya viene prevaricado de casa. Trabajo hecho no hace estorbo.

En la categoría de las inocentadas que se ven a venir de tres horas lejos, destaca poderosamente la promesa de "financiación singular para todos" (inocentada y oxímoron, simultáneamente), el uso del catalán en los organismos de la UE y las multas de 500 euros que dice que pondrá al Ayuntamiento de Barcelona a ciclistas y conductores de patinete que circulen por las aceras.

Y, finalmente, conviene lamentar que se mantenga un año más en la lista de inocentadas la profecía del gran Francesc Pujols, según la cual habrá un día en que los catalanes iremos por el mundo y lo tendremos todo pagado.

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