La Fiscalía mantiene la petición de 8 años de prisión a Pol Serena por haber tirado una botella y una lata a los Mossos

La causa contra el miembro de Jovent Republicà por la huelga general de febrero de 2019 queda vista para sentencia

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Pol Serena antes de entrar en  la Audiencia  de Barcelona

BarcelonaA pesar de que no ha quedado acreditado que el activista y miembro de Jovent Republicà Pol Serena ocupara las vías de Plaça Catalunya y las versiones sobre los objetos que tiró a los Mossos d'Esquadra son contradictorias –los agentes dicen que fue una botella de agua vacía y una lata de cerveza medio llena y Serena asegura que solo fue una botella de agua vacía por partida doble–, la Fiscalía ha mantenido en el juicio de este lunes una acusación de hasta ocho años de prisión para el activista.

El ministerio público atribuye a Serena los delitos de ocupación de las vías públicas, atentado contra la autoridad y lesiones. La Generalitat, en cambio, acusa al activista solo de este último delito y ha mantenido la petición de seis meses de prisión. Es el mínimo penalti que puede exigir, puesto que considera demostrado que lesionó a dos agentes, pero a la vez valora que no lo hizo con ningún objeto peligroso, sea una botella o una lata. La Fiscalía, sin embargo, se ha mostrado inamovible, aunque a medio juicio haya visto totalmente desacreditada una de sus tesis: Alejandro Luther, otro activista al que se juzgaba por la misma manifestación y para quien el ministerio público pedía también ocho años, ha sido absuelto sin esperar a la sentencia. La falta de pruebas ha obligado a la Fiscalía a retirar la acusación. De pedir ocho años durante todo el proceso a ninguna pena.

En el caso de Serena, sin embargo, el juicio ha sido diferente, puesto que él mismo ha admitido que tiró objetos a los Mossos d'Esquadra, y su pleito en la Audiencia de Barcelona ha sido visto para sentencia. Los hechos se remontan a la huelga general del 21 de febrero del año 2019. Manifestantes independentistas se concentraron en la estación de Plaça Catalunya –algunos ocuparon las vías– y la protesta acabó con cargas. El juicio ha confirmado que Serena estaba presente en el interior de la estación y en las cargas, a pesar de que, en cuanto al primer escenario, ha quedado desmentido que realmente el activista ocupara una vía. Serena ha asegurado que en todo momento se quedó en el vestíbulo, lugar donde todos los agentes lo ubican, y ninguna imagen demuestra que fuera a las vías. Según los agentes, en el vestíbulo mantenía una "actitud hostil". "Estábamos enfadados", ha argumentado Serena, que ha explicado que hacía pocos días que había empezado el juicio a los presos políticos. A partir de ese momento, los dos agentes lesionados ya lo ficharon: iba con una sudadera gris y era pelirrojo. La cosa no acabó aquí.

Los agentes se retiraron hacia los furgones. Según la versión policial, lo hicieron empujados por los manifestantes, con Serena animando a los otros concentrados a presionar a los mossos. Fue este el punto en el que Serena tiró dos objetos: al primer mosso, una botella de agua vacía –dice que se lesionó el abductor en el intento de esquivarla–, y al segundo agente, una lata de cerveza medio llena que le dio un golpe en el antebrazo.

De todo esto, Serena acepta parcialmente la versión de la policía, a pesar de que hay detalles diferentes. Asegura que solo quería salir de la estación y que tiró "com a acto de defensa" una botella de agua vacía, con ninguna voluntad de hacer daño. Después volvió a coger la misma botella del suelo y la volvió a tirar, esta vez al aire, sin apuntar a nadie. Con todo, alega que una botella de plástico vacía no podía hacer daño a nadie, y todavía menos lesionar a los agentes. Aquí acabó la concentración, sin ninguna detención.

Cuatro meses más tarde, los Mossos d'Esquadra detuvieron a Serena en su casa. Según la versión de un agente, la mismo noche de la manifestación estaba viendo los informativos desde su casa y en unas imágenes de la concentración vio a Serena. Entonces, los dos agentes lesionados informaron a su superior y mediante imágenes de los medios de comunicación, de cámaras de seguridad y una búsqueda en las redes sociales lo identificaron.

El independentismo se vuelca en la causa contra Serena

El caso de Serena no deja de ser una situación paradójica: el departamento de Interior, liderado por ERC, pide seis meses de prisión para un miembro de las juventudes republicanas. Esta pena, sin embargo, es la más baja en casos de lesiones a los agentes, un criterio contrario al que mantuvieron con Marcel Vivet, al que pidieron casi cinco años durante el juicio y no fue hasta que fue condenado cuando exigieron rebajar la pena a seis meses.

La incomodidad del Govern con estas situaciones no ha impedido que la primera plana de ERC, con Oriol Junqueras al frente, y diputados de Junto+s, como Francesc Dalmases o Aurora Madaula, y de la CUP, como Carles Riera, acompañaran a Serena a las puertas de la Audiencia. Sea como sea, el criterio ante las acusaciones a independentistas será uno de los quebraderos de cabeza de esta legislatura. De momento, los republicanos se quitan de encima responsabilidades y colocan, de manera velada, la pelota en el tejado de Junts: "Hay muchas cuestiones que llevamos en herencia", ha afirmado sobre el tema la portavoz de ERC, Marta Vilalta.

Pol Serena antes de entrar en la Audiencia de Barcelona con Oriol Junqueras al lado.
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