El curioso caso de la reparación de los coches de la Guardia Civil

Los Patrol GR de la Guardia Civil dañados el 20-S tenían más de 20 años de antigüedad

Ferran Vital
6 min
El curiós cas de la reparació dels cotxes de la Guàrdia Civil

La mañana del 20 de septiembre de 2017, tres vehículos de la Guardia Civil aparcaron en la puerta de la sede del departamento de la Vicepresidencia y de Economía y Hacienda de la Generalitat de Cataluña, situada al final de la Rambla de Cataluña, en Barcelona, justo al lado del cruce con la Gran Vía. Según afirman la Fiscalía y la Abogacía del Estado, los tres vehículos estacionados fueron dañados -"devastados", según los fiscales- por los manifestantes en la concentración de rechazo a los registros de la comitiva judicial que intentaba recoger información y pruebas para evitar el referéndum del 1-O e incriminar a sus organizadores.

En varias ocasiones la Fiscalía ha hecho crecer la cifra de vehículos dañados hasta siete, pero todas las fotografías, además del espacio físico reservado para aparcar coches oficiales ante la sede, parecen demostrar que tan sólo hubo tres coches.

El modelo de los tres vehículos utilizados por la Guardia Civil ese día es el mismo: el todoterreno Patrol GR Y61, un modelo especial de alto rendimiento y muy resistente que Nissan fabricaba en exclusiva en sus instalaciones de Japón. Los vehículos sufrieron una serie de daños -básicamente, adhesivos y carteles pegados a la carrocería, vidrios y retrovisores rotos, asientos interiores dañados y ruedas pinchadas- y tuvieron que ser retirados por grúas y remolques que los devolvieron a la base de la Guardia Civil en Sant Andreu de la Barca.

Un presupuesto caro

Una vez allí fueron enviados a un taller multimarca del barrio del Congost, en el término municipal de Martorell, para hacer una evaluación de los daños y un presupuesto de la reparación. En ese momento, el atestado de la Guardia Civil, reenviado a la Audiencia Nacional, aseguró que el coste de la reparación de los tres Patrol GR alcanzaba los 135.632 euros, una cifra realmente elevada. El diario digital 'El Confidencial' filtró una imagen de las tres páginas del presupuesto, donde se detallan los costes de reparación de los vehículos y donde figuraban los elementos que tenían que sustituir en el primero de los tres vehículos estropeados, con un total de 67.194 euros -una cifra estratosférica, según los expertos que hemos consultado. En el documento figuran la sustitución del motor diesel 3.0 -13.375 euros- o el cambio de la bomba de inyección -2,290 euros-, entre otros conceptos que no incluyen el coste de la mano de obra.

Varios mecánicos e ingenieros consultados por este diario afirman que es muy difícil relacionar los actos que se pudieron ver el 20 de septiembre de 2017 con los daños que figuran en el presupuesto de reparación, ya que las imágenes de los coches parecen indicar que nadie abrió el capó para dañar el motor hasta el punto de tener que sustituirlo. Según estos expertos, el diesel 3.0 Di que utilizaba Nissan es un motor muy robusto, pensado para soportar condiciones extremas. También opinan que la razón para sustituir un motor prácticamente siempre es una avería mecánica ocurrida con el motor en movimiento. Los mismos expertos creen que el peso de una persona (o de un grupo de personas) no sería motivo suficiente para estropear el motor hasta el punto de tener que sustituirlo por uno de nueva fabricación. Además, el motor 3.0 Di de los Patrol GR Y61 hace años que no se fabrica y habría que reconstruirlo totalmente -una reparación que no figura ni se especifica en el presupuesto- o bien sustituirlo por uno nuevo o de segunda mano con pocos kilómetros, opciones que, según afirman los expertos, no tendrían un precio tan elevado.

Según afirma Francisco Corberó, director de comunicación de Nissan, los fabricantes tienen "la obligación de fabricar repuestos" para los modelos que dejan de fabricar “durante 10 años después de haber abandonado la fabricación en serie", y confirma que "ya hace más de cinco años” que han dejado de producir "repuestos para este modelo", lo que, probablemente, significa que “actualmente" no disponen "en los almacenes de repuestos de Nissan de algunos elementos o piezas de repuesto para los modelos dañados”.

Del mismo modo, es posible encontrar muchas de las piezas presupuestadas a un precio muy inferior en varias páginas web especializadas en repuestos, como Expertoautorecambios, Recambioscoches o incluso las populares plataformas eBay o Amazon. En éstas los repuestos del Patrol GR Y61 pueden costar entre un 25 y un 50% menos que en el presupuesto del atestado de la Guardia Civil, aunque en algunos casos la diferencia de precio es abismal. A modo de ejemplo, un juego de escobillas para limpiar el parabrisas cuesta 16,33 euros en el presupuesto aportado por la Guardia Civil, mientras que en las plataformas electrónicas el precio oscila entre dos y tres euros; o las manijas y tiradores de las puertas, que pasan de costar 171 euros en el atestado a costar unos escasos 9,30 euros en las plataformas digitales.

Otros conceptos apuntados en el presupuesto de reparación de la Guardia Civil, como los trabajos de plancha de la carrocería, los trabajos de desinfección o la sustitución de los elementos interiores dañados -como los asientos o el volante- sí entran dentro del tipo de reparaciones habituales que habría que efectuar en un vehículo con el estado en que quedaron los tres coches cuando tuvieron que ser retirados a altas horas de la madrugada, según apuntan los expertos consultados.

Llegados a este punto vale la pena destacar que el vehículo más dañado de los tres tiene más de 20 años de antigüedad, ya que fue matriculado y dado de alta en junio de 1997; es un modelo con muchos años de servicio, información que cuadra con lo que hemos podido saber gracias a las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil destinados en Sant Andreu de la Barca. Según afirma el entorno de este cuerpo de seguridad, el malestar de los agentes destacados en Cataluña con estos vehículos es muy grande, ya que los Patrol GR Y61 son modelos con muchos kilómetros y años de servicio que no disponen de las comodidades de un vehículo más moderno -no tienen climatizador, la calefacción no funciona correctamente, etc.- Además, por sus dimensiones, consumo y prestaciones no serían los coches ideales para el trabajo que deben llevar a cabo los agentes.

¿Coches dañados o devastados?

De hecho, actualmente la Guardia Civil de Sant Andreu de la Barca todavía utiliza este modelo de Nissan, además de algunos Toyota Land Cruiser, que también tienen muchos años de servicio. Según afirman algunos agentes destacados en Sant Andreu de la Barca, incluso llegan a "sufrir" por su "integridad física", un temor que han manifestado públicamente varios sindicatos policiales. Más allá de su antigüedad, los vehículos utilizados para la Guardia Civil no cumplen ninguno de los requisitos medioambientales necesarios para circular por las grandes ciudades en episodios de alta contaminación, y probablemente en un futuro no muy lejano estos vehículos no podrán transitar en ningún sitio, ya que ni siquiera pasarán la primera normativa medioambiental europea (Euro1 ) de 2000.

Curiosamente, durante 2015 y 2016, la Guardia Civil subastó varios lotes de Nissan Patrol GR Y61 como los dañados ante el departamento de Economía, algunos de los cuales incluso tenían blindaje, ya que provenían del País Vasco y Navarra, donde estuvieron en servicio durante los años de actividad de la banda terrorista ETA. El valor de venta medio de los coches subastados por la Guardia Civil es de unos 630 euros, aunque algunas unidades con más de 400.000 kilómetros han llegado a ser vendidas por poco más de 100 euros. Eso sí, la administración deja bien claro que no se hace responsable del estado mecánico ni de las averías o vicios ocultos que puedan tener los vehículos de los que se quiere desprender, según indica en sus comunicados oficiales.

Aparte del estado de los coches, la Fiscalía afirma que los Patrol GR de la Guardia Civil fueron "devastados". El uso de esta palabra, que significa 'desmenuzado', 'arrasado', 'hecho trozos'- no es casual y conecta con el informe del atestado de la Guardia Civil y la relación de las piezas a sustituir en los tres vehículos dañados durante las manifestaciones, lo que convierte a los tres vehículos en una pieza clave para justificar el encarcelamiento de los líderes sociales Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, que llevan más de 500 días en prisión.

Teniendo en cuenta todos estos condicionantes -antigüedad de los coches, estado general y coste de las reparaciones-, la Guardia Civil no ha ordenado la reparación de los tres vehículos, pero no deja de sorprender ni el alto coste presupuestado para la reparación, ni los daños mecánicos presuntamente provocados por los manifestados el 20-S. De momento, los tres vehículos dañados están guardados y custodiados en las instalaciones de la Guardia Civil de Sant Andreu de la Barca a la espera de nuevas instrucciones por parte de los mandos correspondientes.

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