Ciudadanos se erige en garantía de contundencia contra el independentismo frente al PSC

A pesar de los llamamientos al consenso para hacer frente a la pandemia de Ciudadanos, sus dirigentes continúan enmarcando su discurso en la lógica de bloques y apelando casi en exclusiva al votante unionista, en un intento de evitar que salte al PSC, al PP o a Vox. Ante las críticas del resto de fuerzas unionistas por haber perdido "la oportunidad" de formar gobierno el 21-D –aunque ninguna suma se lo hubiera permitido–, el candidato Carlos Carrizosa ha sacado pecho este domingo de su tarea en el Parlament, donde desde la marcha de Inés Arrimadas al Congreso ha liderado el grupo parlamentario. "Nuestro triunfo en 2017 ya ha puesto la semilla de lo que tiene que ser en el futuro un gobierno de constitucionalistas", ha asegurado.

Carrizosa ha defendido que la presencia de Cs en el Parlament es lo que ha "evitado muchas resoluciones rupturistas" en esta legislatura: "Las hemos llevado al Tribunal Constitucional, hemos impedido la aprobación". El dirigente naranja ha reivindicado haber fomentado el uso del castellano en el hemiciclo: "Somos el único grupo que ha usado el castellano, el catalán y el aranés". Y ha abanderado la participación de Cs en la inhabilitación del presidente –en última instancia, lo que ha llevado el país a elecciones–: "Hemos evitado que Quim Torra se burlara de todos los catalanes, le obligamos a retirar una pancarta y se ha provocado su inhabilitación". Tanto Cs como el PP y Vox han buscado atribuirse este revés judicial contra el presidente. El pronunciamiento de la Junta Electoral Central (JEC) que reclamaba la retirada de la pancarta del Palau de la Generalitat respondía a una reclamación de Ciudadanos. Cuando Torra se negó a retirar el cartel, el partido naranja y el PP lo llevaron a la Fiscalía. Vox se añadió posteriormente a la causa judicial como acusación popular.

"¿Quién tiene que liderar el cambio? –ha planteado Carrizosa–. Los que llevamos años luchando". Y ha acusado al PSC de haber votado en contra de numerosas resoluciones de Cs relacionadas con el Procés o la lengua en el Parlament. "Un nuevo tripartito seria muy diferente de lo que haría Cs: más multas lingüísticas, seguir con las subidas de impuestos", ha asegurado. Un punto de vista que ha reforzado a su vez la líder del partido en Madrid, Inés Arrimadas: "Te piden el voto en castellano y después se lo entregan a ERC con un lacito. No les dejemos escoger un tripartito".

Líneas programáticas

Cs todavía no ha publicado su programa electoral. Con todo, Arrimadas ha presentado hoy los ejes centrales de sus propuestas, algunas de las cuales coinciden con lo que ya planteaban en 2017, como hacer una auditoría generalizada del "gasto superfluo de la Generalitat" si llegan al Govern. "Es fundamental que se sepa hasta donde derrochan los gobiernos nacionalistas, porque cogeremos todo este dinero y lo pondremos en servicios públicos, y especialmente en la sanidad", ha dicho. La dirigente naranja también se ha comprometido a mantener "tolerancia cero contra la corrupción" y garantizar el "trilingüismo" en los organismos públicos.

En la vertiente más económica, ha propuesto un "plan urgente de rescate a trabajadores, familias, pymes y autónomos" y una "bajada generalizada de impuestos", especialmente en cuanto al tramo autonómico del IRPF. Cs también quiere eliminar el impuesto de sucesiones, y acompañar las restricciones sanitarias de ayudas directas "de hasta el 75% de los ingresos" a los afectados: "Si eres autónomo y tienes 0 ingresos, cuota 0". Arrimadas ha planteado también la necesidad de mejorar la "conciliación" laboral a través de más "guarderías gratuitas" y una "prestación por hijo a las familias que no llegan a final de mes". También propone la elaboración de una ley de medidas urgentes por "la dignidad en la tercera edad".