L'HORITZÓ ELECTORAL

¿Qué gana y qué pierde cada partido con el aplazamiento de las elecciones?

Todos hacen números, pero ¿qué puede ganar o perder cada formación con el cambio de fecha?

Quim Bertomeu / Anna Mascaró / Marc Toro / Mireia Esteve / Xavi Tedó / Núria Orriols
13 min
Laura Borràs i Pere Aragonès

Pere Aragonès, candidato de ERC

Pere Aragonès, candidato de ERCCuatro meses más para intentar exhibir gestión y desgastar al candidato Illa

Pere Aragonès

Con el Procés desde hace tiempo en horas bajas, y sin un rumbo unitario del independentismo, ERC se ha autoimpuesto centrarse en el día a día de la Generalitat para intentar exhibir capacidad de gestión ante los ciudadanos. En definitiva, que la estrategia de ampliar la base no venga solo para que los electores subscriban su rumbo nacional -autodeterminación sin plazos y diálogo con el Estado -, sino también para que les perciban como un partido eficiente a la hora de gobernar. En este sentido, el aplazamiento de los comicios da a los republicanos cuatro meses más de margen para conseguir mejores resultados en la lucha contra la pandemia que entregan desde conselleries clave como la de Salud o la de Educación. Si los comicios se hubieran celebrado el 14 de febrero con el pico de enfermos críticos solo 10 días antes -según las previsiones de la Generalitat-, habría sido un serio contratiempo intentar convencer los votantes de esta eficiencia. En cambio, el 30 de mayo la campaña de vacunación ya habrá avanzado y se ve más probable tener resultados tangibles.

En términos estrictamente políticos, los republicanos también ganan tiempo para intentar contrarrestar el efecto Illa, puesto que desde el primer momento han interpretado que el ministro de Sanidad es una amenaza más seria que Miquel Iceta. Esquerra quiere polarizar la campaña presentándola como un único polo entre ellos y los socialistas, erigiéndose finalmente como el voto útil independentista que reste munición a JxCat.

Las encuestas

Sin embargo, aplazar las elecciones también tiene un componente de incertidumbre notable para los republicanos. Hace tiempo que lideran las encuestas y alejar la fecha electoral da a los rivales, sobre todo a JxCat, más capacidad para rearmarse y margen para cambiar la demoscopia. En la memoria del partido de Oriol Junqueras están grabadas con hierro al rojo vivo las elecciones del 2017, en que tenían a favor los vientos de los sondeos pero en el esprint final se vieron superados por Cs y JxCat. Los republicanos siempre se niegan a hablar de encuestas y de aquí al 30 de mayo podrían ser su principal rival. Un eventual cambio de tendencia haría inevitable recordar el invierno de hace tres años. Quim Bertomeu

Laura Borràs, candidata de JxCat

Laura Borràs, candidata de JxCatUna prórroga para consolidar el ascenso y lograr la remontada

Laura Borràs

JxCat tiene el corazón dividido sobre cómo les puede afectar el aplazamiento electoral. No todos dentro del partido tienen la misma percepción y seguramente tiene que ver con la posición que ocupan dentro de la formación. Desde el Govern, que gestiona la pandemia y asume el desgaste, el clima era más propenso al aplazamiento, mientras que desde el entorno de la candidata, Laura Borràs, preferían que las elecciones fueran enseguida. Dentro del partido hay quien piensa que, con sus expectativas a la alza, ya ganaban a ERC y al PSC -a pesar de que por ahora las encuestas les situaban segundos o terceros-. Otros, sin embargo, consideran que la prórroga les permitirá consolidar el partido -se formalizó el 25 de julio- y a Borràs como candidata. Hacer campaña en una mejor situación sanitaria creen que les puede ir bien por el perfil de Borràs: es popular -hará presentaciones de su nuevo libro Filla de l’1 d’Octubre (Enciclopedia, 2021)- y entrará en contacto con sectores económicos y sociales como presidenciable.

Ahora bien, sobre Borràs cuelga desde hace meses una espada de Damocles en forma de causa en el Tribunal Supremo: la diputada en el Congreso está investigada por presunta contratación irregular en la Institución de las Letras Catalanas. La defensa no prevé que la instrucción se acabe antes del verano y también descarta que Borràs deje el escaño del Congreso para evitar que sea el Supremo quien pilote el caso, que iría a un juzgado ordinario y se alargaría la causa. Será el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, dicen, quien cogerá el relevo cuando Borràs entre en Parlament.

El futuro de Puigdemont

Otro factor clave a tener en cuenta para JxCat será la situación del expresidente Carles Puigdemont, que es la cabeza de lista. Esta semana ha habido el primer trámite del suplicatorio en la Eurocámara y su entorno calcula que en mayo ya habrá respondido y se habrán mojado todos los partidos -incluido el PSOE-. Según JxCat, esto puede servir para evidenciar que Pedro Sánchez no varía el posicionamiento con los exiliados y sigue junto al PP en este aspecto. Si la Eurocámara da el suplicatorio, Puigdemont seguirá siendo eurodiputado con un riesgo mínimo de ser extraditado por Bélgica. Núria Orriols

Jéssica Albiach, candidata de En Comú Podem

Jéssica Albiach, candidata de En Comú PodemLa oportunidad para intentar contrarrestar el efecto Illa

Jéssica Albiach

La cursa por el 14-F era para los comuns la oportunidad que hacía tiempo que esperaban para instalar en la agenda política la posibilidad de un cambio de alianzas en la Generalitat. Creían realmente posible la opción de un ejecutivo con ERC y el PSC, a pesar de que las dos formaciones se vetan mutuamente en público. Pero el llamado efecto Illa les ha cogido a contrapié. Desde que los socialistas catalanes anunciaron que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, lideraría su candidatura, los comuns se han estancado en las encuestas e incluso han reculado ligeramente -los últimos sondeos les dan entre 6 y 7 escaños, uno o dos menos que ahora-. Por eso desde hace días el objetivo del partido que lidera Jéssica Albiach en el Parlament es intentar contrarrestar el giro en el tablero político que supuso la candidatura del ministro. Y el aplazamiento electoral puede ayudar. Fuentes de la formación apuntan que la situación epidemiológica ha acabado pesando a la hora de debatir internamente el aplazamiento electoral, pero lo cierto es que el partido también confía que los próximos meses servirán para que la polarización entre ERC y el PSC vaya a la baja. “Cabe la posibilidad que el efecto Illa se deshinche”, apuntan las mismas fuentes. La prioridad de los comuns es volver a situar en el centro del debate que pueden tener la clave de la gobernabilidad para un ejecutivo de izquierdas. Y dar a conocer la candidata, claro, teniendo en cuenta que es una de las más desconocidas del arco parlamentario. Con todo, también hay voces que no creen que el efecto Illa acabe desapareciendo y defienden que haber votado el 14-F no les habría perjudicado porque concentran el voto en el electorado de entre 35 y 40 años y son personas que habrían votado sin miedo. Sea como fuere, lo que es probable es que hasta mayo vuelvan a intensificar la presión al PSOE para que avance con su propuesta de reformar el delito de sedición para liberar a los presos políticos. Mireia Esteve

Dolors Sabater, candidata de la CUP

Más tiempo para cohesionar una coalición forjada a última hora

Dolors Sabater

Solo hace un mes, el 12 de diciembre, las bases de la CUP avalaban la alianza con Guanyem Catalunya y que la exalcaldessa de Badalona fuera la cabeza de lista a las elecciones. Las asambleas de los cupaires lo secundaron, sin embargo, por un estrecho margen. Los 33 votos a favor, los 26 en contra y las 3 abstenciones pusieron de relieve las divergencias internas en el seno de la organización. El aplazamiento de las elecciones puede servir a la formación anticapitalista para evitar que los engranajes de un entendimiento que se cerró a última hora no fallen. También para apaciguar los recelos de algunas organizaciones que apoyan a la candidatura como Endavant o Lluita Internacionalista y que critican que el pacto se haya cerrado desde arriba, o el pragmatismo de Guanyem a la hora de buscar consensos y construir frentes amplios. En este sentido, el aplazamiento de los comicios en mayo tendría que permitir a lo que es una coalición de facto debatir con calma para decidir cuál será su posicionamiento en los debates más relevantes, como el de la investidura, la participación en el futuro gobierno o la aprobación de los presupuestos. El preacuerdo entre las dos formaciones establece libertad de voto para Guanyem, pero iniciar la legislatura con desacuerdos importantes puede restar credibilidad a la candidatura y ser el inicio de un camino sin regreso.

Que los comicios se hayan pospuesto también servirá para que Sabater gane visibilidad después de un tiempo en un segundo plano por la pérdida de la alcaldía y la incapacidad de reconquistar la vara de alcaldesa de Badalona en las últimas elecciones municipales. Por el contrario, la CUP perderá el golpe de efecto que supuso su incorporación como presidenciable en lo que se podría calificar de fichaje de invierno inesperado. Otro de los obstáculos que tendrán que superar los cupaires con el aplazamiento de la convocatoria electoral es que el roce cada vez más acentuado entre ERC y JxCat para ser los vencedores de los comicios no les relegue a un papel secundario. Con voto fronterizo con los dos grandes partidos independentistas, la pugna entre Aragonès y Borràs asusta a los cupaires. No olvidan que los llamamientos al voto útil independentista de la cabeza de lista de ERC, Ernest Maragall, para derrotar la alcaldesa en funciones, Ada Colau, les dejaron sin representación en Barcelona apenas hará dos años, el 30 de mayo. Xavi Tedó

Salvador Illa, candidato del PSC

Salvador Illa, candidato del PSCEl reto de alargar el revulsivo durante tres meses más

Salvador Illa

El término hype, muy utilizado en las redes sociales, se refiere a la gran expectativa -a menudo desmesurada- creada a raíz de un fenómeno concreto. Es la excitación de la opinión pública previa a una nueva canción de Rosalía, la última temporada de Juego de Tronos o el último modelo de iPhone. En la política catalana, es una cosa parecida a lo que el PSC había generado con la candidatura de Salvador Illa para el 14-F. El paso junto a Miquel Iceta fue un golpe de efecto en precampaña, y alguna encuesta ya daba la victoria a los socialistas y situaba al ministro de Sanidad como preferido para presidir la Generalitat. Un revulsivo que, con el aplazamiento de tres meses, podría perder eficacia.

En la sala de máquinas de Pallars asumen el peligro que el efecto Illa se deshinche con el paso de las semanas o que, después de proyectarse como el rival a batir, la estrategia pase por desgastarlo de aquí a mayo. Aún así, el partido se aferra a su continuidad en el gobierno español -con cuota de pantalla garantizada- y confía que los ataques del resto de formaciones lo refuercen como la alternativa al Govern. “Esto puede empujar el voto útil por el cambio”, afirman fuentes de la dirección socialista.

La pandemia, arma de doble filo

En cuanto a la gestión de la pandemia, posponer las elecciones puede ser una arma de doble filo para Illa. Estar al frente de Sanidad en medio de una tercera oleada juega a la contra, pero los socialistas cuentan con tener más margen para sacar rédito de la campaña de vacunación en todo el Estado. “Llegar a las urnas con un 30%-40% de la población vacunada refuerza su imagen de gestor”, defiende un cargo en la ejecutiva.

Otras fuentes destacan como punto a favor la avanzada edad de los votantes socialistas: casi el 40% tienen más de 65 años, según el Centro de Estudios de Opinión. “Ahora nuestro votante podría quedarse en casa por miedo. Tampoco nos va mal que las elecciones se hagan con un mejor escenario epidemiológico”, concluyen. La incógnita es si esto compensará la pérdida de hype. Marc Toro Marc Toro

Carlos Carrizosa, candidato de Ciudadanos

Un paréntesis para recuperarse de los escapes y frenar la caída

Carlos Carrizosa, acompanyat d'Inés Arrimadas

El salto de Lorena Roldán al PP sorprendió a las filas de Ciudadanos, pero es el factor Salvador Illa lo que más les preocupa. En estos meses extras debido al aplazamiento electoral, esperan que la novedad de la nueva cabeza de lista del PSC se desdibuje y esto dé a Cs una oportunidad para frenar, al menos parcialmente, la fuga de votos que vaticinan todas las encuestas. Fuentes del partido señalan también que hacer las elecciones en llena tercera oleada habría provocado una gran abstención en perjuicio de Cs, que en 2017 ganó las elecciones con una participación del 79%.

Las novedades se enmohecen y para Cs esto puede ser una ventaja. No solo en cuanto al impacto del nombramiento de Illa, sino también para dejar atrás el paso de Roldán al PP y las críticas de la corriente interna que en los últimos meses han flagelado a Carrizosa por no haberse sometido a primarias. Los cuatro diputados que lideraban la revuelta ya no formarán parte de las listas de cara a las próximas elecciones. El candidato naranja tiene más tiempo ahora para legitimar su figura de cara a las bases, que, según varias fuentes, están muy desmovilizadas. Ya hizo un acto de precampaña en que "agradeció" a los militantes su esfuerzo. Además, esta semana Cs ha difundido un manifiesto firmado por fundadores del partido reivindicando la “utilidad” de la formación a pesar de los “aciertos y errores” que ha habido en su historia, un movimiento que algunos leyeron como un intento de reforzar el liderazgo de la cúpula.

En manos del candidato

Esto se tiene que sumar al hecho que solo hace cinco meses que Carrizosa es el número uno de Cs. Varias voces creen que ahora la cabeza de lista puede disponer de más tiempo, “si lo aprovecha”, para darse a conocer como líder. Pero todas las monedas tienen una doble cara, y el hecho que el Parlament se haya disuelto y solo se convoque la diputación permanente –básicamente, para forzar la comparecencia de los miembros del Govern y convalidar decretos– puede hacer perder visibilidad al dirigente naranja, que, bregado en el debate parlamentario, ejercía el rol de líder de la oposición. “No es la misma visibilidad mediática que pueden tener Isla o Pere Aragonès”, argumenta una fuente. Con el nuevo calendario, algunas voces naranjas son optimistas y aprecian “signos de recuperación”. Sin embargo, la mayoría admiten que el margen es estrecho y dan por hecho una pérdida significativa de escaños. “No nos engañemos –reconoce un parlamentario–, estamos en un ciclo electoral a la baja”. Anna Mascaró

Àngels Chacón, candidata del PDECat

El partido cree que este tiempo hasta el 30 de mayo les beneficiará para perfilarse como marca propia

Àngels Chacon

El PDECat tiene una larga trayectoria en la política catalana, primero como Convergència –surgió de su disolución– y después como JxCat. Ahora bien, el partido que lidera David Bonvehí tiene una vida corta como marca propia. No fue hasta septiembre que decidió divorciarse de JxCat y Carles Puigdemont y concurrir en solitario en las elecciones por primera vez desde su fundación en 2016. Menos de seis meses para empezar a construir un perfil propio era un handicap de cara al 14 de febrero. Con la nueva fecha del 30 de mayo, el Partido Demócrata cree que gana suficiente tiempo para hacerlo. A pesar de que fue consellera de empresa con el gobierno de Quim Torra, la candidata del Partido Demócrata, Àngels Chacón, tiene unos niveles de conocimiento más bajos que otros candidatos, de forma que, cuanto más margen tenga hasta las elecciones, más posibilitados tendrá de revertirlo. Su reto es aparecer como opción política soberanista: básicamente compite con JxCat, pero también con ERC. Hoy por hoy no se les ve en las encuestas –como máximo los sondeos les sitúan entre los 0 y los 2 escaños–, pero esperan empezar a ser visibles con la presencia del expresidente Artur Mas. El PDECat asegura que se implicará en campaña, pero algunas fuentes también admiten que Mas duda sobre si mantenerse al margen de la batalla electoral. Cuanto más tiempo pase, sin embargo, el PDECat también se puede encontrar con las causas judiciales pendientes: está imputado como sucesor de CDC en el caso 3%, un juicio que se tiene que hacer este año. Núria Orriols

Alejandro Fernández, candidato del PP

El riesgo de no rentabilizar los fichajes estrella

Alejandro Fernández

Hace pocas semanas varios dirigentes del PP presumían de haber situado el partido en los primeros lugares de la agenda mediática catalana a raíz de sus fichajes estrella por su candidatura al 14-F. “Hemos conseguido que se hable del PP dos semanas seguidas”, decía una voz de la formación después del anuncio que la exdiputada de Cs, Lorena Roldán, daba el salto al PP y que la número dos de Manuel Valls, Eva Parera, también se añadía a las listas de los conservadores. Los populares contaban aprovechar el empujón mediático que les habían aportado estos dos fichajes de cara al 14-F para intentar hacer el sorpaso a Ciutadans, a pesar de que ninguna encuesta lo pronosticaba.

El PP se había mostrado reticente con el aplazamiento electoral desde el inicio. Pasar los comicios a mayo les supone un problema. De entrada, por el riesgo que pasen las semanas y se pierda el impacto de las incorporaciones de Roldán y Parera y que, por lo tanto, no saquen el rédito que pretendían. La dirección quería recuperar votos de Cs desencantados con el proyecto de Inés Arrimadas e intentar frenar una probable fuga de votos hacia Vox presentando al PP como la herramienta para “reagrupar” el constitucionalismo, en palabras del mismo Alejandro Fernández, además de aprovechar para centrar el discurso y presentarse como la alternativa sólida al independentismo. Pero que las elecciones pasen a ser el 30 de mayo quiere decir que sus principales contrincantes, Cs y Vox, podrán rearmarse políticamente para intentar contrarrestar la estrategia del PP.

Ahora bien, si el aplazamiento electoral beneficia en algo a los populares es en el hecho que tendrán más tiempo para dar a conocer a Alejandro Fernández, que todavía tiene unos índices muy bajos. Le ayudará el líder del partido, Pablo Casado, que tendrá más semanas para continuar visitando Catalunya de manera regular. La táctica del partido pasa por intentar visibilizarse más en Catalunya y recuperar la confianza de los principales sectores económicos. Mireia Esteve

Ignacio Garriga, candidato de Vox

La irrupción en el Parlament tendrá que esperar

Ignacio Garriga, a la dreta de la imatge

Después de entrar con fuerza en el Congreso y en muchos Parlamentos autonómicos, Vox tenía prisa para tener representación también en el Parlament de Catalunya. Ahora tendrá que esperar como mínimo tres meses más y, a pesar de que estudia impugnar el aplazamiento, fuentes del partido dudan que aplazar los comicios perjudique sus expectativas. La posibilidad que las elecciones se celebren en un contexto de mejora de la pandemia –sin tantas restricciones y con unos datos sanitarios más buenos– puede lastrar las expectativas de un partido que se alimenta en buena parte del malestar ciudadano. Aun así, confían en la movilización de sus votantes, porque el número de afiliados en Catalunya va creciendo. Además, creen que los fichajes que el PP ha hecho pueden hacer que una parte de los votantes de los conservadores se decanten por la extrema derecha. Anna MascaAnna Masca

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