Financiación

ERC y el Govern de Illa chocan por la prioridad de la financiación singular

Romero apuesta por no tocar los impuestos y quiere que Catalunya recupere el liderazgo económico ante Madrid

El presidente Isla con la consejera de Economía, Alícia Romero.

BarcelonaLa financiación singular es la patata caliente de la legislatura de la consejería de Economía y Finanzas. Desde la firma del pacto con Esquerra, el PSC le ha defendido sin tapujos, pero ahora, a las puertas de la negociación de los presupuestos del 2025, los republicanos presionan al Gobierno de Salvador Illa para que vaya dando pasos en esta carpeta. La portavoz del ejecutivo y consejera de Territorio, Silvia Paneque, ha asegurado este lunes a RTVE que primero debe venir la negociación sobre las cuentas y, después, habrá que abrir la de la financiación singular. Esto ha hecho levantar la ceja a los diputados de Esquerra, que han aprovechado la comparecencia de la titular de Economía, Alícia Romero, en comisión parlamentaria este lunes para lanzarle un aviso: "Endarrerir la financiación singular es retrasar los presupuestos", ha advertido al diputado Albert Salvadó.

La número 2 del PSC, Lluïsa Moret, había matizado que el partido abordará las dos negociaciones "en paralelo", pero Romero ha optado por esquivar el tema pese a las preguntas de Esquerra en la comisión, en el primero y en el segundo turno de réplicas. Ahora bien, ha advertido que el modelo de financiación singular supone un reto "gigantesco" –especialmente en lo que respecta a la adaptación de la Agencia Tributaria de Catalunya– que no se materializará de un día para otro. Eso sí, ha asumido el calendario pactado con los republicanos, que prevé que la Generalitat recaude ya el IRPF en el 2026, y se ha comprometido a trabajar "tozudamente".

Por tanto, ¿pospondrá el nuevo Gobierno la negociación de la financiación? La tesis del departamento de Economia es que articular el nuevo modelo llevará tiempo y que, por una cuestión de calendario, viene primero la tramitación de las cuentas: el ejecutivo quiere que entren en vigor el 1 de enero del 2025, por la que cosa debe aprobarlos, como mucho, en noviembre. En esa misma línea, Paneque había dicho horas antes de que la negociación de la financiación será "necesariamente más larga" que la de los presupuestos.

Para cumplir con el calendario, las negociaciones de los presupuestos con Esquerra y los comunes, socios prioritarios del Govern, tendrán que estar ya maduras en octubre. El ejecutivo se muestra tranquilo frente a estas conversaciones y recuerda que, precisamente, las cuentas son el vehículo para dar cumplimiento a algunos de los acuerdos de investidura: por ejemplo, la reversión legislativa del privilegio fiscal en el Hard Rock, que se incluirá en la ley de acompañamiento de las cuentas. El portavoz de los comunes, Joan Mena, ha avalado este lunes centrarse primero en esa negociación.

La "predisposición" de Sánchez

A pesar de las críticas de varones del PSOE y del PP por la financiación singular, el Gobierno da por hecha la "predisposición" de Pedro Sánchez a empujar para que Catalunya pueda recaudar todos los impuestos y contribuir a la solidaridad interterritorial con un fondo separado. Con el congreso del PSOE en el horizonte, Romero ha aprovechado para intentar calmar a los varones (y las bases) socialistas reacios con el pacto PSC-ERC: "Cuando a Catalunya le va bien, a España le va bien", ha dicho. También ha tendido la mano al resto de comunidades autónomas para que se sumen a la negociación del nuevo modelo de la financiación que, según ha defendido, la Generalitat quiere liderar de nuevo, como ya hizo en 2009. Tanto el PP como Junts le han reprochado que no aclare todavía si el modelo será o no un concierto, o si supondrá la salida de Cataluña del régimen común.

La cuestión de la financiación también ha aparecido en la primera de las comparecencias en el Parlament de los nuevos consejeros del Govern de Salvador Illa. Fue en la del titular de Presidencia, Albert Dalmau, quien defendió el acuerdo con los republicanos y se comprometió una vez más a cumplirlo. "Cumpliremos los acuerdos que tenemos firmados", ha dicho ante la comisión de Asuntos Institucionales. El conseller se ha comprometido también a hacer efectivos los traspasos del ingreso mínimo vital y de Cercanías acordados con los republicanos y ha anunciado que el Govern prevé reunir a las comisiones bilaterales antes del mes de marzo del 2025: la bilateral Estado-Generalitat, que no se reúne desde febrero, y la mixta de asuntos económicos, que se reunió este mes de julio.

Salvo salida a las cuentas

Un mes después de la investidura de Salvador Illa, el Govern dará el pistoletazo de salida a la tramitación de sus primeros presupuestos con la aprobación del techo de gasto para 2025: Romero no ha avanzado sus números, pero ha confirmado que continuará "creciente" debido a la buena coyuntura económica y al estado de las finanzas de la Generalitat -que, según ha dicho, podría volver a los mercados en el 2025 gracias a la condonación de parte de la deuda.

No habrá rebajas fiscales ni se eliminarán impuestos propios: "Es necesario que el peso de la fiscalidad recaiga en quien más tiene, gana, hereda o contamina", ha dicho la consellera, ante las críticas de Junts, el PP y Vox. Romero también ha asegurado que el Govern trabajará para que el Instituto Catalán de Finanzas (ICF) tenga al fin la ficha de banca pública -una reivindicación histórica del organismo que abandonó en el 2023– y ha apostado por que Catalunya recupere el liderazgo económico por delante del Madrid de Isabel Díaz Ayuso con un modelo económico que no haga dumping fiscal.

Plan para "transformar" el sector público

El Govern también ha desgranado sus prioridades para el departamento de Presidencia. En su comparecencia, Dalmau ha querido destacar el plan que prevé salir adelante para "transformar" el sector público. Para ello, prevé crear una comisión de expertos que aborde las 12 prioridades que ha establecido para modernizar este sector y que pasan, entre otros, por simplificar los procesos administrativos, digitalizar todos los procesos sin que esto vaya en detrimento de la atención presencial de la ciudadanía o poner fin a la precariedad del sector. En las próximas semanas, Dalmau prevé empezar conversaciones con los sindicatos.

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