Nueva purga en Vox: "Abascal tiene alergia a la democracia"

El partido de extrema derecha culmina el enésimo puñado de expulsiones

El líder de Vox, Santiago Abascal, en el hemiciclo del Congreso con un móvil en la mano en una imagen de archivo
05/08/2025
3 min

BarcelonaVox ha encadenado purgas en los últimos años para echar a los críticos con la gestión de su líder, Santiago Abascal. La formación funciona con un espíritu jerárquico que es asumido plenamente desde la dirección, con el resultado de que se acaba fulminando a todo aquel que rompe este talante propio del ejército para pronunciar críticas públicas u organizar corrientes combativas. De hecho, fuentes de la formación siempre lo han justificado por la voluntad de evitar varones territoriales o criterios diferenciados de la línea dirigente, pese a las críticas por falta de democracia interna y de autonomía. Reclamaban básicamente un congreso de "refundación", que Abascal retuviera cuentas de su gestión y democracia interna. el lío de los últimos meses en Castilla y León, con la dimisión como líder de Juan García-Gallardo en febrero después de otra guerra abierta en la comunidad con dos diputados autonómicos que estaban en desacuerdo con la línea estratégica del partido. Una disputa que se suma a las controvertidas dimisiones de Iván Espinosa de los Monteros y Macarena Olona y al lío en Valencia –dos concejales del Ayuntamiento fueron expulsados y después readmitidos en el partido–, ahora reconducido, y en los diversos rebeldes en Baleares, donde se rompió el grupo.

El último revuelo ha escalado con declaraciones contundentes de los dos exdirigentes expulsados definitivamente el pasado viernes, que lamentan una purga de la dirección. Incluso ha habido una rueda de prensa este martes de la hasta ahora cara visible de la extrema derecha en Palencia y ahora concejala no adscrita. Sonia Lalanda ha continuado hablando sin tapujos y ha acusado al partido de Abascal de "caudillismo", hasta el punto de que ha apuntado que "su alergia a la democracia interna se ha convertido en un problema sistémico". "Por eso han ido expulsando a personas tan importantes en el partido, incluso su propio fundador, por quedarse sólo con la gente más dócil, que es la que necesita la política para vivir", ha rematado.

La acusación a Abascal de funcionar como un entramado para sacar provecho económico es recurrente entre los críticos, exactamente como la expresada por Lalanda, quien también ha dicho a X que "los leales al proyecto somos descabezados" mientras que "los serviles al chiringuito son premiados". También le ha verbalizado el díscolo de Pontevedra Antonio Budiño: "Quien me conoce sabe que no he cambiado en mis principios y valores desde hace seis años; Vox sí ha cambiado en este periodo de tiempo, mucho ya peor", ha sentenciado el general. A su juicio, "lo más doloroso es que están engañando a mucha gente escondiéndose detrás de una bandera que no les pertenece y de un discurso que no se entiende", lo que le ha agotado la paciencia. Que los de Vox son ahora "vividores de la política" es uno de los gritos de indignación de los díscolos, y Lalanda afirma que Abascal y su equipo en la sombra "secuestraron al partido". Lalanda y Budiño han llegado a coincidir en criticar que Vox haya apostado por un "etnonacionalismo" con "el elemento de la raza por encima de cualquier otra consideración". Una crítica a la dureza en el discurso migratorio liderado por Jorge Buxadé.

Con todo ello, la concejala de Palencia ha seguido expresando un clamor omnipresente desde julio del año pasado, con la ruptura de los gobiernos autonómicos con el PP, y lamentó la apuesta de "gritar, recoger el descontento y calentar la calle", una "deriva peligrosa" que ve alejada del "espíritu fundacional". Lo que rebaten es la ausencia de debate interno y la evolución del partido.

Los expulsados han recibido el apoyo de otros críticos, como el diputado castellano-leonés no adscrito Javier Teira, quien ha añadido que "el culto al partido que practica Vox hoy es la forma más perfecta de socialismo y lo más contrario a la forma de ser español". También les ha apoyado el exdiputado Juan Luis Steegman. Asimismo, la diputada balear Idoia Ribas insistió en el "mobing" o acoso laboral, que también denunció cuando rompió con Vox. Ribas, Teira y otros díscolos han montado una nueva plataforma con el nombre de Avanza en Libertad.

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