La extrema derecha independentista entra en el Parlamento de la mano de Sílvia Orriols

RipollPor primera vez en la historia, la extrema derecha independentista tendrá representación en el Parlament de Catalunya. Aliança Catalana será la gran novedad de la próxima legislatura, con la alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols, como principal cara visible del partido. La formación ultraderechista ha conseguido dos escaños -1 en Girona y 1 en Lleida- y, en total, suma más de 118.000 votos.

La irrupción en el Parlament no ha cogido por sorpresa a los miembros de Aliança Catalana, que, alentados por los pronósticos de la mayoría de encuestas y los miles de interacciones en las redes, se mostraban convencidos de entrar en la cámara, si bien también esperaban hacerlo con mayor fuerza, ya que las proyecciones más optimistas les prometían mejores resultados. Alianza ha seguido la noche electoral en pequeño comité desde la sede de la capital ripollesa, vetando la entrada en la decena de los medios de comunicación acreditados. Solo pudieron entrar en la sala dos digitales afines al partido y, desde fuera, tras las cortinas, se escucharon aplausos durante el escrutinio y gritos de "Sílvia en el Parlament" al final de la noche. Fuera de la sede, ante la muchedumbre de periodistas que han hecho guardia, Sílvia Orriols ha querido agradecer el apoyo a los votantes y ha asegurado que hará compatible el cargo de alcaldesa de Ripoll con el de diputada: “Lucharemos por conseguir un estado catalán , seguro y occidental, el objetivo era entrar en el Parlamento y por un poco porcentaje no hemos hecho una irrupción con más fuerza, tendremos un gran altavoz para seguir creciendo”, ha dicho la cabeza de lista.

Desde que Sílvia Orriols apareció en el escenario político como concejala en la oposición de Ripoll en 2019, Aliança Catalana ha compaginado un discurso radicalmente independentista, favorable a la vía unilateral y la confrontación, con un programa islamofóbico que vincula sin tapujos delincuencia e inmigración. Dos frentes ideológicos muy marcados con los que pretendía agujerear en la parte del independentismo crítica con las soluciones de los partidos que han liderado el Proceso hasta ahora. Las encuestas ya apuntaban que Aliança podría captar un voto de castigo de antiguos simpatizantes de Esquerra, de Junts y de la CUP, desencantados con la aplicación de los resultados del 1-O y los pactos con el Estado, y, a la vez, seducir incluso a votantes de la derecha españolista del PP, Ciudadanos o Vox, con la promesa de mano dura contra los extranjeros.

Ahora habrá que ver cuál es la incidencia de sus escaños en la aritmética parlamentaria, ya que Aliança entrará en un Parlamento que, desde el inicio, le aplicará un cordón sanitario como el que también ha aplicado a Vox, el otra fuerza de extrema derecha del hemiciclo.

Dosier Los resultados del 12-M, partido por partido

Siguiente

Adeu a Ciutadans, el partido que nació para arrinconar al catalán

Volver al índice