La CUP culmina el proceso de refundación apelando a "conquistar las instituciones"

BarcelonaLa CUP ha culminado este sábado el proceso de refundación con una apelación a "conquistar las instituciones". Así lo expresaron los portavoces del grupo motor, Non Casadevall y Maria Gordillo, que concluyeron que el contexto político catalán "hace aún más evidente" esta necesidad. "No nos sirve un país como el que plantea Junts, no nos sirve una propuesta independentista para la minoría", criticó Gordillo, denunciando que el partido de Puigdemont haya tumbado la regulación del alquiler de temporada.

En declaraciones a los medios al inicio de la asamblea, que se ha celebrado en Sabadell con la presencia de más de 700 militantes, Casadevall ha defendido que "la CUP quiere ocupar los máximos espacios en las instituciones para ponerlo las al servicio del pueblo y la gente". En este sentido, Gordillo se refirió al voto de Junts en el Congreso que tumbó la regulación contra los alquileres de temporada para defender a una izquierda independentista fuerte. "Que Junts esté atando el independentismo a una serie de medidas que dan la espalda a su pueblo condena al movimiento", ha denunciado. Los cuperos también han cargado contra Aliança Catalana: "Si el independentismo no es una opción y una propuesta para la mayoría del pueblo catalán, es un proyecto condenado al fracaso", ha advertido.

En un otoño marcado por los congresos de partidos independentistas, como ERC y Junts, la CUP ha hecho esta asamblea rehuyendo los personalismos y sin disensiones internas ni posicionamientos divergentes en los aspectos más relevantes, lo que se ha puesto en evidencia con el apoyo del 82% de la militancia en la ponencia estratégica, que apuesta por una "clara oposición como única perspectiva" ante la pérdida de la mayoría independentista y la constitución del Govern de Salvador Illa con "acuerdos puntuales" con Junts, ERC y los comunes.

Pasar página a los batacazos electorales

La clave es superar el estancamiento y volverse a erigir en aquel actor clave que era percibido como la alternativa y un revulsivo, en un contexto de desmovilización que, obviamente, va a la contra de la izquierda independentista, más abonada en la calle que en las instituciones. Los últimos batacazos electorales han obligado a realizar un debate estratégico y organizativo que se ha alargado más de un año y que se ha llevado a cabo sin quebradizas, y con una ponencia muy consenso, pese al centenar de enmiendas que se han presentado.

El proceso de refundación, conocido como Procés Garbí, llega después de que la formación anticapitalista sacara el segundo peor resultado en unas elecciones catalanas desde su irrupción en el Parlament en el 2012 y pasara de nuevo a cuatro diputados. Los cuperos superaban por poco en estos comicios el peor registro logrado hasta ahora, el de las últimas elecciones españolas, cuando no llegaron ni a los 100.000 sufragios y no pudieron retener a ninguno de sus dos diputados. Un descalabro que se producía después de que en las elecciones municipales los anticapitalistas no pudieran recuperar la representación en Barcelona o Lleida y la perdieran en Tarragona, poniendo de relieve que la tendencia a la baja se mantenía. Tras ese ciclo electoral para olvidar, el objetivo ahora es volver a levantar el vuelo.