Isla se reúne con Pujol en pleno juicio a su familia

San Fernando de HenaresMientras en la Audiencia Nacional continúa el juicio a la familia Pujol Ferrusola –acusada, entre otras, de asociación ilícita y blanqueo de capitales–, Salvador Illa realiza un segundo acercamiento a Jordi Pujol y Soley. Tras la primera reunión en el marco de la ronda que Isla celebró con expresidentes de la Generalitat, ambos se encontraron el pasado viernes en el Palau de Pedralbes porque el actual presidente catalán quería interesarse por el estado de salud de Pujol, que hace unas semanas estuvo ingresado por una neumonía, según confirman al ARA fuentes de la Generalitat. La noticia le ha adelantado La Vanguardia, coincidiendo con la cuarta jornada del juicio, que se celebra en San Fernando de Henares. Hace tres semanas, la Audiencia Nacional decidió seguir juzgando pese a que los informes médicos lo desaconsejaban porque no está en condiciones de defenderse.

La gran novedad de hoy ha sido que el tribunal enmendó la llanura a su predecesor y ha aceptado que los principales nombres de la policía patriótica declaren como testigos en el juicio. La sala "no tiene inconveniente", pero quiso perimetrar al máximo su declaración y exigirá que se concreten "muy bien" la relación de las preguntas con la causa. Deberán declarar José Manuel Villarejo –comisario jubilado de la Policía Nacional–, Eugenio Pino –exdirector adjunto de la Policía (DAO)–, Marcelino Martín-Blas –exjefe de la Unidad de Asuntos Internos–, Celestino Barroso –exagregado el Interior en la embajada en Andorra– y Bonifa Nacional–.

"Los aspectos son llamativos, como mínimo, y el tribunal quiere tener un mínimo conocimiento para resolver con plenitud de conocimientos", ha reconocido José Ricardo de Prada. La decisión ha aterrizado con cierta sorpresa por parte de algunas defensas. A nadie se le escapa que le ha anunciado el propio magistrado al que se le atribuyen las frases más duras de la sentencia de la Gürtel, que propició la moción de censura de Pedro Sánchez ante Mariano Rajoy, y que avaló que se citara al entonces presidente del gobierno español y líder del PP como testigo durante el juicio.

Los primeros testigos

Asimismo, declararon los tres primeros testigos. Quien ha abierto la veda ha sido Cristina Isabel de Francisco Cotorruelo, quien fue secretaria personal de Jordi Pujol Ferrusola y era la única trabajadora de las empresas que él tenía con su esposa, Mercè Gironès. Era administrativa, organizaba viajes para el primogénito –por ejemplo, en México, Argentina, Paraguay, Gabón o Estados Unidos– y preparaba las facturas con los datos que él le facilitaba. Además, en 2001 apareció como socia única de Project Marketing, una de las empresas que tenían el hijo mayor del expresidente de la Generalitat y su esposa. Ahora bien, aseguró que fue un "error administrativo" de los asesores, que dieron su nombre, y que lo sacaron adelante para "no dilatarlo". Cuando el primogénito volvió de viaje, ella le vendió las acciones –el 50% a él y el 50% a su mujer– y se resolvió la cuestión.

Después ha sido el turno de Núria Pujol Gironès, hija de Jordi Pujol Ferrusola y Mercè Gironès. El foco lo ha tenido una transferencia de 585.000 euros que le hizo su padre en julio del 2014 y que le sirvió para comprar la finca que una de sus empresas tenía en la calle Ganduxer. En su día, la Audiencia Nacional sospechó que había sido una fórmula para blanquear dinero, pero ella aseguró que fue la vía para que se pudiera independizar. Lo acordaron sus padres cuando se divorciaron: "Fue para que yo comprara el piso en el que ahora vivo", relató. Ella era la única hija que vivía en España, tenía pocos ingresos y no podía permitirse vivir sola o compartir piso. Se mudó allí en el 2016, cuando se casó.

El abogado de Mercè Gironès, Oriol Rusca, hizo hincapié en el papel que tenía su madre en el seno de la familia. "Estaba en casa con nosotros y nos cuidaba. Que yo recuerde, no tenía nómina, mi padre es el que trabajaba", expresó primero Núria Pujol Gironès a preguntas del fiscal. Y después Rusca ha insistido: "¿Se dedicaba a negocios?", le preguntó. "Mi madre no trabajaba con mi padre", le contestó. "¿Tiene conocimientos mercantiles o empresariales?", reiteró. "No, empezó a estudiar abogacía, duró un año y volvió a trabajar con su padre", recordó su hija, quien también recalcó que el divorcio fue "duro y muy complicado" para ella.

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