La mañana más difícil de Cuca Gamarra y Cayetana Álvarez de Toledo

MadridMientras Fernando Grande-Marlaska inauguraba unas jornadas sobre terrorismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra –donde ha recibido los insultos de un grupo de jóvenes en la salida–, dos de sus principales detractores se han juntado en Madrid para hablar de las víctimas de ETA. Con toda probabilidad el ministro del Interior tampoco habría sido bienvenido al desayuno informativo en el que han intervenido el coronel Diego Pérez de los Cobos, que inició su trayectoria en el País Vasco en pleno conflicto, y la presidenta Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, que ha aprovechado para cargar una vez más contra Marlaska. "Nos vuelve a mentir en la cara", criticó en referencia a la reforma legal que favorece a presos de la banda terrorista.

Más medido ha sido Pérez de los Cobos, conocido en Catalunya por su rol en la represión del 1-O, que se ha limitado a lamentar que "se hagan mimos a los malos y se desprecie los bonos". Tampoco citó a nadie en concreto hace pocos días en un discurso ante agentes de la Benemérita, el último que hacía en una celebración del Día del Pilar, patrona del cuerpo, porque está a punto de jubilarse por no haber logrado que le asciendan a general. Ahora bien, su enfrentamiento público con Marlaska, al que ha llevado incluso a los tribunales por haberlo cesado y para negarle ese ascenso, hizo que se interpretara que le enviaba un mensaje: "Me voy con la cabeza alta y la conciencia tranquila", reivindicó entre aplausos.

La sala del Hotel Ritz en la que han intervenido Pérez de los Cobos y Araluce se ha convertido por un rato en el paradigma de la beligerancia de la derecha contra Pedro Sánchez, ya que sólo faltaba alguna cara visible de la cúpula judicial, como podría ser Manuel Marchena, presidente del tribunal que juzgó al 1-O y también de la sala que ha decidido investigar al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, nombrado por Pedro Sánchez. Ahora bien, "el error" de PP y Vox en la votación de la modificación legal que afecta a exmiembros de ETA también los ha convertido en blanco de críticas.

Araluce les ha estirado las orejas. "Meter la pata en un tema como éste es muy grave", les reprochó, advirtiendo que "multiplicaron su dolor". Tuvieron que pasar este trance la número dos del partido, Cuca Gamarra, o diputados en el Congreso como Cayetana Álvarez de Toledo, que asistieron al acto. También han ido miembros de Vox como son los portavoces en el Congreso, Pepa Millán, y en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega-Smith, que ha aprovechado para preguntar a Araluce por la posibilidad de ilegalizar a EH Bildu. "Es un partido totalmente inmoral que no debería tener voz en nada, pero vemos cómo lleva el timón del gobierno", remachó la presidenta de la AVT.

Araluce ha incidido también en el distanciamiento con las formaciones de la derecha y la extrema derecha afirmando que su asociación se siente sola. "Nos dicen que están con nosotros, pero están pasando cosas que para nosotros son incomprensibles", lamentó. A quien ha criticado abiertamente es en el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, por sacar una fotografía de asesinatos por ETA en el hemiciclo del Congreso. "Me parece terrible. Una falta de respeto a las víctimas", sentenció. A la misma hora Tellado, cuestionado también por su propio partido, recibía el oprobio de Federico Jiménez Losantos en esRadio por haber llevado a Marimar Blanco al pleno: "Fue una instrumentalización innecesaria [...]. ¿Qué necesidad debe exagerar? Últimamente no les entiendo".