Carlos Mazón, un presidente con respiración asistida
BarcelonaEn los carteles electorales de la campaña de mayo de 2023 Carlos Mazón aparecía con una sonrisa profident y un lema que hacía referencia a ello: "Sonríe, ya llega el cambio". Mazón es, en efecto, un hombre de sonrisas. Incluso el mismo martes 29 al mediodía, cuando Utiel ya estaba siendo arrasado por las lluvias, se dejó fotografiar en el Palau de la Generalitat mordiendo un premio Aenor a la sostenibilidad turística. A la hora que se distribuyó la fotografía, las 12.22 h, Utiel ya estaba inundado y hacía cinco horas que Aemet había decretado la alerta roja. Esa mañana también tuvo tiempo de mantener una reunión con sindicatos en Palau y de mostrar su mejor sonrisa a cámara. No parecía nada consciente de lo que le venía encima.
Es después de estos dos actos que Mazón comparece y anuncia a la ciudadanía que la tormenta se dirige hacia Cuenca y que a las 18 h el peligro habrá pasado. La Generalitat borró los vídeos de esta intervención cuando fue consciente de la magnitud del fallo, pero ya era tarde. El vídeo se hizo viral y lo deja en evidencia.
El caso es que Mazón estuvo desaparecido desde mediodía hasta las 21 h. El gabinete de crisis, el Cecopio, se constituyó a las 17 h, pero la alerta ciudadana no se arrojó hasta las 20.12 h, cuando ya era demasiado tarde. Su gestión posterior tampoco mejoró mucho. De repente, el hombre de la sonrisa profident pasó a tener cara de hombre superado por las circunstancias, abatido, sin ánimo ni capacidad de liderar nada. Tanto es así, que incluso pareció agradecer la llegada del presidente español, Pedro Sánchez, porque eso le permitía pasar a un segundo plano. De hecho, ahora se ha puesto en sus manos.
Pese al intento de Alberto Núñez Feijóo de defender su gestión con una visita el jueves 31, lo cierto es que dentro del PP hay muchas dudas sobre él, tanto en Génova como entre los populares valencianos, sobre todo los alcaldes. La sensación generalizada es que ha proyectado una imagen de fragilidad y descontrol excesiva, dando vueltas y sin un liderazgo claro. Ahora, además, existe el peligro de que sea el gobierno español, y su poderosa maquinaria gubernamental y también propagandística, quien se lleve las medallas de la reconstrucción. Al PSOE ahora mismo parece que le sirve más mantener a Mazón con respiración asistida que pedir su dimisión. "Habrá tiempo para esclarecer responsabilidades", ha dicho Sánchez hoy.
Críticas de Vox
Hay otro elemento que apunta a que la continuidad de Mazón es muy complicada, y es que sus exsocios de Vox le han dejado solo. Cierto que están centrando las críticas en Sánchez, que es su archienemigo, pero de cara adentro reconocen que no entienden cómo ha actuado Mazón en toda la crisis. "No vamos a defender su gestión ni en broma", advierten. Entre este público, además, ha sido muy criticada la petición que hizo Mazón a los voluntarios que volvieran a casa, al interpretarse como una maniobra para tapar la magnitud de la crisis.
Mazón, pues, está solo y aislado, rodeado de un equipo muy cuestionado y que no parecía nada consciente de lo que significaba tener las competencias en protección civil. Ahora mismo Mazón es un personaje secundario que solo se dedica a pedir ayuda a Sánchez mientras Feijóo se piensa qué hace: si le deja caer o si le mantiene vivo, con el peligro de que le acabe arrastrando a él.