Elena promete doblar los agentes anticorrupción después de las críticas por el relevo en los Mossos

Defiende los cambios en la cúpula de la policía ante las acusaciones de la oposición de hacer una "purga"

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El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, durante la comparecencia al Parlamento

Barcelona¿Renovación en el marco de la normalidad o purga dentro de los Mossos d'Esquadra? Este ha sido el debate que se ha producido este lunes en la comisión de Interior del Parlament, donde ha comparecido el conseller Joan Ignasi Elena para dar explicaciones sobre la destitución del mayor Josep Lluís Trapero al frente de la cúpula de la policía catalana y el nombramiento de Josep Maria Estela como número 1 del cuerpo. Si bien Elena ha defendido los cambios como una cuestión "habitual" y como un hecho "necesario" para tener en los Mossos un liderazgo "cooperativo" y de más "proximidad", los partidos de la oposición no le han comprado el relato. Ven injerencias políticas e, incluso, una voluntad de interceder en las investigaciones en marcha relacionadas con casos de corrupción.

Elena se ha defendido de las críticas negando la mayor: ni él ni su partido, Esquerra, tienen interés por "tapar la corrupción", ha contestado, pero también ha anunciado una serie de medidas para demostrar su compromiso contra las malas praxis. Después de haber relevado al hasta ahora jefe de investigación, Toni Rodríguez, al que ha desplazado a la comisaría de Rubí, ha prometido que doblará los agentes del área de anticorrupción -pasará de 12 a 30 agentes-; trabajará con un nuevo protocolo con la Fiscalía y el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para garantizar un circuito estanco de todo lo que tiene que ver con investigaciones judiciales y ofrecerá formación en materia de contratación pública a dos agentes del área de investigación para investigar mejor la corrupción.

En todo caso, el conseller ha dicho que el blindaje ya funciona, y ha argumentado que los Mossos de esta unidad trabajan desconectados de la red de ordenadores del resto del cuerpo y que no tienen injerencias ni policiales ni políticas de lo que investigan. "Hemos oído insinuaciones que desde mi punto de vista no tienen ninguna base, más que poner en entredicho la imparcialidad del trabajo de los Mossos, y no lo puedo aceptar", ha dicho, contundente, y ha añadido que el traslado de Rodríguez a Rubí no es ningún "castigo" ni responde a una voluntad de "subestimarlo". Así, ha puesto de relieve que el nuevo jefe es el hasta ahora número dos del intendente Rodríguez, Ramon Chacón, y que hay un total de unos dos mil agentes dedicados al área de investigación que siguen siendo los mismos.

Sin embargo, la oposición ha puesto encima de la mesa las informaciones que apuntan que habría habido intentos de controlar la unidad que pilotaba Rodríguez, y ha recordado que el propio policía pidió amparo al TSJC para blindar la investigación contra el ex conseller Miquel Buch por supuesta malversación de fondos públicos por haber hecho pasar como asesor suyo a un agente que en realidad ejercía de escolta del ex president Carles Puigdemont. La remodelación es un "aviso a navegantes", ha opinado el diputado del PSC-Units y ex conseller de Interior Ramon Espadaler, que ha abonado la tesis de "purga" que también ha denunciado el resto de la oposición de Vox, el PP y Ciudadnos. "Nos faltan explicaciones", ha reclamado el diputado de los comuns Marc Parés, que ha explicado que los argumentos de "rejuvenecimiento", "feminización" del cuerpo y "territorialización" no lo convencen. La CUP, a su vez, ha preferido obviar el "quién" para centrarse en el "qué": ha reclamado que los cambios sirvan para acabar con los desahucios y el uso de las balas de foam.

El 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena, con la vicepresidenta del Parlament, Alba Vergés

Desconocimiento de Junts

Elena también ha dejado claro que la decisión de renovar la cúpula de los Mossos fue exclusivamente suya y que solo lo compartió con el president de la Generalitat, Pere Aragonès. No habló de los cambios, según ha explicado, ni con sus socios de Govern, Junts per Catalunya -partido que ha expresado "lealtad" y "apoyo" al conseller a lo largo de la comparecencia-, ni tampoco con el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, sobre el que ha justificado que lleve escolta como presidente de un partido a pesar de que de entrada Trapero no lo vio necesario. Los cambios en los Mossos generan una sintonía poco habitual entre los socios de coalición.

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