Ciudadanos se resiste a tirar la toalla también en Catalunya
La formación quiere unir fuerzas para presentarse a las próximas europeas y catalanas
BarcelonaCiudadanos se repliega y pronto podría verse obligado a volver a sus orígenes. El 1,35% de voto del 28-M ha hecho tanto daño que el partido descarta presentarse a las españolas. ¿Cómo afecta esto al partido en Catalunya, donde el batacazo ha sido todavía más estruendoso? Solo un 1,2% de los votantes optaron por la papeleta de Cs en el territorio donde nació, y solo diez regidores sostendrán la bandera naranja en todo el país. Si no hay un cambio radical, la tendencia apunta a la desaparición de las siglas. Pero, aún así, en Ciudadanos no se resignan a intentarlo una vez más. La dirección ha hecho un llamamiento a reagruparse y trabaja con la idea de presentarse una última vez a las europeas y, después y sobre todo, a las catalanas. "Estaríamos locos si no nos presentáramos", dice un dirigente. Ahora bien, otros lo formulan más bien como un deseo: "Espero que lleguemos".
Varias fuentes consultadas repiten el mensaje que ha dado la ejecutiva en la reunión del comité nacional de este martes como si fuera una conjura para traer Cs de vuelta a la vida. Ahorrarse el desgaste de otra campaña para acabar fuera del Congreso, aseguran, les permitirá recoger los pedazos de la crisis que atraviesan y sumar fuerzas para intentarlo una última vez en las europeas de 2024 y las catalanas de 2025. “Cs es útil y representativo en Catalunya, y en el resto de España puede tardar en recuperarse”, señala un dirigente. Fuentes consultadas aseguran que no se ha planteado en el encuentro ningún otro escenario. Si las elecciones europeas salen bien, explica una voz naranja, pueden servir de “ayuda” para mantener la representación en el Parlament. Las mismas fuentes advierten que presentarse "inútilmente" a unas generales que se plantean como un plebiscito –Pedro Sánchez sí o no– podría poner “en riesgo” las futuras autonómicas.
En el encuentro entre los cuadros naranjas para abordar la situación, el líder del partido en Catalunya, Carlos Carrizosa, ha sido partidario de retirar la candidatura a las generales, pero ha insistido en la necesidad de dar peso y capacidad de acción al hueso catalán del partido, según varias fuentes consultadas. La dirección catalana piensa que la estrategia de la formación en Madrid lds ha perjudicado en demasiadas ocasiones y reclama autonomía para reencontrar el espacio que les permitió nacer en 2006 de la mano de Albert Rivera. De aquí la apuesta que la cabeza de lista por Barcelona, Anna Grau, hizo en campaña emulando el primer cartel electoral del partido, aunque no consiguió su objetivo –no llegó ni al 2% de los votos–. Con todo, con más margen de maniobra confían que tendrán tiempo para hacer el “relanzamiento” de la marca, apunta una voz naranja.
Las europeas, test preliminar
La decisión de no presentarse el 23-J ha sido “muy dura”: “No gusta ni a los que lo han defendido”, apuntan fuentes del partido. Por eso esperan que las europeas les brinden “otro contexto” y les permitan “armarse para Catalunya”. Las mismas fuentes creen que liberarse de la etiqueta de formación que “está desapareciendo” les podría ayudar a hacer que los votantes vuelvan a coger su papeleta, a pesar de que hace tres años que no dejan de perder apoyos de forma acelerada. En clave interna, "coger aire" es otro de los objetivos que se marcan con este paréntesis. De hecho, el secretario de organización de Cs en la etapa de Rivera, Fran Hervías, aseguró en un tuit que ya hay nuevos dirigentes que quieren dar el paso al PP. Pero Cs se niega a disolverse y se encomienda a la posibilidad de un cambio de contexto político que le permita recuperar el aliento.