El exilio centra el choque entre ERC y Junts en el primer debate del 12-M

La financiación, las infraestructuras y el mercado laboral centran el acto organizado por Pimec

Debate electoral de Pimec por las elecciones del 12-M

BarcelonaLa campaña calienta motores con el primer debate electoral de cara al 12-M. Un acto organizado por Pimec este lunes por la mañana en el Born Centro de Cultura y Memoria de Barcelona y que ha tenido una ausencia destacada: la del expresidente de la Generalitat y candidato de Junts, Carles Puigdemont. Además del cabeza de lista de Junts, que se ha reunido en Perpiñán con la dirección de Foment del Treball, los organizadores han dejado fuera a la CUP, Ciutadans y Vox, y han pedido a los candidatos que explicaran las propuestas económicas de cada partido. La financiación autonómica de Catalunya, las infraestructuras o el modelo productivo y empresarial catalán han centrado un debate en el que la pugna Junts-ERC ha vuelto a aflorar. Siguiendo la estrategia de los últimos días, el presidente del Govern, Pere Aragonès, ha atacado a Junts para que Puigdemont haya declinado la oferta de participar en el debate por vía telemática. Hasta el final del acto, Josep Rull, que es quien sustituyó al expresidente, no replicó al candidato de ERC, al que reprochó que no sea "sensible" con esta cuestión.

Rull replica a Aragonès sobre la ausencia de Puigdemont en el debate: "Si alguien debería ser especialmente sensible es el presidente de la Generalitat"

Aunque el fichaje de la empresaria Anna Navarro como número dos estaba pensado para atraer el ámbito económico, Junts ha decidido enviar al acto a su número tres, Josep Rull, que será el candidato de referencia para los debates. La primera frase que ha pronunciado Aragonès ya había sido un dardo hacia el partido de Carles Puigdemont: "Me hubiera gustado que estuvieran todos los cabezas de lista a las que se ha invitado". Rull lo ha ignorado hasta el final, cuando Aragonés ha insistido: "Si hubiera venido el cabeza de lista o hubiésemos tenido participación del cabeza de lista como se había facilitado, hubiésemos podido hacer el cara a cara que había pedido". "El presidente Puigdemont no está aquí. Hacer un debate de estas características a través de un plasma... Si hay alguien que debería ser especialmente sensible al respecto es el presidente de la Generalitat, el señor Aragonès", le ha contestado Rull, que ha añadido que es "una anomalía" que sea él el representante de Junts.

Unas horas más tarde del debate y ante las críticas de miembros de Junts por las palabras de Aragonès, el presidente ha insistido en un cara a cara con Puigdemont en un mensaje a X. "El presidente Puigdemont no quiere debatir. Si quisiera, sería tan fácil como poner hora y lugar. [...] Porque esto no va de formato ni de sitios. , ha escrito.

La pugna entre las dos formaciones independentistas se ha hecho notar en el tramo final del acto, cuando ha resurgido la ruptura del Gobierno del 2022. De hecho, un rato antes Rull había admitido que su salida del ejecutivo había sido " un trastorno considerable", pero que la decisión se había tomado por la incompatibilidad de estrategia y políticas con Esquerra. Ambos candidatos, además, se han culpado mutuamente por el fracaso de las negociaciones para los presupuestos del 2024. "Por una actitud irresponsable, los presupuestos han tenido que quedarse en el cajón", le reprochó Aragonès. Rull insistió en que Junts estaba dispuesto a negociar y le replicó que el Govern perdiera el 75 por ciento de las votaciones en el último debate de política general. Rull también criticó que la negociación de ERC con el PSOE no haya traído mejores cifras de ejecución presupuestaria para Catalunya y Aragonès le replicó: "Me sorprende que ahora que se ponen a negociar el señor Rull venga a dar lecciones".

De la financiación al absentismo laboral

Más allá de la pugna entre las dos principales formaciones independentistas, la reforma de la financiación autonómica, el mercado laboral y las infraestructuras han centrado un debate en el que el PP ha buscado el cuerpo a cuerpo con Isla y con los comunes. Todos los candidatos se han mostrado partidarios de reformar el sistema de financiación: Aragonès ha reivindicado negociar una "financiación singular" para Catalunya, mientras que Isla ha abogado por un consorcio tributario y hacer efectivo el principio de ordinalidad, una posición que también ha defendido Albiach. Hasta Fernández ha mantenido que es necesario mejorar la financiación de la Generalitat, pero cree que no se podrá negociar hasta que "se acabe" el Proceso. Rull ha aprovechado para lanzar un aviso al PSOE: tumbarán los presupuestos del Estado si el gobierno español no compensa "el déficit fiscal y en inversión".

Uno de los momentos más tensos del debate se ha vivido cuando los candidatos discutían cómo mejorar las cifras de absentismo laboral en Catalunya, que se han duplicado en los últimos diez años. En una primera intervención, Albiach ha defendido mejorar el transporte público y la atención a la salud para hacer frente a este fenómeno, unas palabras con las que Fernández se ha mostrado en desacuerdo argumentando que la gente falta en el trabajo por "falta de cultura del esfuerzo". "Las lecciones de cultura del esfuerzo podría darlas a la señora Ayuso, que tiene una pareja que no ha trabajado aire", le ha contestado Albiach, visiblemente molesta. El candidato popular replicó que a él le gustan los "mensajes claros, como en Barrio Sésamo", ha dicho: "Al trabajo hay que ir".

El debate sobre las infraestructuras ha redibujado los blogs a lo largo del debate, con una alianza clara de Esquerra y los comunes a favor del transporte público y del PP y el PSC para la ampliación del aeropuerto y la B-40. En medio, Junts ha reclamado que sea Catalunya quien tome las decisiones políticas sobre sus aeropuertos. Con el Cuarto Cinturón se ha repetido el mismo debate; Isla, que puso como condición esta carretera en la negociación presupuestaria de 2023, ha prometido que la alargará hasta Granollers si es presidente. En el bloque de la sequía el candidato socialista ha acusado a Junts de haber dejado millones sin ejecutar en los últimos años en las arcas de la Agencia Catalana del Agua (ACA), un organismo del que Josep Rull fue responsable como consejero de Territorio. "Ustedes han gobernado. Yo no, todavía", ha añadido Illa. "Ahora el PSC es de primer vuelo", ironizó Rull, quien recordó que el Govern estuvo pagando "el endeudamiento desbocado" que se arrastraba desde el tripartito hasta el 2016.

El PP también ha buscado las cosquillas en Salvador Illa con sus posibles futuros pactos, cuestionando si quisiera llevar a la Generalitat un modelo como el de Ada Colau para Barcelona de la mano de los comunes, y con la gestión de la pandemia. Mientras Isla sacó pecho de su gestión como ministro y de la labor de los "servidores públicos", Fernández le acusó de "esconderse detrás de él": "No lo haga señor Isla, es demagogia".

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