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Salvador Illa garantiza la nueva financiación catalana entre avisos de ERC y los comunes por el aeropuerto

Los republicanos no "garantizan" sus votos para la gobernabilidad y los lilas fijan sus prioridades para los presupuestos

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El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en su comparecencia en el Parlament

BarcelonaCasi un mes después de que fuera investido presidente de la Generalitat, Salvador Illa ha vuelto al Parlament para explicar la composición de su gobierno y sus primeros pasos. La sesión ha sido más plácida que la del 8 de agosto –marcada por el fugaz regreso del expresidente Carles Puigdemont–, pero ha servido para confirmar que Illa tiene una mayoría frágil en la cámara catalana. Sin contar, por ahora, ni con Junts ni con el PP, Esquerra y los comunes siguen siendo sus únicos socios potenciales. Sin embargo, los republicanos han vuelto a advertir que sus votos no están "garantizados" más allá de vigilar el cumplimiento del acuerdo de investidura, mientras que los comunes ya han fijado sus prioridades para los presupuestos. Isla, en este sentido, quiso volver a desvanecer cualquier duda a sus dos aliados y garantizó, una vez más, que cumplirá con los acuerdos de investidura. El presidente de la Generalitat se refirió especialmente a la reforma de financiación: "El acuerdo se cumplirá; sé que costará, pero se cumplirá".

Salvador Illa, de hecho, ha lamentado el "ruido" que se ha generado en Catalunya, pero también en el resto del Estado, incluso desde las mismas filas socialistas, a raíz del nuevo modelo de financiación catalán pactado con ERC y que debería acercarse al concierto económico. "Catalunya no quiere ser más que nadie, pero tampoco menos que nadie", ha defendido Illa. El jefe del ejecutivo catalán ha querido contrarrestar las críticas y ha asegurado que Catalunya "es solidaria": "Siempre lo ha sido. [...] Mi gobierno seguirá defendiendo una Catalunya solidaria". "No vamos a contribuir al ruido, y no haremos el juego a los que quieren sólo ruido, no cuenten con nosotros", ha añadido.

Isla se reafirma en el compromiso de cumplir la reforma de financiación: "Catalunya no quiere ser más que nadie, pero tampoco menos que nadie"

Más allá de la financiación, Illa ha explicado que la sanidad, la educación y la lengua serán tres de los pilares en los que su gobierno buscará consensos "amplios" con el resto de grupos del Parlament; es decir, además de ERC y los comunes, quiere sumar también Junts, el PP y también la CUP. "No es con ánimo de romper las mayorías de la investidura. Es con ánimo de enriquecerlas", ha dicho. Precisamente, en el ámbito lingüístico, ha asegurado que se toma "en serio" la defensa del catalán y ha puesto en valor haber creado una conselleria de Política Lingüística a raíz del pacto con ERC: "Defender el catalán no es atacar a nadie ni ninguna otra lengua ".

Los avisos de ERC y los comunes por el aeropuerto

El reto que tendrá en los próximos meses el Govern es trabar también el apoyo de Esquerra y los comunes para aprobar los presupuestos del próximo año. Y, en este punto, la portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, ha querido lanzar un aviso: "Los votos de ERC no están garantizados por nada, sólo por ser vigilantes para los acuerdos". La dirigente de ERC ha afirmado que su formación será "libre y coherente en cada momento" y, en este sentido, ha rechazado uno de los proyectos que Illa ha reactivado: la ampliación del aeropuerto de El Prat. Los republicanos quieren separar las carpetas –aeropuerto y presupuestos–, pero Vilalta ha dado un toque de atención al Gobierno: "Se les podría ocurrir buscar mayorías alternativas, pero quizá se acaben encontrando sin mayorías". En su réplica, el presidente de la Generalitat le ha garantizado que cumplirá "escrupulosamente" el acuerdo de investidura, "también en esto".

Este proyecto tampoco gusta a los comunes. "En este tema no tenemos un acuerdo, nos tendrán por delante", ha avisado la portavoz en el Parlament, Jéssica Albiach. La dirigente lila aseguró que su grupo hará una "oposición firme y contundente, dentro y fuera de la institución". Ahora bien, en el diálogo entre Albiach e Isla se ha evidenciado la buena relación entre ambos dirigentes y, de hecho, los comunes ya se han mostrado plenamente predispuestos a negociar los presupuestos de 2025 cuando Albiach ha fijado algunas de sus prioridades : mantener la rebaja del transporte público hasta 2025, empezar a ampliar el parque de alquiler social, mantener el psicólogo público y sin cita previa o también incluir la modificación fiscal para el Hard Rock pactada en la investidura de Salvador Illa.

Batussa con Junts y el PP

Si con ERC y los comunes el diálogo ha sido fluido, el debate entre Isla y Junts ha estado marcado por las tiranteces. El presidente de la Generalitat ha chocado a raíz de las críticas del presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, en el nuevo gobierno "españolista" de los socialistas. "Eso no ha empezado bien. Llegó y se fue de vacaciones", se quejó. Batet ha reprochado a Isla los nombramientos de familiares en sottogobierno y que prefiriera marcharse a Lanzarote para verse con el presidente Pedro Sánchez antes que acudir al acto en recuerdo de las víctimas de los atentados del 17-A. Visiblemente molesto, el líder socialista ha pedidofair playy ha subrayado que, si fuera por los junteros, Catalunya estaría encaminándose hacia la repetición electoral para que Carles Puigdemont volviera a tener opciones de liderar la Generalitat. "¿Y me habla de trabajo?", clamó. Ante las críticas de Batet sobre supuestas malas prácticas, también les ha lanzado un aviso: "Hace 40 años alguien quiso dar lecciones de ética y todavía no hemos escarmentado", ha dicho en alusión al expresident Jordi Pujol (sin mencionarlo directamente) y después de destacar que Junts proviene de la tradición política de Convergència.

También ha habido trifulca con el PP, que ha tildado de "catástrofe" al nuevo ejecutivo. "Pedro Sánchez ha llevado el Proceso al resto de España e Isla ha llevado el sanchismo a Catalunya", ha argumentado Fernández, que se ha quejado del hecho que el PSC gobierne ahora todos los niveles de la administración. A su juicio, el partido de Isla está "ocupando" las instituciones y "colocando" a militantes, lo que envía el mensaje de que, para tener un cargo, hay que afiliarse al PSC, argumentó. "¿Usted cree que hago un gobierno para colocar a gente del PSC?", le ha contestado el presidente: "Afortunadamente", el PSC "no tiene suficiente gente para ocupar todos los cargos de Catalunya".

Por otra parte, los cuperos han mantenido el tono duro que ya tuvieron con Salvador Illa en el debate de investidura: la diputada de la CUP Laia Estrada le ha acusado de trabajar para las "oligarquías españolas" y ha estado especialmente desgarrador con la consejera de Salud, Olga Pané, a quien acusó de ser una "gestora reprobable" en su etapa en el Hospital del Mar.

Isla pide 'fair play' en Junts y avisa: "Hace 40 años alguien quiso dar lecciones y aún no hemos escarmentado"
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