Colau mantiene la apuesta por el tripartito de izquierdas y elude responder sobre una investidura con Valls

Lluís Rabell dice que permitir un gobierno de ERC en Barcelona sería "irresponsable"

Ara
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Colau manté l'aposta pel tripartit d'esquerres i eludeix la resposta sobre una investidura amb Valls

BarcelonaLa alcaldesa en funciones de Barcelona, Ada Colau, y el candidato de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, se han reunido hoy por primera vez para poner en marcha las conversaciones sobre un posible pacto. Tras el encuentro, el número dos de la lista de Colau, Joan Subirats, ha asegurado que hoy se han empezado a definir los términos para un entendimiento no para la investidura sino para la formación de gobierno -aunque Maragall había presentado los contactos como la vía para hablar de la investidura-, y ha insistido en que los Comuns creen que la ecuación debería incluir al PSC y que no la aceptarán, en cambio, si suma a Junts per Catalunya. Subirats, sin embargo, ha eludido pronunciarse sobre la posibilidad de que Colau opte a ser investida con un pacto con los socialistas y contando con los votos del ex primer ministro francés, Manuel Valls, que hoy se ha ofrecido a hacer lo posible para evitar un gobierno independentista. El número dos de Colau ha dicho que es precipitado hablar de la investidura del 15 de junio y que lo primero es esbozar los términos de un acuerdo que ellos quieren que sea de izquierdas y "sólido".

Ha agradecido a Valls, sin embargo, la disponibilidad, y no ha cerrado la puerta a esta opción, a pesar de remarcar que con él no negociarán ningún pacto de gobierno, y no se ha referido explícitamente a la posibilidad de aceptar sus votos para la investidura. Ahora republicanos y Comuns nombrarán equipos negociadores para abordar los términos de la ecuación y Subirats ha insistido en que esperan que los socialistas también tengan un equipo. "No es que seamos tercos, pensamos que la ciudad necesita políticas concretas representadas en un acuerdo de izquierdas", respondió sobre la insistencia de añadir al PSC al pacto. "Nos gustaría pensar que no es imposible", añadió.

"Iniciamos el proceso para construir una hoja de ruta común", dijo Subirats, que ha asegurado que en el encuentro de hoy no se ha hablado todavía de quién será el alcalde. Maragall, en cambio, en su valoración del primer contacto remarcó que Colau "quiere trabajar para un acuerdo" en el que él sea el alcalde. Mañana mismo el líder de ERC en la capital hará llegar una propuesta concreta a la coordinadora de los Comuns en la que también incluirá la posibilidad de añadir al pacto a JxCat. De hecho, Maragall también se ha reunido hoy con la número 2 de JxCat, Elsa Artadi, con quien se ha comprometido a crear una mesa de negociación, aunque tanto Artadi como Colau mantienen su veto mutuo.

Sobre este encuentro, Artadi ha explicado tras reunirse con el candidato de ERC a la alcaldía de la capital catalana, Ernest Maragall, que ambos se volverán a encontrar el viernes, cuando visitarán conjuntamente en la prisión de Soto del Real al cabeza de lista de JxCat en las pasadas municipales, Joaquim Forn. Artadi ha explicado que en la reunión -que se ha hecho en el Parlament y ha durado cerca de una hora- se ha decidido nombrar dos equipos negociadores que mantendrán conversaciones en los próximos días. Sin embargo, no ha querido hablar de posibles acuerdos de gobierno porque hoy apenas era una primera toma de contacto: "Hemos hablado más de contenido que no de composiciones de gobierno ni nada similar".

Sobre la posibilidad de que Ada Colau sea alcaldesa con los votos del PSC y Valls, Artadi ha apuntado que es la candidata de BComú quien debe posicionarse: "Veremos si lo que quiere es pactar con los del 155".

Estos encuentros y declaraciones se han producido después de que, por la mañana, sectores de la confluencia hayan defendido que permitir la alcaldía de un independentista condenaría al espacio a una crisis intensa. Entre estas voces figura la del exlíder de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQP), Lluís Rabell, que asegura que los de Colau no deben facilitar ni por activa —con un pacto de investidura o de gobierno— ni por pasiva —situándose en la oposición— que Maragall llegue a la alcaldía y, en cambio, avala la vía de aceptar tres votos de la lista del ex primer ministro francés Manuel Valls —los tres que no son militantes de Cs— para sacar adelante un gobierno de Comuns y socialistas. Valls, en efecto, se ha ofrecido hoy "sin condiciones" a Comuns y socialistas para construir una alternativa a ERC. "No pongo ninguna condición", ha dicho el candidato de Barcelona pel Canvi - Ciutadans, que no ha detallado de qué manera se podría materializar el acuerdo. El partido naranja ha descartado que sus concejales voten a favor de la investidura de Colau, pero no ha vetado la del socialista Jaume Collboni. Para Rabell, aceptar el apoyo sin condiciones de Valls sería "legítimo" y constituiría una "exigencia democrática" derivada de que las fuerzas de izquierdas fueron mayoritarias y las independentistas no.

Rabell assistirà  a la cimera de Puigdemont  pel referèndum

"Las bases y los electores no entenderían que hiciera otra cosa", ha explicado Rabell al ARA, después de remarcar que muchos votantes de zonas como Nou Barris se han decantado por el PSC porque han visto en él el voto útil contra el independentismo. Entiende que este distrito ha dicho a Colau: "Con Esquerra, no". Rabell, una vez cerrada su etapa como diputado de CSQP, se sumó a una plataforma de apoyo al alcaldable socialista Jaume Collboni que pedía alejar a Barcelona del procés. Atribuye la bajada de los Comuns en los barrios populares a la "ambigüedad" con respecto al debate nacional y, por eso, ahora pide tomar las decisiones priorizando evitar que el independentismo gobierne la ciudad. Sin embargo, Colau se ha decantado siempre por un pacto de las izquierdas cuanto más amplio mejor. Y este es el discurso oficial de Barcelona en Comú.

"Los liderazgos se demuestran en los momentos críticos", asegura Rabell en un escrito en su blog, en el que defiende que "ceder" el gobierno a Maragall sería una "irresponsabilidad mayúscula" y que los comunes no soportarían "el abrazo del oso" de los republicanos. Por eso, cree que Colau debe escoger entre "escuchar a las bases o a los amigos" y que la decisión de la alcaldesa puede conllevar su "irremediable hundimiento".

El movimiento que defiende este sector plantea un pacto de gobierno entre Barcelona en Comú, que fue la segunda fuerza más votada el 26-M —a menos de 5.000 votos de ERC— y el PSC, que se situó como tercera fuerza y que, en función del recuento definitivo de votos y de si el PP mantiene o no su representación, tendría ocho o nueve representantes. El acuerdo necesitaría el apoyo de la formación de Valls para la investidura y, después, debería buscar pactos puntuales para poder gobernar, porque Comuns y socialistas sumarían 18 o 19 concejales y la mayoría está en 21.

Hasta ahora, también el ex diputado en el Congreso de los Comuns Raimundo Viejo ha defendido la vía de conseguir la investidura de Colau sumando votos de Valls. Una opción que no ven con buenos ojos personas que forman parte del núcleo duro de Barcelona en Comú, como la hasta ahora regidora Gala Pin. "¿Estamos locos?", tuiteó ayer sobre un posible entendimiento con la formación que lidera el ex primer ministro francés. Y Colau, poco después de que Maragall insistiera ayer en una negociación a tres para la investidura que incluyera a ERC, BComú y Junts per Catalunya, remarcó en un mensaje grabado que no negociarían nada "con la derecha". Ni con la formación de Elsa Artadi ni con la de Valls. La incógnita es si este 'no' categórico a la negociación incluye o no la posibilidad de aceptar tres votos para la investidura si llegan sin contrapartidas. Según Rabell, el discurso de negarse a hablar de nada con la derecha demuestra "poca madurez política" porque se habla de un pacto de investidura y no de gobierno y por la "fidelidad de la izquierda a los intereses de la clase trabajadora".

Los Comuns tienen ante sí una decisión difícil. O facilitan que haya un alcalde de ERC, o comparten gobierno con él, o aceptan el apoyo indirecto de Valls. Maragall se ha referido hoy, en una entrevista con RAC1, a la posibilidad de que Colau le arrebatara la alcaldía por medio del apoyo de Valls y lo ha definido como un acuerdo "contra natura" que no cree que tenga recorrido. "Me veo de alcalde", ha asegurado antes del inicio, esta tarde, de las negociaciones.

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