Hoy hablamos de
Juan Manuel Badenas, portavoz de Vox.
03/03/2025
Subdirector y delegado en Madrid
3 min
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BarcelonaLa derecha y la ultraderecha valenciana están haciendo implosión en estos momentos a causa de las disputas internas, los errores de gestión y una aritmética parlamentaria endemoniada. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, representa ahora mismo el principal problema del bloque que ganó las elecciones autonómicas y municipales del 2023 y se apresuró a ocupar todos los cargos de poder allá donde PP y Vox sumaban. Mazón se mantiene en su lugar rodeado de un pequeño grupo de fieles, pero tanto la dirección estatal como algunas facciones internas del partido en Valencia ya han empezado a moverse porque le consideran un lastre demasiado pesado para afrontar con garantías las próximas elecciones. También Vox se ha abierto a buscar una solución porque teme ser arrastrado por el descrédito de Mazón, ya que cada vez deben ser ellos quienes le salvan la piel en Les Corts, como presumiblemente ocurrirá si finalmente el PSPV presenta una moción de censura. No es descartable que, según vaya todo en los próximos días, vemos a Vox pidiendo al jefe de Mazón.

Pero las cosas a la derecha valenciana no le van mejor al principal ayuntamiento que gobiernan, el de Valencia. Allí es el grupo municipal de Vox el que ha hecho implosión y, con la expulsión del teniente de alcalde, Juan Manuel Badenas, la alcaldesa, María José Catalá, podría quedarse en minoría, ya que la diferencia con la oposición es de un solo concejal, 17 a 16. Generalitat, Vicente Barrera, o incluso el secretario general, Ignacio Garriga, sino que ponen de manifiesto cómo quiere utilizar un concurso con una empresa de comunicación para favorecer a los medios afines. La excusa de Vox para suspenderle es esa posible adjudicación irregular, pero en realidad lo que cuece en la dirección estatal es la deslealtad y el personalismo, y eso Santiago Abascal no lo perdona.

Y aún más. La dirección estatal está muy enfadada con Badenas porque les "coló" su pareja, la actual concejala Cecilia Herrero, en la lista municipal. Ahora en Valencia están pendientes de ver si Badenas y Herrero cumplen con la amenaza que han ido insinuando estos días y pasan al grupo mixto del Ayuntamiento. Si esto ocurre, la legislatura se convertirá en un calvario para María José Catalá, que ahora mismo es el principal activo del PP valenciano y la principal aspirante a relevar a Mazón. La baja de Badenas, un rostro popular en Valencia, es también un problema para Vox, que no tiene recambio de garantías. Herrero, por cierto, está siendo investigada por unos tuits contra los inmigrantes y otros en los que deseaba la muerte de Pedro Sánchez.

Mientras tanto, la DANA ha alterado los planes que tenía el PP para ir absorbiendo a Vox y captar a algunos de sus principales dirigentes, como el propio Barrera. De alguna manera, Abascal y los suyos consideran que han tenido mucha suerte que la catástrofe les cogiera fuera del gobierno valenciano, puesto que ellos precisamente ocupaban la conselleria responsable de las emergencias. Y ahora consideran que simplemente deben esperar a que haya un trasvase significativo de votos desde el PP a Vox. Con Mazón amortizado y Vox reforzado, en el PP valenciano crecen las dudas y se multiplican las capillas y las conspiraciones. En realidad, todo el mundo espera una intervención desde arriba, una decisión de Alberto Núñez Feijóo que no acaba de llegar y que al menos serviría para pacificar el partido. Mientras no llega, sin embargo, las luchas intestinas continúan y la oposición de izquierdas moja pan tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento.

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