Ponsatí receta conflicto con España en la puesta de largo de su nuevo partido
Asimismo se presenta como alternativa a los “liderazgos caducados” del 2017 y confía dar la sorpresa el 12-M
BarcelonaUn partido en contraposición a los partidos independentistas "pacificados y sometidos a España" que apueste por el "conflicto" y no por el diálogo con el Estado. La receta lleva el sello de la eurodiputada y exconsejera Clara Ponsatí y el filósofo Jordi Graupera, que este martes, en el centro de una Barcelona llena de libros y rosas, han presentado su nuevo partido, Alhora, en el teatro Borràs.
En medio de reproches, Ponsatí ha cargado contra los “liderazgos caducados” de octubre de 2017 y contra lo que llama “política de rendición”, que ejemplifica con los indultos y la amnistía. Por eso dice que presenta una propuesta que plantea "endurecer la base, en lugar de ampliarla", y asegura que significará "una revuelta para hacer la independencia".
Uno de los puntos clave de la propuesta del partido es la lengua. El partido avanzó la semana pasada en redes sociales un plan de choque con la polémica medida de establecer una doble red de enseñanza, con centros 100% en catalán y centros que combinen lenguas. Justifican el cambio de modelo porque consideran que la inmersión "ya no está" y que la escuela "ya no hace catalanes".
Más allá de esta "revolución educativa", han expuesto la propuesta de endurecer las condiciones para acreditar el nivel C1 de catalán en la educación y la sanidad, y han reivindicado políticas ambientales y energéticas "desligadas de España" . Graupera ha querido marcar distancias con Aliança Catalana: "No es cierto que nos invaden los inmigrantes", pero ha alertado de que la inmigración "se puede sumar al esfuerzo españolizador" si no se le integra. También se ha pronunciado sobre el Hard Rock y los Juegos Olímpicos de Invierno, que ha calificado de proyectos corruptos, y ha pedido subir las tasas turísticas.
Un partido fruto del divorcio con Puigdemont
Ponsatí inicia este proyecto más distanciada que nunca de Junts, el partido que la incorporó como independiente. Pese a las desavenencias con Carles Puigdemont por la estrategia del independentismo se da la paradoja de que es todavía eurodiputada para este partido. El juez Pablo Llarena la dejó en libertad tras su regreso a Catalunya –está acusada de desobediencia–, pero sigue ocupando el escaño que le otorga inmunidad hasta las europeas de junio, a la espera de la amnistía.
No es tampoco la primera vez que Graupera, que no se ha cansado de pedir donaciones para el partido, prueba suerte en política. Lo intentó en las elecciones municipales del 2019 en Barcelona, donde se presentó con una candidatura bendecida inicialmente por la ANC que obtuvo menos del 4% de los votos y no entró en el consistorio. Lo ha recordado irónicamente como "el momento en que ganó las elecciones a la alcaldía".
Las encuestas no les pronostican por ahora buenos augurios. La única que los tiene en cuenta los sitúa por debajo del 2% de intención de voto y sin posibilidades de entrar en el Parlament. Sin embargo, tienen confianza en dar la sorpresa el 12-M: "Hemos llenado un teatro dos veces el día de Sant Jordi, la gente responde nuestro nombre a las encuestas… Algo está pasando", ha reflexionado Graupera.
La candidatura incorpora personalidades culturales como los escritores Anna Punsoda, Miquel de Palol y Carlota Gurt, los músicos Roger Mas y Joan Magrané y el actor Joel Joan, que ha cerrado –y dado color– al acto presentado por la periodista Flora Saura. Entre el público, gente aún más convencida que la del escenario: "Sin la independencia, nada de nada", ha espetado un espontáneo al inicio, tras la explicación del economista Ada Ferrer sobre el modelo económico del partido. "La haremos", ha respondido Saura. “¡Pero no lo decís!”, se ha quejado el hombre.