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El eslogan de Díaz Ayuso es potente, como corresponde a las habilidades de una ex community manager, aunque lo fuera del Twitter de Pecas, el perro de Esperanza Aguirre. Pero una cosa es saber juntar dos conceptos (Trump lo hacía cada mañana, suficientemente bien) y otra es ser una fuente de pensamiento político contemporáneo. Contraponiendo socialismo y libertad, Ayuso nos quiere hacer creer que ella es liberal. Miren, en España hay tan pocos liberales que ni siquiera han sido capaces de crear un partido. Y en cuanto al PP, es el típico partido de altos funcionarios del Estado que cada día se levantan abalanzándose sobre los nombramientos del Boletín Oficial del Estado para ver cuántos de los suyos han sido colocados en el Tribunal Supremo, en el Tribunal de Cuentas o en la subsecretaria de Aviación Civil. Si añadimos las inversiones de los presupuestos generales del Estado en la Comunidad de Madrid y el efecto capitalidad del Estado, concluiremos que el eslogan es perfecto: esconde lo contrario de lo que quiere decir.

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