Los bastiones inamovibles en los que se decidirá la victoria el 12-M

Juntos es fuerte allá donde CiU tenía más apoyo; el PSC recupera el terreno que le había quitado Cs; y ERC se fía de penetrar en todas partes

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Las papeletas de los partidos por el 12-M

BarcelonaCataluña se tiñe de colores la noche electoral en función de la fuerza política que gana en cada territorio. Ahora bien, a lo largo de los últimos veinte años hay zonas que siempre tienen el mismo aspecto: son los bastiones inamovibles de las grandes formaciones políticas, que sólo se han resquebrajado durante el Proceso. Los feudos electorales del PSC han sido tradicionalmente las comarcas del área metropolitana de Barcelona, ​​mientras que la antigua CiU ha sido dominante en el interior de Catalunya. Sólo Esquerra (y Ciudadanos en las comarcas de Tarragona y de Barcelona) ha sido capaz de penetrar en la última década en ambas zonas. Y Junts ha heredado parte del territorio donde Convergència era fuerte. El 12-M el PSC, Junts y los republicanos se juegan las primeras posiciones y su resultado dependerá, precisamente, de la capacidad de los socialistas y los postconvergentes de recuperar sus feudos tradicionales y de la posibilidad de que los republicanos puedan mantener su incursión en estos territorios.

Con los datos en la mano, el área metropolitana ha sido principalmente de los socialistas en la mayoría de contiendas electorales en el Parlament de Catalunya. Se ha constatado especialmente en los comicios de 2003 y 2006, que coinciden con los dos tripartitos capitaneados por Pasqual Maragall y José Montilla. El PSC fue entonces primera fuerza con un 35,5% y un 29,3% de los votos, respectivamente. Pero en los comicios del 2010, unos meses después de la sentencia del Estatut, la Convergència que entonces lideraba Artur Mas logró llegar al Palau de la Generalitat y esto se tradujo en un retroceso de los socialistas en feudos históricos, como, precisamente, el área metropolitana. Fue Convergència quien se impuso como primera fuerza en esta zona en 2010 con un 33,6% de los votos, y también en 2012, aunque con un ligero retroceso, 24,3%.

Si bien el área metropolitana ha sido tradicionalmente de los socialistas, con el Proceso el PSC sufre un retroceso y en el 2015 la coalición de CDC y ERC, Junts pel Sí, consigue la primera posición, superando a los socialistas y con Ciutadans pisando- los talones. A partir de ahí, el dominio del PSC se desdibuja, ya que sufre una fuga muy relevante hacia el partido taronja, coincidiendo con los peores resultados históricos de la formación. En el 2017 Cs gana en el área metropolitana, pero Esquerra –a diferencia de JxCat– consigue agujerear. Llega a ser segunda fuerza con un 19% de los votos, una posición que mantiene en los comicios de 2021, con un 18,7% de los sufragios. Los datos de ERC contrastan con los de Junts, para quien el área metropolitana es un agujero negro: en el 2017 tuvo un 15,3% de los apoyos, y en el 2021 un 14,5%, por detrás de socialistas y republicanos.

Dades històriques del PSC, Junts i ERC a l'àrea metropolitana de Barcelona
Dades històriques del PSC, Junts i ERC a la demarcació de Barcelona

El reinado de CiU se fraguó sobre todo gracias a la Catalunya interior, las comarcas gerundenses y las tierras de Ponent, a las que el sistema electoral da más peso aunque viva menos población. Los datos de 2003 a 2012 son elocuentes: el porcentaje de voto más bajo de CiU en la provincia de Girona es en las primeras elecciones en las que se presenta Artur Mas –2003–, un 38,7% de los sufragios, mientras que el año 2010 el propio Mas consigue subirse hasta el 45,1%. Juntos, aunque se desata de la antigua CDC, ha asumido buena parte de este pastel, situándose primera fuerza en las últimas citas electorales del Parlament. En la provincia de Girona alcanzaron el 36,7% de los votos en el 2017 y el 32,7% en el 2021. Esquerra parte de abajo, pero logra sumar votos con el Proceso: a partir del 2012, cuando hay un retroceso de CiU, los republicanos suben hasta el 17,8% del voto, mientras que después se estabilizan entre el 21,7% (2017) y el 21,8% (2021), convirtiéndose en la segunda fuerza.

Dades històriques del PSC, Junts i ERC a la demarcació de Girona

La distribución de soportes de la provincia de Girona es similar a las tierras de Ponent. En la provincia de Lleida, Convergència siempre sacó más del 40% de los votos hasta el año 2012, mientras que después de su desaparición el territorio ha quedado repartido: Junts ha quedado primera fuerza en 2017 (32,5%) y en 2021 (28%), pero con un resultado muy ajustado con Esquerra, que viniendo en 2010 de un 9,2% se encaramó hasta el 26,7% en 2017 y el 26,6% en 2021.

Dades històriques del PSC, Junts i ERC a la demarcació de Lleida

En Tarragona los republicanos hacen aún más agujero entre el electorado nacionalista. CiU se mantiene por encima del 30% de sufragios hasta el 2012, pero tras el 1-O y la DUI los republicanos hacen el sorpasso en Junts (21,7%) con el 23,7% de los votos –aunque gana Ciutadans en esta provincia– y suben algo más en el 2021 con el 24,5% de los sufragios, ganando por primera vez. Tres años más tarde se vuelven a repartir las cartas en todas partes.

Dades històriques del PSC, Junts i ERC a la demarcació de Tarragona
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