A la gente joven no se le puede vender gato por liebre. Miles de estudiantes universitarios en Serbia han ocupado las universidades públicas para protestar contra la política del actual presidente del país Aleksandar Vučić, y su partido gobernante (el Partido Progresista Serbio), al que acusan de corrupción, negligencia e incompetencia política. La muerte de quince personas el pasado 1 de noviembre a causa del derrumbe de una marquesina de hormigón recientemente renovada en la estación ferroviaria de la ciudad del norte de Novi Sad es el evento concreto que originó las protestas. A esto se le suma gente encapuchada enviada a pegar a los primeros grupos que protestaban pacíficamente. "Crimen sin castigo", "No es filosófico callar", "Los exámenes se pueden recuperar, pero la vida, no", son sólo algunas de las proclamas con las que los universitarios decoran las amplias fachadas de arquitectura brutalista de las instituciones académicas de Belgrado, que ahora están bajo su control. Toda la actividad académica está detenida hasta que se asuman responsabilidades y se cumplan las peticiones estudiantiles.
"¿Quién y al que se ha pagado dos veces por unas obras que además no se hicieron bajo una mínima garantía de seguridad y que han ocasionado esta tragedia?" es la pregunta concreta a la que ahora se añade una larga lista de exigencias, cuyo objetivo se resume en uno: acabar con el régimen corrupto presidido por el populista Aleksandar Vučić y su poder, que contrata empresas chinas y árabes de competencia dudosa, con el fin de meterse (mucho) dinero en el bolsillo. Aparte de avenirse con Putin. La democracia en Serbia ha retrocedido notablemente en los doce años que Vučić lleva al poder. Sin embargo, parece que en el extranjero le toleran ya veces le aplauden; no sé si es porque creen que Serbia no merece nada mejor, o porque ya les va bien que les abra puertas para excavar litio y realizar otros tipos de negocios sucios que en Occidente desarrollado están prohibidos. "Tiene las manos bañadas en la sangre!" es el lema principal asumido por los universitarios en protesta, que consideran que las muertes de Novi Sad son consecuencia directa de la política y corrupción de Vučić y su partido. Las universidades se han convertido en dormitorios, comedores, salas de cine y sobre todo foros de debates continuos. Se trata de la mayor protesta estudiantil en esta región de Europa desde 1968. "Histórica y universalmente, la comunidad estudiantil ha bloqueado las universidades para exigir mejores condiciones para la educación", versa su manifiesto, añadiendo "Hoy hemos de ampliar las peticiones, para abordar los problemas sociales más amplios. futuro está en juego". Muchos profesores y ciudadanos apoyan y agradecen a esta juventud, de momento decidida a no rendirse hasta que se quiten todas las máscaras. Y hasta que se cumpla la ley. En la entrada de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Belgrado un grupo de profesores ha escrito a sus alumnos: "Ahora sois vosotros los que nos está dando una lección".