La CUP se podría plantear entrar en el Govern a media legislatura

Reguant también avisa, sin embargo, que si no se cumple alguno de los puntos del pacto harán un nuevo "debate interno" para repensar su apoyo a Aragonès

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Riera y Reguant hablando con Aragonès al final de la  conferencia que la CUP hizo el pasado miércoles.

BarcelonaLa CUP no se ha cerrado la puerta a entrar en el nuevo Govern pero tampoco ha dado pasos para demostrar que quiere estar. Cuáles serán los nombres de los consellers y cómo será el programa del ejecutivo entrante continuará siendo una incógnita mientras Junts y ERC no se pongan de acuerdo, pero también es una incógnita saber si la CUP estará presente. Ahora mismo, los antisistema no lo tienen sobre la mesa, pero "dentro de unos días" lo podrían debatir, en palabras de la diputada cupaire Eulàlia Reguant en una entrevista a Europa Press. Corren el riesgo, sin embargo, que dentro de unos días el pescado ya esté vendido y Junts y ERC ya hayan pactado el nuevo ejecutivo. Aún así, la CUP mantiene la puerta abierta a entrar en el Govern: Reguant ha apuntado que depende de cómo evolucione el pacto con los republicanos podrían plantearse tener un asiento en el ejecutivo con la legislatura ya empezada. Es decir, entrar en el Govern a medio mandato.

¿De qué dependería que dieran el paso? Primero, que los acuerdos con ERC se traduzcan y, después, de si los republicanos se dan cuenta que la mesa de diálogo no tiene futuro. Este es, de hecho, uno de los principales motivos por los que los antisistema no ven entrar en el ejecutivo, puesto que Reguant ha afirmado que se les haría "un poco extraño" formar parte de un Govern que apuesta por la negociación. La tercera variable es que las fuerzas independentistas se avengan y no tengan las confianzas "rotas", un elemento que los cupaires consideran clave.

Si todo esto se cumple, Reguant sitúa en 2023 –el ecuador del mandato, cuando Pere Aragonès se tendría que someter a una cuestión de confianza y se evaluará la mesa de diálogo– como la fecha más lejana para decidir si dan el paso en el ejecutivo. "Nosotros nunca hemos cerrado la puerta a nada, y seguimos sin cerrarla", ha concluido Reguant. Ahora bien, la predisposición de la CUP a entrar en el Govern a medio mandato no sería suficiente: JxCat y ERC lo tendrían que avalar, y también habría que reestructurar su particular acuerdo que, de momento, todavía no han cerrado.

Nuevo debate interno si el acuerdo cambia

Todas las especulaciones de Reguant, sin embargo, no llevan a ninguna parte si no se cumple antes que nada el acuerdo de la CUP y ERC. De momento, los antisistema avisan que si hay algún punto del pacto que desaparece –ya sea porque Junts y ERC han acordado aspectos que lo contradicen o porque durante la legislatura no se cumple–, la CUP se verá forzada a hacer "un nuevo debate interno" con las bases para decidir el posicionamiento en una investidura de Aragonès. Y Reguant avisa que si se estronca una futura votación por este motivo no será responsabilidad suya: "Será responsabilidad de aquellos que ante 42 diputados [ERC y CUP] han decidido hacer valer sus 32 [JxCat]".

Esquerra, aún así, está junto a los cupaires y en una entrevista a la agencia Efe el diputado republicano Sergi Sabrià sentenció que "el acuerdo con la CUP no se toca". Ahora bien, desde Junts insisten que no se sienten atados por el documento. “A nosotros nos interpelan los acuerdos que hacemos con ERC”, afirma la vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi, en una entrevista al ARA que se publicará hoy. Artadi, además, añade que hay elementos que son “centrales” para su formación, como por ejemplo la “colaboración público-privada". Precisamente por posicionamientos como estos, Reguant ha afirmado que hay perfiles de Junts que "no responden al viraje hacia la izquierda" que tanto republicanos como cupaires quieren para el nuevo Govern. Y ha dicho nombres: les preocupa el actual conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, porque "se ha manifestado en contra de uno de los puntos del acuerdo, la moratoria de los grandes macroproyectos vinculados al decreto ley de energías renovables". En este sentido, cuando ha sido preguntada por diputados de Junts como Elsa Artadi, Ramon Tremosa o Joan Canadell, ha sostenido que la confianza que mantienen en estas personas es "poca" y tampoco consideran que tengan un perfil que se adecúe al giro del nuevo Govern.

Presión a Junts

Mientras la CUP está expectante al acuerdo que pueda salir de las negociaciones entre ERC y Junts, los republicanos continúan presionando al partido de Carles Puigdemont para que dejen de hacer "oposición" y muevan pieza para desbloquear la investidura. "No hay motivos para hacer esperar más a la gente", ha insistido la portavoz de ERC, Marta Vilalta, en una entrevista a Europa Press. Si Sabrià envió un dardo a Junts insinuando que no han aceptado que ERC haya ganado las elecciones –dijo que "resulta curioso que aquellos que tantas veces" los han "dado lecciones de unidad ahora no sean capaces de hacer una digestión bien hecha de los resultados" de las elecciones–, Vilalta se ha referido a ellos en unos términos muy parecidos: "No se entiende que los que siempre han pregonado la unidad, el hecho de ponerse de acuerdo, ir a la par, e incluso que su nombre se llama Junts, no hayan hecho posible tener este Govern lo más rápido posible".

Las críticas opacas, sin embargo, no han acabado aquí. La portavoz republicana ha añadido que la predisposición de ERC a pactar con Junts y la CUP demuestra que no había ninguna voluntad de firmar un tripartito con el PSC. "Ante fantasmas de tripartitos, que algunos se encargaron de decir e incluso difamar, ha quedado demostrado que esta no es una opción", ha afirmado. Con todo, Vilalta ha dado por superado uno de los grandes escollos de las negociaciones: el órgano de dirección estratégica del independentismo y el papel del Consell per la República. Jueves Sabrià concretó que la propuesta de ERC es que el estado mayor esté en el marco del Consell, pero con direcciones separadas, intentando de este modo que Puigdemont –presidente del CxR– no tenga la misma capacidad de decisión en la dirección colegiada. En esta línea, los republicanos siguen insistiendo en el hecho que no aceptarán tutelas. "Quien gobierna y quien gobernará es el Govern con su presidente al frente", ha concluido Vilalta.

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