Chantajes y astucia del PSOE en el Congreso en periodo electoral

La oposición critica lo que considera un uso partidista de la cámara

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La ministra de Sanidad , Carolina Darias, al pleno del Congreso  este martes

MadridNo es nada extraño que las campañas electorales autonómicas, europeas o municipales lleguen al Congreso de los Diputados. Todos los partidos acostumbran a aprovechar los altavoces que tienen a su alcance. Lo que ya no es tan frecuente es que el principal partido del gobierno recurra a la sesión de control para introducir su argumentario electoral. Ha pasado este miércoles con la campaña electoral en Castilla y León en marcha, cuando varios diputados del PSOE se han dirigido al ministro de su misma formación: esta sesión está pensada para que la oposición fiscalice la acción de la Moncloa. La bancada de la derecha ha hecho inviable la intervención del diputado por Segovia José Luis Aceves, que en lugar de dirigirse a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha utilizado su tiempo para criticar los 35 años de gobiernos del PP en Castilla y León.

"No pares, continúa, que te quedarás sin tiempo", se podía oír que decía una compañera de filas de Aceves. El diputado callaba ante las interrupciones de los parlamentarios del PP, que han obligado a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a intervenir. Pero poco avezado a hablar durante una sesión de control, el representante socialista prácticamente no ha podido articular su discurso porque se han agotado los dos minutos y medio permitidos. La escena final ha sido más bien cómica: el PP aplaudiendo, el mismo Aceves también y la bancada socialista sumándose para apoyar a su diputado.

Todavía ha habido dos turnos más para el grupo socialista: la diputada por Palencia Luz Martínez Seijo y el diputado por Salamanca David Serrada tenían preguntas para la ministra de Educación, Pilar Alegría, y para el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, respectivamente. Los dos han aprovechado para cargar contra la gestión del PP en Castilla y León, esta vez ya sin tanto revuelo. Esta práctica, que es reglamentaria, se usa por ejemplo en el Parlament de Catalunya, pero es extraña de ver en el Congreso.

Darias aguanta la lluvia de críticas

El polémico uso de las instituciones por parte del gobierno español, sin embargo, no solo se ha focalizado en la campaña de Castilla y León. El primer episodio de las innovadoras maniobras del PSOE en la cámara baja se produjo el martes, cuando consiguió aprobar con 162 votos a favor, 153 en contra y 28 abstenciones el decreto que impone llevar mascarilla en la calle de manera indefinida. Votaron a favor, además de PSOE y Unidas Podemos, el PNV, BNG, Compromís, el Partido Regionalista de Cantabria, Coalición Canaria y Teruel Existe.

En contra lo hicieron el PP, Vox y Cs, y se abstuvieron ERC, Junts, el PDECat, EH Bildu y la CUP. Pese a algunos votos de castigo, la iniciativa salió adelante gracias a lo que escondía esta votación: más allá de la cuestión de las mascarillas, el decreto incluía una revalorización de las pensiones. Es decir, si no salían adelante las mascarillas, tampoco lo hacía la revalorización de las pensiones. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, defendió la convalidación y, sin más ministros en la bancada azul del hemiciclo, fue la única miembro del gobierno español que oyó la palabra más repetida del debate: chantaje.

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