Marxismo e izquierda anglosajona, los referentes económicos del discurso de Aragonès

El candidato a la presidencia utiliza ideas de Marx, Stiglitz y Mazzucato para marcar su propuesta económica

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El economista norteamericano  Joseph Stiglitz, en una imagen de archivo.

El padre del comunismo, Karl Marx, y dos economistas norteamericanos de carácter progresista han sido las tres referencias en el plano económico del discurso de investidura de Pere Aragonès. El candidato republicano ha compaginado una figura histórica de la izquierda con dos nombres de moda en el mundo anglosajón.

Marx ha sido la primera referencia, cuando Aragonès lo ha nombrado al recordar que "precio y valor no son el mismo". El filósofo alemán, en efecto, defendió esta premisa, que utilizó para construir, entre otros, conceptos como el de "plusvalía" para demostrar la concentración de la riqueza en manos de la clase capitalista que se aprovechaba del trabajo de los obreros. Aragonès lo ha utilizado, pero en un campo muy específico: para referirse a la infravaloración de los servicios de cuidados y la atención social a la dependencia.

La segunda referencia ha sido al premio Nobel de economía de 2001, Joseph Stiglitz. Aragonés lo ha citado para remarcar que "la verdadera riqueza" de un país se tiene que medir por "su capacidad de ofrecer un elevado nivel de vida a todos los ciudadanos". Stiglitz es uno de los economistas de referencia del ala izquierda del Partido Demócrata norteamericano, encabezada por el senador Bernie Sanders y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, dos "socialistas democráticos" declarados.

Stiglitz comulga con las ideas de la socialdemocracia, a pesar de que prefiere rehuir esta etiqueta (socialista es todavía un término bastante tabú en los EE.UU.) para hablar de capitalismo "progresista". Independientemente del nombre, lo que defiende es el mantenimiento de una economía de mercado, pero con fuertes intervenciones del gobierno a nivel tanto de regulación como de implicación como agente en los mercados, ofreciendo servicios básicos gestionados por la administración o por empresas públicas en campos como la educación, la sanidad, la energía, la vivienda o la investigación, siguiendo el modelo de Dinamarca y Suecia.

El economista cree que este tipo de políticas permitirían "salvar el capitalismo de sí mismo" mediante un "nuevo contrato social", una idea que Aragonés ha usado para hablar de reorientar las políticas económicas hacia un modelo más social. La idea de contrato social, no obstante, viene del filósofo francés del siglo XVIII Jean-Jacques Rousseau y hace referencia a la legitimidad y aceptación que otorgan los ciudadanos al Estado para que los gobierne.

Una referencia compartida con Pedro Sánchez

En este sentido, el intervencionismo de Stiglitz liga con la tercera referencia del discurso: la economista italoamericana Mariana Mazzucato y su libro The entrepreneurial state (El estado emprendedor). Mazzucato defiende que el éxito de los Estados Unidos como país líder en innovación tecnológica no se basa en el discurso habitual en este país, que dice que la innovación se produce gracias a la fortaleza de la iniciativa privada en un mercado libre. Al contrario, Mazzucato demuestra que es justamente lo contrario: que es gracias a la inversión en investigación de agencias y universidades públicas y a la intervención directa del gobierno federal que se desarrollan nuevas tecnologías que después son aprovechadas por el sector privado.

La mención a Mazzucato ha dado pie a la propuesta de Aragonés de transformar el Institut Català de Finances en un banco público que impulse la financiación gubernamental en ámbitos como la investigación. Se da la coincidencia que Mazzucato también es una de las economistas de referencia del gobierno español y que el diciembre pasado asistió en Madrid a la presentación que Pedro Sánchez hizo del programa Misiones ciencia e innovación, directamente inspirado en otro libro de la economista, Mission economy: A moonshot guide tono changing capitalism (Misión Economía: una guía de misiones para cambiar el capitalismo).

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