Nicaragua denuncia la represión al independentismo catalán y vasco en la crisis diplomática abierta con España

El ministro de Exteriores español cita a la embajadora en el país centroamericano después de un duro comunicado que denuncia injerencias

ARA
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El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el día que tomó posesión del cargo

MadridNueva crisis diplomática de España, esta vez con el gobierno de Nicaragua, a las puertas de unas elecciones, el 7 de noviembre, marcadas por el arresto de dirigentes opositores. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha citado a consultas a su embajadora en el país centroamericano después de un duro comunicado del ejecutivo nicaragüense en que denuncia injerencias españolas en asuntos internos y avisa que no puede dar lecciones de democracia. En este punto, se refiere a Catalunya y a los GAL, "que mancharon por siempre jamás España con responsabilidad sobre crímenes de lesa humanidad que no se han investigado ni juzgado nunca".

La respuesta del gobierno de Daniel Ortega se ha producido a raíz de un primer pronunciamiento español sobre el contexto preelectoral en Nicaragua. Hace meses que se acumulan detenciones de líderes estudiantiles y precandidatos opositores al régimen, vinculadas a la oleada de protestas iniciada en 2018, fuertemente reprimida con más de 300 muertes. España emitió un comunicado poniendo en entredicho las "garantías y credibilidad" de los resultados de los comicios y ha pedido a Nicaragua que "cumpla con los compromisos internacionales adquiridos en materia de derechos humanos y sus propios preceptos constitucionales, para garantizar los derechos de todos los ciudadanos y la libre participación política", tal como explica Europa Press.

El posicionamiento español ha despertado la indignación del gobierno nicaragüense, que ha criticado con dureza el Estado. "[España] tiene la obligación de respetar y asumir sin demora los caminos de respuesta a los justos reclamos de los habitantes de esta llamada península Ibérica. [...] Les desafiamos a permitir la libre participación en votaciones y elecciones, sin amenazas, intimidaciones, o prisión para los líderes independentistas, y sin persecución más allá de sus fronteras, a quienes solo ha exigido respecto a sus creencias, voluntades y derechos", dice Nicaragua.

En un largo comunicado, añade: "Al estado español, aquel que tanto critica, acusa y exige lo que ellos mismos no dan, ¡la historia no lo absolverá nunca! La infamia no puede esconderse con fanfarronería, disfrazándose de jueces que no son ni pueden ser, ni nadie ha convocado, porque están faltados de autoridad moral o respeto ante tanta falacia, encubrimiento, mentiras, delitos, crímenes de odio y lesa humanidad que no confiesan, pero que todo el mundo conoce y condena". Managua se ampara en esta "hipocresía" para rechazar el comunicado del ministerio y lo insta a "asumir toda la responsabilidad en su feroz y brutal historia colonial y neocolonial, así como su fascismo encubierto de socialismo".

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