Las 24 horas de silencio de Junts sobre la opa hostil en el Sabadell

Pere Soler dio explicaciones sobre el sentido de su voto, el viernes, en una reunión telemática con Waterloo

Míriam Nogueras, Carles Puigdemont y Jordi Turull en una imagen de la semana pasada.
07/05/2025
5 min

BarcelonaLa cuarentena reunión del Círculo de Economía ha marcado la semana económica y política, tanto en Barcelona como en Madrid. El anuncio del presidente español, Pedro Sánchez, de realizar una consulta pública sobre la opa hostil del BBVA en el Sabadell cogió por sorpresa al auditorio barcelonés y la propuesta monopolizó gran parte de las conversaciones de la jornada. Pero también sobrevolaba otra pregunta: ¿Por qué Pere Soler, propuesto por Junts en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, avaló, junto al resto de miembros del organismo, las intenciones del BBVA?

"Este señor sólo tenía una misión y era oponerse a la opa", opinaba una voz del mundo económico el lunes en la cena del Círculo explicitando su desconcierto. Otra destacada representante de las finanzas barcelonesas opinaba que la persona que colocó Junts no tenía conocimiento suficiente de la discusión de la que formaba parte. La desorientación también se apoderó de la cúpula de Junts el pasado miércoles cuando, tras una reunión maratoniana de la CNMC –estuvo cerradas durante nueve horas–, se enteraban de que Pere Soler no había emitido ningún voto particular al dictamen sobre la opa en el Sabadell. No es que hubiera ninguna consigna –"no es un diputado más", remarca una fuente conocedora–, pero desde Junts se daba por hecha la oposición a la operación financiera del banco vasco.

El titular de El Economista

El Día del Trabajador, 1 de mayo, toda la presión se dirigió al gobierno español para que detuviera la opa en el Sabadell, ya que lo más probable es que el asunto llegue a su mesa con la posibilidad de endurecer las condiciones de la operación financiera. Se pronunciaron patronales y sindicatos, también Sumar y Esquerra, mientras que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, había dicho la noche del miércoles que defendería los intereses catalanes. Juntos por Catalunya optó por el silencio y por seguir el guión previsto el Día del Trabajador –hizo declaraciones la diputada Ennatu Domingo, que estuvo en la manifestación–, sin referirse a la opa.

Ahora bien, pronto todas las miradas se giran hacia ellos. También internamente: varias fuentes consultadas apuntan a que en los grupos de Whatsapp empezaron a hervir críticas contra la dirección y Pere Soler. "El ridículo ha sido mayúsculo", decían, "En un partido serio alguien debería dimitir" o "¿Quién decidió que fuera Soler nuestro representante?". Uno de los titulares que más circuló fue uno de El Economista que decía "El cambio de voto del vocal de Junts facilitó un dictamen de la opa en el BBVA" y varios afiliados mostraron su desconcierto con la posición del ex director de la Policía en Catalunya durante el 1-O.

Un encuentro telemático

Así pues, el voto de Soler se convirtió en un problema de relato político para Junts, que se había mostrado contrario a las intenciones del BBVA. Por ello, según varias fuentes consultadas por este diario, el secretario general de Junts, Jordi Turull, citó a Pere Soler en una reunión telemática el viernes 2 de mayo para que diera explicaciones sobre el sentido de su voto. La estupefacción estaba allí por parte de Turull, pero sobre todo por parte del expresidente Carles Puigdemont, según fuentes conocedoras. También estaba Albert Batet, presidente del grupo en el Parlament e interlocutor con el mundo económico; Josep Rius, portavoz del partido, y Míriam Nogueras, jefe de filas en el Congreso de los Diputados.

Pere Soler defendió ante Puigdemont la decisión que tomó en la CNMC. Tal y como detalló el AHORA, a última hora, teniendo en cuenta que los problemas de competencia se producían de forma mucho más grave en Cataluña, introdujo condiciones sobre la financiación de las pymes catalanas para que el dictamen se obtuviera por unanimidad. El posicionamiento de Soler fue priorizar esto en hacer un voto particular que consideraba que no habría servido tampoco para cambiar el posicionamiento del ente. Entre otras cosas, se fijó que el BBVA estaría obligado a mantener el crédito a las empresas que tuvieran el 50% de la financiación en el Sabadell o en la propia entidad vasca. Una cifra distinta del resto del Estado –el umbral es el 85%– debido a la concentración bancaria en el Principado frente a una eventual fusión.

¿Fue suficiente la explicación de Pere Soler para Junts? La cúpula mantuvo su desconcierto, según varias fuentes consultadas, ya que fueran cuáles fueran los motivos de Soler había consenso en una cuestión: la posición de Junts era muy difícil de explicar. En cualquier caso, una vez Soler se desconectó de la reunión, tampoco se decide pedirle la dimisión. El puesto de Soler, en realidad, no está a disposición de Junts: fue designado por un mandato de seis años y no responde al criterio del partido, ya que como recuerdan fuentes conocedoras, los miembros de la CNMC son "independientes".

Puigdemont y Turull

Tras la reunión con Soler, Junts decidió romper el silencio. Optó por convocar a los medios por sorpresa el viernes de puente, donde Turull trasladó la presión al gobierno español y defendió que Soler había logrado mejoras técnicas del dictamen a las que ahora se puede coger la Moncloa para frenar la operación financiera. Un relato muy distinto al que llevaba horas circulando. El sábado fue el turno del expresidente Carles Puigdemont en X, después de que Esquerra disparara contra Junts por la opa: admitió la "discrepancia" entre el partido y el consejero de la CNMC, pero sostuvo que ambas posiciones son para "defender los intereses de Catalunya". Asimismo intentó desviar el foco hacia los otros miembros de la CNMC, propuestos la mayoría por el PSOE, un partido que también se opone a la opa.

Reunión de la ejecutiva

Puigdemont y Turull también dieron explicaciones el lunes a la dirección de Junts, que vivió con estupefacción los hechos. Ambos líderes hicieron una larga exposición sobre toda la secuencia y no desperdiciaron la ocasión para recordar que en el 2017 el Sabadell decidió trasladar la sede fuera de Catalunya tras el referéndum del 1-O. Según las fuentes consultadas, tampoco hubo peticiones de dimisión en Soler.

Finalmente, Junts ha optado por un equilibrio difícil: mantener su posición, contraria a la opa en el Sabadell y, a la vez, no romper con Soler, la vía directa que tienen en la CNMC para ganar influencia en Madrid. Una estrategia que hasta ahora les ha permitido poner un pie en organismos clave y decisorios, pero que al mismo tiempo les ha generado un incendio en un asunto no menor: en la opa en el Sabadell, que rechaza no solo el tejido social catalán sino también al empresariado con el que Junts ha logrado recosir las alianzas.

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