Elecciones 23-J

Abascal no tiene "ninguna duda" de que volverán las tensiones con Catalunya si gobiernan PP y Vox

El candidato ultra augura "situaciones peores que las del 2017" y promete una mayor represión que la del gobierno Rajoy

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Barcelona¿Es compatible querer desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa por, supuestamente, haber dado alas al independentismo y, a la vez, confesarse como mecha del conflicto político? Para Santiago Abascal, sí. El líder y candidato de Vox el 23-J auguró este martes que un gobierno PP-Vox tras las elecciones reavivaría las tensiones con Catalunya. "No tengo ninguna duda", ha dicho. Su previsión, de hecho, es que se podrían llegar a vivir "situaciones peores que las del 2017".

Abascal hizo estas declaraciones en el marco de un desayuno informativo en Madrid organizado por Europa Press, dos días después de un episodio de tensión en Catalunya protagonizado precisamente por el secretario general de Vox, Ignacio Garriga. El también diputado en el Parlament interrumpió un acto de la formación ultra en Badalona para encararse con una veintena de manifestantes -algunos de ellos con esteladas- que protestaban contra la presencia de la extrema derecha.

Abascal ha admitido la desaceleración del Procés de los últimos años, pero ha dejado claro que la respuesta para aplacar el independentismo no puede ser "rendirse", "entregar la unidad de la patria" o "traicionar a cientos de miles de españoles", como cree que ha hecho el ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos. De hecho, tampoco piensa que la receta sea la respuesta represiva del gobierno del PP tras el 1-O. Él iría más allá a la hora de "imponer la ley".

El "155 en broma" de Rajoy

Con Vox en el gobierno español, ha dicho, "no pasará lo que ocurrió con un gobierno de mayoría absoluta de Rajoy", que a su juicio aprobó un "155 en broma" que "ha servido para que los separatistas estén en el poder". Abascal ha dicho esto a pesar de que durante los hechos en otoño de 2017 el PP no tenía mayoría absoluta. "Cuando se produce un golpe de estado no es posible limitar la intervención a pocos meses", ha defendido, y ha añadido: "Es absolutamente necesario que haya una intervención sostenida y duradera, y utilizar todos los resortes del Estado para convencer a la población de Catalunya y mejorar la concordia".

En el programa electoral de Vox se propone "un solo estado unitario administrativamente descentralizado", es decir, sin autonomías. Pero consciente de que es un objetivo demasiado ambicioso, la formación de extrema derecha plantea, en primer lugar, la devolución al gobierno central de las competencias de salud, educación, justicia y seguridad. Así, la intervención existiría siempre, al margen de si en la comunidad gobernase o no el independentismo. De hecho, los partidos, entidades y asociaciones de carácter independentista estarían prohibidos en una España donde mandara Vox, tal y como se defiende también en su programa electoral.

El PSOE alerta del riesgo de "romper la convivencia"

Mientras la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha cargado contra la "manía persecutoria" que la extrema derecha tiene siempre con Catalunya -"Son los de una, grande y libre", ha lamentado-, las declaraciones de Abascal han servido para dar argumentos a Pedro Sánchez, que se presenta como garante de la concordia en Catalunya en contraposición a PP y Vox, a los que señala como pirómanos del conflicto. En este sentido, fuentes de la Moncloa se han preguntado si las tensiones que el candidato ultra prevé con Catalunya si su partido llega al gobierno "las anticipa, las desea o las promoverá" él mismo, informa Ot Serra.

La vicepresidenta tercera del gobierno español y número dos del PSOE por Madrid el 23-J, Teresa Ribera, ha ido más allá y ha tildado las palabras de Abascal de "provocación que es posible que se materialice". "Juegan a esto: a polarizar, tensar, a romper la convivencia", ha dicho, aprovechando para barrer hacia casa: "Nos conviene que a los demás les vaya bien, nos conviene tener proyecto común, ganas de construir respuestas y no de agrandar los problemas".

Al otro lado, el PP hace equilibrios ante la incomodidad con algunas de las tesis de Vox, y este mismo martes el candidato por Barcelona de los populares, el exmiembro de Cs Nacho Martín Blanco, ha afirmado que detecta "pulsiones guerracivilistas" en el discurso de la extrema derecha sobre "la realidad plural, política, de España". "Vox participa en esta tendencia hacia la confrontación, esta tendencia hacia un discurso cada vez más tenso, con mayor tensión en nuestro debate político", ha dicho, aunque también ha equiparado esta estrategia a la de independentistas y socialistas.

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