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ERC envía una carta a los militantes diciendo que citará a declarar a los implicados en los carteles

Marta Rovira cierra filas con Sergi Sabrià en la ejecutiva del partido y afirma que quieren destruirlo

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La portavoz de ERC, Raquel Sans, en la rueda de prensa de este lunes.

BarcelonaLexclusiva del ARA que destapa que los carteles denigrantes contra los Maragall en la precampaña electoral municipal de 2023 salieron de las filas de ERC ha desatado un terremoto en el partido. La portavoz de los republicanos, Raquel Sans, pidió este lunes perdón en rueda de prensa y anunció la apertura de una investigación interna con una reunión de la comisión ética que ya se celebró hoy y dio el pistoletazo de salida de el expediente. "Es de recibo pedir disculpas", aseguró, dirigiéndose a quienes padecen la enfermedad, sus familiares y al propio Ernest Maragall y su hermano, el expresidente Pasqual Maragall. Tras expresar el "rechazo más absoluto", Sans ha dicho que una persona que trabajaba para el partido fue quien instigó el ataque de falsa bandera y acabó confesando los hechos a la dirección "meses después", y que ésta le "apartó de sus funciones".

Ahora bien, la cúpula no trasladó la información a la policía, que ya investigaba la colocación de los carteles, y tampoco se abrió entonces la investigación interna. Según Sans, con el reglamento de ERC en la mano no se podía actuar disciplinariamente antes de que se aclarara el caso judicialmente, que ha quedado archivado. "El código ético es un faro, llegaremos hasta el final", ha llegado a decir, y ha asegurado que se enteraron del cierre judicial por el ARA, pese a que varias fuentes del partido ya tenían constancia antes.

Los roles

Sans ha evitado detallar nombres y también ha sorteado valorar el rol del actual viceconcejal del Govern Sergi Sabrià y el exvicesecretario de comunicación del partido Marc Colomer, que se enteraron justo después del ataque contra Maragall que venía de las suyas propias filas. Fuentes cercanas al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, afirman que este escándalo "no tiene que ver" con la labor del Govern. Sabrià mantuvo una interlocución con el militante de Anoia que encargó la colocación de los carteles tras la acción y habló con Maragall, que acabó retirando la denuncia al ver que los autores podían venir de ERC. Sin embargo, los republicanos se sacuden la responsabilidad de este hecho: Sans ha dicho que la dirección de Esquerra animó en todo momento a Maragall a denunciar.

El caso de los carteles no es un caso aislado, sino que forma parte de una estructura llamada B que se dedica a realizar contracampañas en las redes sociales. Pero también hacían acciones, como los carteles o los mariachis que enviaron a la sede de Junts cuando discutían sobre si salir o no del Govern. Este lunes, Sans no ha entrado a valorar la existencia de esta estructura y se ha remitido a la investigación interna. Fuentes consultadas por el ARA especifican que se trata de un circuito estable, coordinado por Sabrià y Colomer, y que se paga a través de un contrato que tiene Esquerra con la empresa de marketing Relevance. La versión oficial de ERC facilitada en el diario –que Sans no ha hecho pública este lunes– señala al director de comunicación del partido, Tolo Moya. Ahora bien, el ARA ha comprobado que Moya mantenía la interlocución con los jóvenes que realizaban las acciones sin una posición de liderazgo. Trabajadores de la B confirman que Moya era su intermediario.

Este lunes mismo se ha reunido la comisión de ética del partido, que será el espacio donde se aclarará qué ocurrió con los carteles y con la estructura paralela de contracampaña de los republicanos. En una carta a los militantes a los que ha tenido acceso este diario, la formación afirma que esta comisión ha abierto una investigación de oficio y citará a las personas que aparecen en la información publicada por este diario a declarar. "El objetivo es esclarecer los hechos y llegar hasta el final. Tomaremos las decisiones que haga falta”, afirma el partido en esta carta a la militancia. Asimismo, la misiva criticaba que "estas acciones no representan el partido ni los valores republicanos". Este lunes también se celebró una ejecutiva del partido y el escándalo de los carteles centraron buena parte del encuentro, aunque estaba convocada para hablar sobre las negociaciones de la investidura. Rovira, defendió la figura de Sergi Sabrià, que estuvo presente en la ejecutiva. En este sentido, Rovira dijo que estaban intentando destruir al viceconsejero en funciones del Govern. BK_SALTO_LINEA~ Reclamo de responsabilidades

Varios miembros de ERC han manifestado públicamente su malestar y han reclamado responsabilidades. El propio expresidente del partido, Oriol Junqueras, que quiere volver a presentarse para liderar el partido, expresó su rechazo y negó que la dirección nacional conoció los hechos con anterioridad, tal y como dijo hoy Sans.

También mostraron su oposición a la acción los exalcaldes de ERC de Lleida y Tarragona, Miquel Pueyo y Pau Ricomà, además del exlíder en el Congreso Joan Tardà, que lo tildó de "atentado contra el partido". El exportavoz en el Parlament Jordi Orobitg ha afirmado que es necesario "depurar responsabilidades". También ha reaccionado la federación de ERC de Anoia, de donde era el militante que encargó los carteles: "No estábamos al corriente de estos hechos", afirman en un comunicado en el que también se ponen a disposición de las autoridades del partido “para colaborar en cualquier investigación.

La presidenta del grupo municipal republicano en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​Elisenda Alamany, recalcó que es “inaceptable” un comportamiento como este: “Quienes participamos de aquella campaña nos merecemos explicaciones y confío en que el partido irá hasta el final en la asunción de responsabilidades”. Aparte de Alamany, otras voces de la federación de Barcelona de ERC, como la presidenta, Eva Baró, o el secretario general, Toni Vidal, mostraron su indignación y "profunda tristeza y nueva decepción" por la información. Todo ello coincide con el debate sobre si incorporarse al gobierno del alcalde Jaume Collboni.

Ninguna voz del resto de formaciones del ayuntamiento ha reaccionado, más allá del jefe de filas de Junts, Xavier Trias. Preguntado a TV3, calificó de "bomba" la noticia que considera "tremenda". El exalcalde ha afirmado que este tipo de ataques "graves" se hacen para "destrozar a las personas". Las reacciones también han llegado de los comunes. Su portavoz, Joan Mena, ha afirmado que es un tema "muy desagradable" y ha querido hacer llegar su apoyo y solidaridad a Maragall. Los dirigentes de Junts y el PSC, que ahora están negociando con ERC la investidura, no han criticado la acción abiertamente. "La tentación podría ser alta, pero no vamos a bajar aquí, tenemos muy claro cuál es el adversario", ha asegurado el secretario general de Junts, Jordi Turull.

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