Sergi Sabrià también pliega por el fracaso del 12-M

BarcelonaPere Aragonès lo hizo el lunes, Marta Rovira el miércoles y este viernes fue Sergi Sabrià quien anunció que, cuando se configure el nuevo Govern, dejará la "política institucional". El viceconsejero de Aragonès y máximo responsable de la campaña del 12-M no ha avanzado cuáles serán los "nuevos caminos profesionales" que acometerá a partir de ahora. Su salida se daba por hecha desde hacía días. En primer lugar, porque su actual cargo va ligado a la continuidad en el Govern y Esquerra descarta estar en la próxima legislatura. Pero, sobre todo, porque internamente se le señala como una de las personas con mayor responsabilidad en el batacazo electoral.

Sabrià ha sido el máximo responsable de la comunicación del Govern desde que ERC volvió y, antes, lo había estado del partido, hasta el punto de que en la sede de la calle Calàbria le identifican como la persona con más poder orgánico durante el período en que el presidente, Oriol Junqueras, estuvo en prisión, coincidiendo con el exilio de la secretaria general, Marta Rovira. Todo el mundo sabía que todo iba a pasar por él, que intentó controlar todos los movimientos del partido.

Aunque ha ostentado cargos públicos –fue presidente del grupo parlamentario de ERC durante el mandato de Quim Torra–, siempre se ha movido mejor fuera de los focos, desde donde ha maniobrado porque el mensaje de Esquerra o del Gobierno llegara a los medios. Ha sido director de muchas campañas electorales (ya no lo será en la de las europeas), algunas de buen recuerdo, como la del 2021, cuando los republicanos volvieron a la Generalitat, y otras, como ésta última, que también pasarán a la historia por el estremecimiento interno que ha provocado. Él, de hecho, es uno de los principales promotores del enfrentamiento con Junqueras, con quien hace tiempo que rompió la relación. "Como han dicho Marta y Pedro en los últimos días, es la hora de caras nuevas e ideas nuevas", explica en la carta que ha hecho pública a través de las redes.

Como otras empresas, la de Sergi Sabrià (Palafrugell, 1975) en política también empezó en un garaje. "Un lejano jueves de febrero de 2007, en un garaje destartalado de Palafrugell, un grupo de amigos me proponían encabezar la lista de las municipales de ERC en la villa. Sólo puse una condición, salir a ganar. Hacerlo, aunque era imposible". Aquel 2007 en Palafrugell sólo pudo ser tercero, como Esquerra el pasado domingo, pero a los dos años llegó a la alcaldía gracias a un pacto con CiU y la Entesa. Una alcaldía efímera, porque dos años después Esquerra volvería a la oposición y Sabrià daría el salto a la política nacional, de la que ahora se despide.