Los cuatro grupos que amenazan a Junqueras dentro de ERC
Los republicanos se suman al PSC y Junts y regularán las corrientes internas en la formación


BarcelonaHasta tres candidaturas se postularon para disputar la presidencia de ERC en Oriol Junqueras: Nueva Izquierda Nacional (NIÑO), Foc Nou y el Colectivo 1-O (que no logró los avales necesarios). Superado el proceso congresual, las candidaturas se han convertido en la oposición interna en Junqueras y, ahora, se podrán organizar en corrientes internas dentro del partido. En el congreso del pasado fin de semana en Martorell, Esquerra aprobó regular esta cuestión y sumarse, así, a partidos como Junts o el PSC, que llevan tiempo reglada. La dirección republicana la ha incorporado a los estatutos tras negociar las propuestas de Foc Nou, NEN y también Ágora, la corriente promovida por el exportavoz en el Congreso Joan Tardà, y en los próximos seis meses deberá elaborar un reglamento para establecer su funcionamiento.
De esta forma, los republicanos podrían tener hasta cuatro corrientes internas, aunque ahora mismo sólo Ágora confirma que se constituirá como tal. De hecho, fuentes de este movimiento explican que mientras no se desarrolla el reglamento, pedirán al partido que les reconozca como "colectivo". La corriente de Tardà es la menos crítica con la dirección y ni siquiera se había presentado como candidatura, sino que el propio exdiputado había apoyado a Oriol Junqueras en la primera fase del congreso, cuando el partido eligió nueva dirección. Pero el objetivo del colectivo es abrir debates a ERC como los que ya planteó en el pleno del pasado fin de semana: si ERC debe redefinirse como un partido que incluya también no independentistas. La enmienda fue rechazada por un 56% de la militancia.
¿Para qué sirven las corrientes?
El PSOE y también el PSC contemplan en sus estatutos esta cuestión desde hace tiempo. Sin embargo, en el caso de los socialistas catalanes, las corrientes internas que afloraron al inicio del Proceso para defender el derecho a decidir y la vertiente más catalanista del partido acabaron con escisiones o bajas de militantes. Es el caso, por ejemplo, de Avancem, la entidad impulsada por el exconseller y ahora miembro de ERC Joan Ignasi Elena, o también el partido que creó ya desde fuera del PSC el exconcejal y exconsejero Ernest Maragall, Nova Esquerra Catalana. Uno de los principales riesgos para los partidos es, pues, que las corrientes internas acaben siendo una especie de oposición en el partido.
Según el profesor de ciencia política de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) Ivan Serrano, las corrientes internas funcionan con "la idea positiva" de aportar democracia interna a un partido; sin embargo, las direcciones deben vigilar para que no se las perciba divididas internamente. El politólogo Pablo Simón apunta a que las ejecutivas de las formaciones deben encargarse precisamente de que estos grupos de opinión funcionen como "un sistema para que la discrepancia se canalice dentro de la organización y no provoque rupturas". Ahora bien, también añade que en función de cómo queden reguladas internamente, las corrientes pueden sentirse más o menos útiles, más o menos escuchadas, y esto puede ayudar a contener (o no) la disidencia interna.
En el PSOE lleva años en el partido la corriente interna de Izquierda Socialista, que incluso presenta candidato a las elecciones para elegir al secretario general. No tienen sitios reservados dentro de los órganos de dirección y su único mecanismo de influencia interna son las enmiendas que pueden presentar en los textos que se debaten en los congresos del partido. Según el reglamento interno de los socialistas, es el comité federal quien deberá autorizar la constitución de nuevas corrientes de opinión si lo pide al menos un 5% de militantes que pertenezcan, al menos, a cinco federaciones regionales distintas.
Aparte del PSC, solo Junts tiene regulada esta cuestión en Catalunya –el resto de partidos no la han incorporado a los estatutos–. En el caso del partido de Carles Puigdemont, hay hasta tres: "el liberal, el socialdemócrata y el de la izquierda". Lo recoge el mismo reglamento que tiene la formación al respecto, que también establece que una "comisión de coordinación" de estos tres espacios será la encargada de "integrar los diversos debates políticos" del partido y transmitirlos a la ejecutiva. Además, este reglamento también permite la creación de corrientes internas nuevas si lo solicita un 5% de los afiliados y lo aprueba el consejo nacional. En ERC, ese porcentaje se reduce al 3%.
Ni Nueva Izquierda Nacional, ni Foc Nou ni el Col·lectiu 1-O han decidido aún si se constituirán como corriente interna, según explican al ARA fuentes de los tres sectores. Lo que tienen claro es que seguirán oponiendo a Junqueras. La candidatura de Xavier Godàs y Alba Camps está por abrir el debate y espera que la dirección cuente con ellos para elaborar el reglamento. Sin embargo, fuentes de la cúpula republicana explican que no han tomado ninguna decisión sobre quién formará parte de la comisión redactora que debe elaborar este reglamento. Esta comisión debe nombrarla la ejecutiva y el reglamento debería presentarse al consejo nacional a lo sumo en septiembre. Foc Nou y el Col·lectiu 1-O también deben abrir el debate en las próximas semanas, y uno de los factores que podría influir en sus decisiones es cómo acaben reguladas estas corrientes.
"A las direcciones de los partidos les gustaría que no hubiera corrientes internas, pero regularlas, precisamente, es un mecanismo para evitar la ruptura para que todo el mundo se sienta representado", defiende Simón. Ahora bien, Serrano diferencia las corrientes internas que sirven para canalizar la diversidad ideológica de un partido del caso de ERC, donde considera que no existe una discrepancia ideológica muy acentuada, sino que la diferencia está en la "dirección estratégica". Y en este caso, habrá que ver si la figura de las corrientes sirve para sofocar la crisis interna de los republicanos.