Muere Luis Roldán, el exdirector de la Guardia Civil que saqueó el ministerio del Interior
Fue uno de los símbolos de los últimos años del felipismo, marcados por los escándalos de corrupción
MadridSi hay una figura que representa el final del felipismo, unos años marcados por los escándalos de corrupción, es la de Luis Roldán, director de la Guardia Civil entre 1986 y 1993, que ha muerto esta madrugada a los 78 años en el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza, donde estaba ingresado desde hacía semanas. Roldán fue la primera persona no militar en dirigir el instituto armado, después de una carrera política como militante del PSOE que lo había llevado a ser regidor del Ayuntamiento de Zaragoza (1979-1982) y delegado del Gobierno español en Navarra (1982-1986). Su trayectoria, sin embargo, quedará marcada por la corrupción, su fuga de España y su paso por la prisión: saqueó las arcas del ministerio del Interior, fue detenido en 1995 en el aeropuerto de Bangkok y pasó una década encarcelado en el centro femenino de Brieva (Ávila). Después de unos años en los que pudo entrar y salir de la prisión en régimen de tercer grado, en 2010 quedó liberado definitivamente.
Roldán fue protagonista de una de las épocas más convulsas de la democracia española, hasta el punto que su historia llegó al cine de la mano del director Alberto Rodríguez en El hombre de las mil caras. En realidad, la película habla de Francisco Paesa, ex agente secreto español que supuestamente encubrió a Roldán para marcharse del país cuando estaba asediado por su enriquecimiento ilícito. Él mismo cobró 1,8 millones de euros del ministerio del Interior –liderado por Juan Antonio Belloch y Margarita Robles como secretaria de estado, ahora ministra de Defensa– por contribuir a la detención –o entrega voluntaria– de Roldán. Un pacto bautizado como papeles de Laos.
La Audiencia Nacional en 1998 lo condenó a 28 años de prisión por soborno, malversación de fondos públicos, estafa y fraude fiscal, una pena que el Tribunal Supremo un año más tarde elevó a 31. Roldán consiguió un botín de unos 12 millones de euros a partir del cobro de comisiones ilegales por adjudicaciones en nuevas instalaciones de la Guardia Civil, robando de los fondos reservados del cuerpo, y también se llevó dinero de la Imprenta-Escuela de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil. Además, tenía una decena de propiedades en España administradas por la sociedad Europe Capital SL y dos en París y en las Antillas Francesas. En diciembre de 1993 fue destituido. El Congreso indagó en sus corruptelas en una comisión de investigación y la Audiencia Nacional había abierto una causa contra él. El 29 de abril de 1994 tenía que ir a declarar, pero huyó.
El patrimonio no se ha recuperado
La justicia no consiguió recuperar el patrimonio de Roldán; solo 1,6 millones de euros del embargo de sus cuentas y la subasta de algunos de sus pisos. En las últimas declaraciones que Roldán concedió a medios de comunicación, aseguraba que Paesa se había quedado su dinero. Pasó los últimos años cobrando una pensión de 600 euros y en un piso de protección oficial de su madre. Si el caso Roldán fue convulso, la vida de Paesa es todavía más rocambolesca. Fingió su muerte en 1998 en Tailandia, hasta que en 2004 fue fotografiado en Luxemburgo.